35 Umbrae Noctis

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Mina miraba el horizonte con admiración, su cabello rojo ondeando con la brisa marina. Sus ojos brillaban de emoción mientras observaba el interminable océano. Era evidente que estaba disfrutando del espectáculo.

Shikamaru, por otro lado, tenía su mirada tranquila y sus manos en los bolsillos. Su expresión habitual de "qué molestia" se mantenía, pero había un atisbo de timidez en sus ojos cuando miraba a Mina.

Mina se volvió hacia él y notó su expresión. Con una sonrisa radiante, y dijo:

-Shikamaru, ¿no es increíble?- Shikamaru con un gesto de incomodidad aceptó la propuesta de Mina y se unió a ella en el borde de la cubierta. Juntos, miraron el horizonte y el brillo dorado sobre el agua.

El pelo de Mina resaltaba entre los azules del cielo, del mar y de su propio vestido. Y sus grandes ojos se confunden con el ambiente.

Después de un rato ambos chicos tuvieron que ocultarse en la sombra.

Shikamaru regresó con una bebida fría ya que Mina estaba apunto de tener un golpe de calor.

-Gracias - le dijo al pelinegro que le alcanzaba una bebida de jengibre con hielos.

Shikamaru se sentó en el piso junto a Mina mientras se terminaba su refresco.

La energía de la chica se había acabado debido a que se la había pasado corriendo bajo el sol, asombrada por cada criatura que veía, pasando horas bajo el sol.

De pronto, Shikamaru sintió un peso sobre su hombro, Mina debido a su agotamiento se había quedado dormida.

-Mina, Mina, llegamos- le decía Shikamaru a la chica que yacía en su regazo.

El aire estaba impregnado de olores maravillosos. Una ciudad se alzaba a un lado del río cada casa tenía adornos dorados y paredes blancas junto con techos elaborados, muchos de cristal. La gente se desplazaba en canoas, lo que se suponía que eran las calles eran pequeños canales de agua y las banquetas por donde se desplazaba la gente a pie era de una piedra gris clara que en ciertos ángulos se le veía resplandecer.

La gente vestía hermosas telas y sonreía, Mina no podía creer que el pueblo se viera tan pacifico después de tantos problemas a los que había sobrevivido.

Pronto ambos chicos bajaron del barco, con el objetivo de buscar un lugar para hospedarse, ya que el sol se estaba apunto de ocultar.

Al final de un callejón se encontraba una posada llamada El Rincón Nocturno. Era un tanto escalofriante, pero al entrar había un bar animado con una iluminación de tonos cálidos. Shikamaru y Mina pidieron una habitación, la única disponible era una con dos camas, y sin tener mucho tiempo para buscar otra posada tomaron dicha habitación. Después de dejar algunas, el pelinegro le explicó a Mina que los mejores lugares para conseguir información eran los festivales y el mercado nocturno, y justo esa noche se realizaba uno de esos dichos festivales.

Así ambos se dirigieron al festival, luces de colores cálidos iluminaban el ambiente, lleno de olores. El lugar estaba definitivamente recurrido Mina se compró un plato de piña con canela la cual disfruto mucho. Y al estar caminando las dos corrientes de personas separaron a Mina y a Shikamaru. Mina vagaba por los puestos preocupada ya que, aunque no quería admitirlo, estaba perdida.

-Hemos acumulado suficiente poder e influencia en el País de las Especias como para que Konoha quiera intervenir. Escuché que los enviados de Konoha están cerca, investigando sobre nuestra organización. Debemos mantener nuestros secretos a salvo.-

Mina se detuvo al escuchar esto al fondo de un callejón.

-Hemos recibido órdenes de llevar la mercancía a la guarida secreta esta noche. El jefe está ansioso por verla-

-La guarida en la Cumbre de Esencia, en las coordenadas que nos dieron. Si alguien intenta entrar, no podrán superar el laberinto interminable-

Mina trastabillo un poco

-¿Quien esta ahí?- dijo uno de los tipos que estaban hablando.

Mina maldijo bajo su aliento, un tipo de los que hablaba se acercó a ella por su espalda sin que se diera cuenta, le tapó la boca y la arrastró al fondo del callejón.

-¿Pero quién tenemos aquí?- Mina aunque quisiera escapar pacíficamente no podría, todas las salidas estaban tapadas por muchos tipos con capas negras, que se acercaban a ella poco a poco, dejándola cada vez más atrapada contra la pared.

-¿Qué hace una chica tan bonita como tú aquí?- Mina se estaba iniciando a estresar, y rápidamente generó un raidori azul claro, lo lanzó y aprisionó a todos en hielo.

-Compermiso- le dijo a uno de los tipos que la rodeaban mientras pasaba por un lado.

Salió corriendo desesperada a buscar a Shikamaru, y al salir del largo callejón chocó contra alguien.

-Ahí, estás- le dijo un pelinegro que le ayudaba a levantarse.

-Shikamaru, tenemos que irnos, rápido- antes de que pudiera decir algo Mina lo agarro y corrieron hasta llegar a la posada. Mina inició a sacar el mapa de la región y señaló. MIna le contó lo sucedido y dijo:

-Por lo tanto su guarida se encuentra aquí en la Cumbre de Esencia-. Shikamaru agarró su mano y la movió al otro lado del mapa.

-La Cumbre de Esencia-.

Al día siguiente se dirigirán al escondite de los Umbrae Noctis 

La Hija de los Muertos (La hermana de Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora