Las Llamas de los Dragones
Ya casi estaba amaneciendo y Aegon junto a la Princesa Coryanne en lomos de Sunfyre, finalmente llegaron a Valyria de forma segura y sin complicaciones.
Al aterrizar en Montaña Dragón e ir directamente a la Fortaleza de Sangre, se encontraron con la sorpresa de que los hijos de los Emperadores finalmente nacieron y no fue uno, ni dos sino tres bebés.
Aegon no podía creer las noticias del nacimiento de sus sobrinos, estaba tan feliz que incluso brincaba y gritaba de la emoción hasta tal punto que la pequeña Princesa dorniense lo miraba como si estuviera loco.
Tras dejar a la Princesa Coryanne Martell con una sirvienta de confianza, el platinado se fue corriendo directamente a la habitación de sus hermanos para finalmente conocer a sus tan deseados sobrinos, realmente estaba muy emocionado porque eran los niños que su hermana-madre había traído al mundo ella misma y esos bebés serían sus nuevos pupilos de las travesuras.
Una vez que llegó, abrió la puerta y al ver a los tres recién nacidos comenzó a llorar, pero no tanto cuando nacieron los suyos, eran pequeños, lindos y juraba que no se parecían a Aemond el cual estaba agradecido.
Rhaegan I Targaryen-- Bienvenido a casa Aegon.
Aemond Targaryen-- Hermano.
Aegon Targaryen-- ¡Son hermosos!. Dijo muy feliz.
La madre de los bebés sonreía e incluso se ruborizaba por el elogio hacia sus hijos, los tres eran tan perfectos que no habían palabras suficientes para describirlos, cabello plateado, ojos color lila, piel pálida y rasgos finos como verdaderos Targaryen y Valyrios.
Aegon Targaryen-- ¿Cómo se llaman?.
Aemond Targaryen-- Rhaegal, Rhaegon y Rhaegor.
Aegon Targaryen-- ¿Rhaegon?.
Rhaegan I Targaryen-- En honor a ti Aegon. Dijo sonriendo.
El hombre ya no podía contener más sus ganas de gritar mientras lloraba, quería presumir a sus sobrinos con quien sea hasta que se cansaran de él o les sangraran sus oídos y sueñen con ellos.
Desde que nacieron los trillizos, todos los dragones comenzaron a cantar y sobrevolar en los cielos de todo el Continente de Valyria, algunos andaban por Braavos, Meereen incluso por el Mar Dothraki.
El pueblo caminaba hacia las puertas del Palacio, esperando a que las abran para poder saber lo que estaba pasando ya que el canto de los dragones provenía desde la Fortaleza de Sangre, era como si les estuvieran diciendo que se dirigieran al lugar y esperar.
Al escuchar tal acontecimiento, con dificultad Rhaegan se levantó de la cama con dos de sus hijos en brazos, ella acababa de dar a luz a tres niños y fue muy difícil hasta tal punto de tal vez perder la vida, pero encontró fuerzas de alguna parte para poder levantarse a pesar de estar tan adolorida.
Aegon Targaryen-- ¡¿Hermana qué haces?!. Preguntó alterado.
Aemond Targaryen-- ¡Cariño, debes quedarte en cama!.
Rhaegan I Targaryen-- Pōnta gūrogon naejot ūndegon bona iksi okay, pōnta gūrogon naejot rhaenagon se triplets se also se twins.. Īlva lenton deserves naejot sagon known (Ellos merecen ver que estamos bien, merecen conocer a los trillizos y también a los gemelos.. Nuestro hogar merece que los conozcan).
Ellos se rindieron ante sus palabras y la ayudaron a caminar, durante el camino hacia la terraza que da vista a la Puerta Principal y eran tan grande que un dragón de tamaño promedio cabría ahí, se ordenó la presencia del Gran Maestre, el consejo privado y los miembros de Shadow Dragons que estaban en Valyria.
ESTÁS LEYENDO
Los Hilos del Dragón
Ficción históricaRhaegan Targaryen, segunda hija del Rey Viserys I Targaryen y de su primera esposa, la Reina Aemma Arryn, por lo tanto la hermana menor de la Princesa Heredera, Rhaenyra Targaryen y la gemela del fallecido Príncipe, Baelon Targaryen. Al ser la única...