Los Hilos del Dragón

Cap LXVII

Control

Todos estaban realmente aterrados ante la mujer que todos cosideraban dulce y protectora, pero para ellos era un verdadero demonio, uno que vino desde lo más profundo del infierno para llevarse a todo y todos a su paso.

Aemond Targaryen-- Bienvenidos al jardín de las flores secas, al lugar donde las maldades florecen y las esperanzas de pudren.

Rhaegan I Targaryen-- Las personas pueden ser como una moneda, tienen dos personalidades, pero si no las usan de la forma correcta perderán mucho más.

Helaena Targaryen-- No se confundan, no somos ángeles, sabemos jugar, sabemos irnos y también sabemos herir, todo corazón bueno tiene un poco de maldad.

Las gemelas junto a Sara salieron corriendo del lugar lo más rápido que podían y la única que se quedó fue Ortigas, al rato se escuchó a Moondancer y a Alba irse volando junto a sus jinetes a toda velocidad por lo que era evidente que ahora tenían tanto pavor de la persona que una vez admiraron tanto e idolatraban.

Rhaegan miró a Ortigas, le sonrió de manera diabólica e incluso se lamia los labios, aquella muchacha sintió escalofríos por todo el cuerpo por lo que como si le estuviera diciendo que corriera por su vida y se fuera al lugar más lejos del mundo, donde ella no pudiera encontrarla nunca.

Rhaegan I Targaryen-- Nyke ȳdra daor shifang skorkydoso ao intended naejot mazverdagon nyke jealous lo ao ȳdra daor sesīr māzigon close naejot ñuha heels (No entiendo como pretendías darme celos si ni me llegas a los talones).

Ante esas palabras, tanto Aemond y Daeron se dieron cuenta que ella siempre supo de las intensiones de aquella mujer, solo que se había mantenido callada y al margen por lo que para el alivio de ellos pensaron que era lo mejor además de que ni siquiera tenían porqué ocultarselo.

Cuando Ortigas reaccionó se fue corriendo a toda velocidad hacia su dragón Robaovejas y se fue, Aemond miró a su esposa como si le estuviera pidiendo permiso de ir tras ella lo cual solo hizo un gesto con su cabeza, pero no si antes de terminar con un asunto primero.

Otto I Hightower-- ¡Se supone que las mujeres no pueden gobernar, que jamás ganarían, solo eras una simple Princesa que debería de conocer su lugar!.

Aegon Targaryen-- Te equivocas Otto Hightower, hay algo más peligroso en el mundo que un hombre humillado.. Una mujer capaz de todo.

Helaena Targaryen-- La belleza puede ser peligroso, pero la inteligencia es letal.

Daeron Targaryen-- Peligrosa la mujer que actúa como dama y piensa como hombre, porque entiende las intensiones y no come cuentos de cualquier charlatán.

Rhaegan I Targaryen-- Y si seré narrada como la mala del cuento, que sea por cosas que sí hice.

Luego de eso, Aemond levantó bruscamente a la mujer que lo trajo mundo mientras que los supervivientes del ataque a Desembarco del Rey se fueron corriendo ya que tenían un mal presentimiento sobre lo que iba a suceder.

De repente Tyrasex aterrizó en frente de los Targaryen y los Hightower, era como si hubiera esperado por mucho tiempo el momento de saldar cuentas con cierta persona, el Emperador Tuerto quitó las cadenas que sostenían a la Reina Viuda de Westeros mientras ella lo miraba horrorizada y no era para menos porque su propio hijo la lanzó al enomer hocico del dragón del difunto Príncipe Joffrey Velaryon.

Tyrasex la bañó en una ráfaga de llamas antes de cerrar sus fauces alrededor de su brazo y hombro, luego devoró Alicent en seis bocados, dejando solo su pierna izquierda debajo de la espinilla mientras su padre fue obligado a ver morir a su hija, ella murió exactamente igual que la Reina Rhaenyra Targaryen.