Su despertador sonó.
Se levantó asustado apagándolo rápidamente dándose cuenta que se había quedado dormido y no terminó nada del trabajo que tenía.
Mierda, el jefe me va a matar.
Se cambió de camisa yendo al baño a arreglarse el cabello un poco, lavarse la cara y los dientes. Tomó sus cosas y corrió hacia la oficina.
—¡Hao! —saludó Sunoo con alegría pero su expresión cambió apenas vio a su amigo más de cerca —tus ojos están muy hinchados, ¿has estado llorando?
—Ah... sí, es que me dolía mucho la cabeza —mintió —, y me quedé dormido, ahora el jefe me va a matar
—¿No hiciste nada del trabajo? —el castaño negó —ay no, ¿qué hacemos? —pensó un rato —¡ya sé!, presenta lo que yo hice como si fuera tuyo, no se va a dar cuenta
—No, no, no —empujó el folder que Sunoo le estaba dando de regreso hacia él —no puedo hacer eso, es tu trabajo y te esforzarte mucho, lo siento, no puedo aceptarlo
El pelirosa hizo un puchero pero Hao seguía firme en su decisión. Si le iba a caer la culpa por no hacer nada, lo iba a aceptar, después de todo no debió quedarse dormido sabiendo que tenía cosas que hacer.
—Quiero que me presenten sus trabajos en este momento —el jefe había llegado a primera hora —¿Hao?, ¿podrías mostrarme lo que hiciste?
—Yo... —se levantó de la silla —no lo he terminado señor...
—¿No has hecho nada? —frunció el ceño
—N-no señor —bajó la mirada
—¿De nuevo? —resopló —¿quieres que te despida por tu ineficiencia? —caminó alrededor de él —ya van dos veces que no me entregas algo a tiempo, y no pienses que voy a escuchar tus excusas, en esta empresa se necesita gente responsable —regañaba —Sunoo, ¿me entregas tu trabajo?
—Sí, señor —le mostró el documento que el hombre agarró comenzando a revisar cada página asintiendo con la cabeza —perfecto, muchas gracias Sunoo —volteó a ver al castaño —deberías aprender de él, no hay ningún trabajo que no me haya entregado, eso se llama responsabilidad, y recuerda que si a la tercera vez que te pida algo importante no me lo entregues, te despido —dijo para luego volver a su oficina
Hao se sentó en su silla sintiéndose mal nuevamente. Sunoo apoyó su mano en la suya para hacerlo sentir que tiene su apoyo.
—Lo siento, Hao...
—No te preocupes —dejó que el pelirosa apoye su cabeza en su hombro un rato
Sus días eran muy malos, poco a poco iba empeorando, ni siquiera supo en que punto fue que comenzó a estar así.
...
—Hao, ¿no te gustaría ir a una fiesta aquí cerca?
—¿Hanbin va a ir?
—Claro —rió —es mi novio
—Creo que no voy a poder, es que tengo muchas cosas que hacer...
—¡Es fin de semana! —le tomó las manos comenzando a dar saltitos—vamos, vamos, vamos, vamos
—Está bien —sonrió —pero voy sólo por ti
Al terminar el turno, se reencontraron con el pelinegro fuera del edificio yendo directo a la fiesta que mencionó Sunoo, era en casa de uno de sus amigos que al parecer estaba cumpliendo años. Hao se sentó a un rincón alejado de las personas como siempre solía hacer, odiaba la interacción social.
—Toma —el pelirosa le entregó un vaso
—¿Es alcohol? —preguntó al ver las burbujas saliendo de la bebida
—Es gaseosa con un poco de cerveza —sonrió —sabe bien, prueba
El castaño recibió el vaso probando un poco, es verdad, sabía bien. Se mantuvo así unos minutos hasta acabar el vaso, pero había una cosa de la que se olvidó, el alcohol lo ponía más triste de lo normal, por eso tenía prohibido tomarlo.
Miró a lo lejos a Sunoo y Hanbin hablando con varios invitados de la fiesta, como si fueran los anfitriones de ella.
Son tan parecidos, son extrovertidos y no tienen problemas para comunicarse. Son igual de sonrientes y brillantes, tan amables y lindos con los demás... la gente parecida se atrae.
No sé qué hago aquí, si sólo soy un estorbo. Si ellos están tan felices juntos debería dejarlos en paz, no gano nada con ser un maldito llorón.
Ojalá llorar si arreglara los problemas.
—Hao, ¿estás bien? —el mencionado levantó la mirada viendo a su amigo acercarse a él junto a Hanbin quien clavó su mirada en él al verlo así —¿porqué lloras? —se arrodilló con preocupación —¿pasó algo?
—No me siento bien —sollozó más al sentir todas esas preguntas encima de él —me tengo que ir —se fue corriendo
—No me gusta cuando se pone así, nunca me quiere decir que le pasa —se entristeció por su amigo girando a ver a Hanbin quien todavía no quitaba la mirada de la puerta de donde salió Hao —¿cariño?
—¿Ah? —regresó en sí
—¿No tienes que ir a trabajar?, creo que ya es hora
—¡Oh!, es cierto —sonrió —nos vemos, mi amor, cuídate —lo abrazó fuertemente saliendo del lugar
Hanbin se apuró en en correr para encontrar un callejón donde nadie pueda verlo, no quería llegar tarde al templo, ya se había pasado del tiempo necesario.
De repente, frenó en seco al ver una figura conocida sentada en la vereda, al frente de una autopista. Era Hao. Escuchó unos murmullos salir de él, así que se acercó lentamente.
—¿Cuál es el sentido de vivir si de todas formas acabamos muriendo?, ¿de qué sirve romperme trabajando si no me va a servir de nada cuando ya no exista? —decía entre lágrimas mirando los autos pasar —si yo desapareciera... nadie se daría cuenta... la vida es una mierda... estoy harto...
Al secarse las lágrimas vio de reojo a alguien parado a su lado, se giró rápidamente notando que era Hanbin. Se maldijo a sí mismo con miedo de que él haya escuchado algo de lo que dijo, se paró de golpe casi cayéndose y sin voltear a verlo salió huyendo.
Corrió hasta su casa sin mirar atrás. Abrió la puerta dejando sus cosas a un lado y entrando a su habitación. Debía trabajar en la laptop, pero no quiso, no tenía ganas de nada, sólo se acostó en la cama mirando el techo, las lágrimas se le habían acabado, ahora permanecía con un gran vacío en su interior imposible de llenar.
Volvió a recaer.
Mientras más pensaba, más pensamientos negativos llenaban su mente, simplemente dejó que estuvieran ahí en vez tratar de cambiar de escenario. Cada que pasaba página sentía que su vida se volvía más miserable, y él sentido que había recuperado hace unos meses lo acababa de perder.
Es hora de soltarte, Hanbin...
[💔]
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arrow shot ➳ haobin
FanfictionHabía una sola regla en el templo para los cupidos: "Jamás enamorarse de un humano", pero Hanbin no la cumplió. • Contenido sensible • Leer bajo responsabilidad propia