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—¿Estás seguro de esto? —preguntó el pelinegro por cuarta vez

—Sí... sólo... mételo

Hanbin tenía a Hao boca abajo, con las manos atadas hacia atrás, sus ojos estaban vendados y él estaba muy impaciente esperando que el contrario empiece, pero este aún estaba un poco inseguro acerca de eso.

Utilizando un poco de lubricante logró ingresar su miembro dentro del castaño, a pesar de sus gemidos y la satisfacción que el mismo estaba teniendo, sentía que algo no iba bien.

—Ah... más... más rápido... mgh...

Hanbin aceleró la velocidad, no le gustaba tener a su novio de esa forma, pero pensó que si a él le generaba placer todo estaba bien.

—¿Te gusta? —el pelinegro se acercó a su oído, pero no recibió respuesta —¿Hao? —se detuvo

Lo único que escuchó fue la respiración agitada del castaño, de inmediato le sacó la venda de los ojos notando como algunas lágrimas salían de estos.

—Hao —chasqueó los dedos logrando desaparecer las ataduras de las manos dejándolos libres. Giró al mencionado para poder mirarlo, tenía un expresión de miedo y horror —Hao... ¿me escuchas?, soy yo... Hao... —no respondía, sus ojos estaban en la nada misma —Hao... —lo sacudió y este seguía sin reaccionar, así que el pelinegro no tuvo más remedio que darle una cachetada —¡Zhang Hao!

—¡Ah!, ¿qué? —por fin logró despertar del transe

—¿Estás bien? —preguntó preocupado mientras acariciaba su mejilla golpeada

—Golpeame de nuevo

—¿Qué?

—Hazlo, me gustó, hazlo de nuevo —su tono parecía desesperado

—Deja de actuar así, Hao —dijo con voz firme haciendo callar al contrario

—Tú... eres el único que puede tocarme —comenzó a llorar —mi cuerpo sólo te pertenece... sólo a ti...

Hanbin trató de hacerlo sentar, este lo evadió permaneciendo con la mirada baja. Estaba temblando. El pelinegro le levantó el mentón para poder verlo a los ojos. Por primera vez, pudo saber que era lo que Hao estaba pensando. Pudo leer su mente. Era un conjunto de pensamientos, cada uno diferente.

"Necesito quitarme este sentimiento de asco"

"Hanbin me salvó, estoy en deuda con él"

"Necesito que sus manos toquen mi cuerpo para olvidarme lo que pasó"

"Mi cuerpo es suyo, le pertenece"

—Hao... —dijo interrumpiendo su mente. Él estaba atento —tu cuerpo te pertenece a ti, solamente

—No, no, no, mi cuerpo es tuyo... yo...

—Tu cuerpo es tuyo —se quedó en silencio —tu eres el que decide quien lo puede tocar y de qué manera, tu eres quien me está dando el permiso de tocarlo, tu eres quien tiene control sobre el, nadie más —el castaño pareció quedarse pensando unos segundos —no te sientas en deuda conmigo, el sexo no es algo que debas pagar como si fuera algún favor y menos cuando no te sientes bien

—Yo... —levantó la mirada intentando decirle algo, pero no pudo

"Perdóname..."

—Te perdono, mi amor —sonrió cálido sorprendiendo a Hao, este por un instante creyó que le estaba leyendo la mente. Cosa que si hizo —déjalo así, sólo descansa, ¿sí?, te voy a preparar un té

El pelinegro se levantó yendo a la cocina, hirvió un poco de agua y agarró un sobre de té. Por otro lado, Hao seguía mirando hacia la nada, se cubrió el cuerpo con los brazos como si se estuviera abrazando a sí mismo, tenía ganas de llorar de nuevo, había recordado algo que hubiera preferido no hacer.

—Aquí está, bonito —se acercó a este, estaba temblando —¿qué pasa?

—Hay algo que no te conté...

—Dime...

—Yo... —parecía que le costaba, su voz se entrecortaba —yo... cuando... era niño... tenía 10 años más o menos... —soltó en llanto —mi... mis abuelos habían venido de visita a mi cada... y... yo estaba feliz porque hace tiempo no los veía... pero... dejé de estarlo...

—¿Por qué?

—Mi abuelo hizo algo que no me gustó... —su respiración se aceleró —él... él...

—Hao...

—Me tocaba... —hundió su cara llena de lagrimas en el pecho del contrario —se metía a mi cuarto y empezaba a tocar mis partes íntimas, siempre tuve miedo que en algún momento llegue a hacer algo que eso... le rogaba a mi mamá que no me deje solo pero me decía que con el abuelo estaba bien ya que los dos éramos hombres y nos entendíamos...

—¿No le contaste?

—Una vez le intenté decir pero me evadió diciendo que no me invente esas cosas... después cuando se fueron de la casa, en los siguientes años le rogaba a mi mamá que no viniera, ella creía que sólo era un malagradecido

—Hao... —lo abrazó fuertemente sobando su espalda con suavidad —eres muy valiente, ¿lo sabes?, gracias por contármelo

—Eres el único que lo sabe, ni siquiera se lo dije a mi psicóloga porque me daba vergüenza...

—No tienes que avergonzarte por culpa de ese imbécil, es un maldito enfermo de mierda —el castaño sonrió

—Los cupidos no tienen nada que ver con eso, ¿no? —preguntó casi bromeado

—No, no, jamás, eso ya es un problema mental de las mismas personas —suspiró —todo va a estar bien, ¿sí?

—Mientras tu estés conmigo, todo estará bien —se dejó abrazar por el mayor, después de haber contado uno de sus mayores traumas, se sentía mejor, fue un gran peso que salió de él

[❤️‍🩹]

arrow shot ➳ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora