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—¿Cómo entraste aquí? —preguntó en tono furioso

—Por la puerta, claro —respondió con leve desinterés —me he dado cuenta que andas en crisis de dinero

—¿Qué?, ¿cómo? —se desconcertó —¿c-cómo sabes eso?

—Te he estado vigilando desde que terminamos, te dije que siempre te iba a proteger

—Idiota

—¿Idiota? —sonreía ladino —parece que esa boquita sigues sin controlarla, ¿quién te enseñó a hablar así?, ¿algunos de tus amantes?

—Lárgate de mi casa o grito

—Atrévete

Cuando el castaño estuvo a punto de alzar la voz, el hombre le tapó la boca con una de sus manos. Hao trataba de actuar naturalmente, no tenía que demostrarle miedo al enemigo, pero no sabía cuánto tiempo iba a durar así.

—Tengo dinero, mil dólares, ¿los quieres? —observó a su ex novio quien lo miraba fulminante —pero a cambio tienes que hacer algo por mí

—Tu no tienes esa cantidad...

—¿Quieres ver? —de pronto sacó su billetera sacando de uno en uno diez billetes de 100 dólares cada uno, Hao se quedó impresionado con tal cantidad de dinero —¿aceptas el trato?

—Yo... —tragó saliva

Necesito el dinero... no sé qué quiere este imbécil, tampoco creo que desee nada bueno, me da miedo aceptar, pero necesito el dinero... maldita sea...

—Si no quieres el dinero me puedo ir... —se levantó suavemente de la cama

—Es-espera... ¿qué es lo que quieres? —preguntó con la miraba baja

—Vaya... —sonrió —no pensé que aceptarías, pero qué me esperaría de alguien que cambia de novio como de calzón

—¿Qué es lo que quieres? —insistió

—Hey, te me calmas, ¿quién te crees para estarme apurando?

De nuevo... ese tono que tanto odio.

—Perdón... —respondió casi en un susurro

—Quiero que tengas sexo con mi amigo

—¿Q-qué? —levantó su cabeza impactado

—¿Eres sordo?, quiero que te acuestes con él, igualmente ya debes estar acostumbrado a coger con cualquier imbécil

—No...

—¡Pasa! —levantó la voz dando la señal para que el otro hombre entrara

El castaño se cubrió con su manta asustado, el hombre era alto y fornido, mucho más que su ex novio, le dio miedo la forma en la que este lo miraba.

—Él ya aceptó, puedes iniciar —mencionó sentado desde un pequeño sillón que había en la habitación

—No, no, espera, yo no acepté —trató de evitar al hombre quien se acercaba de manera acechadora hacia él —¡no te dije nada!, espera... espera... no, no me toques, por favor, no, no lo hagas, no me gusta... por favor, suélteme...

Suplicaba sin poder hacer nada más, aquel hombre estaba encima de él sosteniendo sus manos con fuerza tratando de quitarle el pantalón.

—Haneul, por favor, no me hagas esto —sus lágrimas comenzaban a salir mientras intentaba forcejear —prometo hacerte caso, pero por favor no dejes que me haga nada

—Pero eso es lo que te gusta, ¿no? —expiró —continúa —le dijo a su amigo —y si no se queda quieto golpéalo

—Con gusto —le dio una fuerte cachetada a Hao haciéndolo llorar más —quieto

Dijo. Terminó de quitarle sus bóxers abriendo sus piernas forzosamente apretando sus muslos dejándole marca.

—Déjame por favor... no tienes que hacerle caso —sollozaba

—Dije que te calles —volvió a cachetearlo más fuerte tomando sus manos y girando su cuerpo boca abajo —¿trajiste la cinta adhesiva?

—Toma, y rápido que necesito tocarme de una vez

El hombre ató sus manos, las cuales había colocado hacia atrás para que evitar que se mueva tapándole la boca con su propia ropa interior para que nadie pueda oír sus gritos.

Con las piernas ya abiertas ingresó dentro de él haciéndole pegar un grito de dolor, que a ninguno de ellos le importó y sólo siguieron con su show.

Me dolía mucho, sentía que estaba quebrando una parte de mi alma, una parte que ya no volveré a tener nunca más.

No pude hacer nada más al respecto que llorar mientras gritaba por las embestidas.

Haneul estaba sentado en el sillón masturbandose mientras veía como yo lloraba y era penetrado por este hombre que ni siquiera conocía.

No podía hablar ni hacer nada, no podía pedir ayuda, de todas formas nadie iba a venir... así que sólo dejé que sucediera, no podía cambiar nada de lo que me estaba pasando en ese momento.

Hubiera preferido morirme antes de estar pasando esto. Odio a los seres humanos, odio sus asquerosos deseos, sus pensamientos, sus cuerpos, los odio.

Desearía que todo esto fuera una pesadilla, desearía despertar y ver a Hanbin a mi lado, que nunca se fue y todo sólo había sido un mal sueño, quería abrazarlo y acurrucarme en sus brazos.

Sólo él tenía el permiso de tocarme de tal forma.

Sin embargo, ahora sentía que lo había decepcionado por dejarme hacer esto por otro hombre...

Me giró boca arriba quitándome mi bóxer de la boca y continuó penetrandome, tenía ganas de vomitar, me dolían los brazos y las manos al estarlos aplastando con mi espalda.

Ese imbécil sonreía mientras se tocaba dejando que alguien más me haga esto con su permiso, como si fuera su juguete.

Me quedé en blanco, deseando no estar vivo, para no sentir nada. No gemí, dejé de llorar, ni siquiera me quejé, mi mente salió de mi cuerpo por un par de minutos, pero volvió al sentir como esos dos esparcian su semen en todo mi cuerpo riendo a carcajadas.

Me di cuenta que Haneul se acercó a a decirme algo, golpeó mi mejilla y se fue junto a su amigo.

Ni siquiera entendí que fue lo que dijo.

Yo sólo sentía asco, asco de lo que me hicieron, asco de ellos.

Asco de mi mismo.

[...]

arrow shot ➳ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora