La Hija de los Muertos (La hermana de Naruto)

77 Road to Ninja Parte Dos

Shikamaru se encontraba en su cuarto, se levantó preocupado por lo que había pasado, Mina había desaparecido ante sus ojos y no había podido hacer algo para evitarlo. No podía recordar, cómo había llegado a su casa o que había pasado después de eso.

-¡Shikamaru! ¡Levántate rápido, no querrás hacer esperar a Asuma!-

<¿Asuma?> pensó.

Shikamaru salió corriendo y se dirigió a la puerta.

-¡Hey! ¿A donde crees que vas sin despedirte de tu madre?-

-Perdón ma- dijo Shikamaru y beso la mejilla de su madre.

-Ten, temari te dejo estos panecillos antes de volver a la arena-

-¿Gracias? Supongo- Temari y él eran amigos pero no tenían una relación tan cercana como para que hiciera algo así.

Shikamaru se dirigio a la casa de Asuma. ¿Como era posible?

Abrió la puerta y cayó de rodillas. Ahí estaba, su maestro se encontraba ahí, jugando en la sala con una pequeña niña, mientras Kurenai lavaba unos trastes.

-Shikamaru- dijo Asuma con una gran sonrisa en la cara.

-No tenías que venir tan deprisa como para caerte-

-¿Cómo es posible?- inicio a decir.

-¿Que mi hija sea tan hermosa? No lo sé, debe ser cosa de su madre- Kurenai río mientras besaba a su pareja -Gracias por cuidarla, en momentos así llegas a ser un gran salvavidas-. Dijo mientras procedía a irse con Kurenai.

¿Cómo era posible tal cosa? Sus ojos se llenaron de agua, se sentía tan confundido.

La bebé colocó una mano cerca de los ojos, como si estuviera preocupada.

-¿Quieres salir a pasear?- La niña rio aceptando su propuesta, se la coloco en los hombros y salió a la calle.

Asuma estaba vivo. Asuma tenía una hija. ¿Qué rayos había pasado la noche anterior?.

-O Shikamaru, ¿Desde cuándo tienes una hija?- Bromeo Kiba, junto con Choji y Rock Lee.

-¿Acaso Temari lo sabe?-

-¿Qué?-

-Solo están bromeando, ¿Otra vez te tocó cuidar a Mirai?-

-S..Sí- contestó, ¿Por que todos le comentaban a Temari?.

Se dirigió al apartamento de Mina.

-A no. Nononono. No. No voy a volver a aceptar cuidar a Mirai solo porque quieres salir con Temari-

-¿Qué? No, no quiero eso, Temari acaba de regresar a su aldea, ¿Has visto a Mina?-

-¿Mina? ¿Quién es Mina?-

<¿Qué?> grito en su cabeza. Vagabundo con Mirai durante unas horas, nadie sabía quién era Mina, no había ningún rastro de la pelirroja, era como si nunca hubiera existido.

Shikamaru se rindió ante Mirai y decidió devolverla a su casa.

Kurenai ya había vuelto a casa, sin embargo Asuma no se encontraba por ningún lado, pensó que el verlo habían sido imaginaciones suyas.

-¿Y Asuma?- preguntó.

-Tuvo que hacer un encargo ¿Estás bien? Te vez algo decaído-

-No lo sé- dijo mientras se sentaba en la terraza donde solía jugar shogi.

-Hay cierta persona, hace unas horas estaba con ella, pero cuando desperté desapareció de la faz de la tierra, nadie conoce su nombre, como si nunca hubiera existido.

-Y... Esta chica... ¿Te gusta?-

-No sabes cuanto- se recostó estirando las manos hacia el cielo, tratando de alcanzar a Mina. -Es increíble, siempre tiene una sonrisa y parece que la comparte con todo el mundo-

Kurenai sonrió tiernamente.

-Bueno, está claro que no eres nuestro Shikamaru, si esta chica te convirtió en lo que eres ahora, ¿Qué te parece si te ayudo a salir de aquí?-

-Shikamaru le contó lo que había pasado antes de que apareciera Tobi. ( el Akatsuki enmascarado que lo había llevado allí)

Los días cada vez se alargaban más, a veces parecían perder el color. La gente creía que él y Temari eran algo, por alguna razón eso le sacaba de quicio.

Mina le había contado que antes de llegar a Konoha había vivido en el bosque, y que tenía varios escondites en estos, que hasta aquel día, en su mundo se mantenían en pie. Pero no había nada. Los pueblos de alrededor habían oído nada de una chica que viviera en el bosque o una "Hija de los muertos", ninguna mención de un relámpago rojo o alguien con un pelo rubio con puntas rojizas.

Gritó su nombre hasta quedar afónico, pero se hizo la idea, ahí en medio del bosque, que Mina no existía en ese mundo ¿Como iba a vivir si no podía salir de aquel lugar.

Pasaron los días investigando toda clase de genjutsus y mitos sobre dimensiones alternas, hasta que llegaron a una posible respuesta de como había llegado a aquel lugar, y más importante, como podía volver.