Llegó el mes de diciembre y con ello el cumpleaños de Anahí, el 23, y el de los gemelos, el 25, día de Navidad.
El 26 Poncho organizó un supercumpleaños para los tres en la casa, al que acudieron todos los amigos de ella, incluida Linda, que viajó desde Minnesota, y Anselmo y la Tata, que estaban en Los Ángeles tras haber celebrado la Nochebuena.
Anahí disfrutó del cariño de todos y, emocionada, recibió cientos de regalos, junto a los niños. Cuando le llegó el turno a Poncho, este la llevó fuera de la casa y la dejó sin habla al mostrarle un precioso Volkswagen rojo idéntico a Harry, con un gran lazo amarillo rodeándolo.
—Espero que te guste tu nuevo coche, cariño.
Anahí soltó un chillido de alegría, mientras aplaudía feliz. Adoraba ese coche y, al mirarlo, afirmó:
—Es como Harry.
—Sí, cielo. La carrocería es igualita a la de tu amado Harry, pero tiene un motor más actual y potente.
Sin poder creer que aquel coche precioso, nuevo y reluciente fuera para ella, lo tocó, lo acarició y, mirando a Poncho, susurró:
—Cariño, es demasiado.
—Nada es demasiado para ti —susurró él agarrándola de la cintura.
Un «¡Ohhhhhh!» colectivo salió de la boca de todos y, enamorada, Anahí lo besó mientras los invitados aplaudían.
—Eres increíble, Poncho. Nada me podía sorprender y gustar más que este regalo.
—Oh, sí, cielo —sonrió él mirando a Omar—. Creo que aún te puedo sorprender más.
Eso hizo reír a Anahí, pero se puso seria de golpe cuando de pronto Poncho se arrodilló ante ella y abrió una cajita que se había sacado del bolsillo.
—Cariño, ¿quieres casarte conmigo?
—¡Ay, Diosito! —exclamó, tapándose la boca con las manos.
—Te he dicho que te podía sorprender aún más —dijo él, guiñándole un ojo. esa increíble demostración de amor delante de todos, Anahí quiso hablar, pero sabía que si lo hacía iba a echarse a llorar. Y entonces oyó a su pequeña Jenny gritar, cogida de la mano de un emocionado Manuel.
¡Mamita, di que sí! ¡Poncho es el novio que todos queríamos y, además, ningún otro tiene esos ojos como los amaneceres de Acapulco!
La carcajada fue general y él, tras guiñarle un ojo a la niña, miró a la desconcertada Anahí y dijo:
—Lo de los ojos como esos amaneceres es importante, no lo olvides.
Anahí rio ante su ocurrencia y, tragándose el nudo de emociones que se le había formado en la garganta, asintió y respondió conmovida:
—Sí. Sí quiero casarme contigo.
Todos aplaudieron. Poncho se levantó del suelo y se abrazaron, mientras Jenny saltaba de alegría y Anselmo reía complacido, diciendo, al tiempo que Poncho le ponía el rubí a Anahí en el dedo.
—¡Ese es mi hijo! Un Herrera.
Yanira rio emocionada y abrazada a Dylan, recordaba cuando él le había pedido que se casaran. Sin duda aquellos Herrera eran la mar de románticos.
Tifany sonreía cogida de la mano del ruso, mientras con disimulo observaba a Omar hablar encantado con la pequeña Preciosa. Él también había sido un hombre muy romántico con ella hasta que se olvidó de serlo para volverse frío y distante. Mirando a Alexei, dijo:
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Todo de mi (AyA Adaptación)
FanfictionPoncho Herrera es un guapo, adinerado y exitoso compositor de música puertorriqueño. No hay mujer que se le resista y que olvide con facilidad su mirada verde y leonina. Anahí es una joven que con apenas veinte años tuvo que hacerse cargo de su herm...