—¿Estás bien? —Sunoo observó a su amigo de pies a cabeza, estaba sentado mirando hacia la nada, sus ojos denotaban tristeza —¿Hao? —movió su mano delante de sus ojos pero este seguía sin volver a la realidad
—¡ZHANG HAO! —el jefe llamó desde unos cuantos metros lejos de él haciendo que este vuelva en sí —venga a mi oficina
—S-sí, señor —se levantó torpemente chocando con la silla y haciendo caer dos lapiceros que no recogió por el nerviosismo que le ocasionó
—¿Sabes que le pasa a Hao? —Yeonjun se acercó a Sunoo recogiendo los lapiceros y volviéndolos a colocar en la mesa —nunca lo había visto así
—Yo tampoco... —tomó un sorbo de su café —tengo la leve sospecha de que terminó con Hanbin
—¿Tu crees? —una leve sonrisa se quiso escapar de sus labios, pero trató de disimularla —¿porqué asumes eso?
—Porque cuando estaba soltero siempre se la pasaba triste y decaído, hasta que se hizo novio de Hanbin y empezó a trabajar mejor, estaba más sonriente, le gustaba hablar todo el día, hasta dormía bien, pero ahora... es como si hubieran terminado —hizo un puchero sintiendo pena por su amigo
El peliazul no le dijo nada, en el fondo si quería que aquello fuera cierto. Al ver que Hao regresó de la oficina se regresó a su haciendo disimuladamente. Este ni siquiera lo notó ya que su mente estaba en otro lado.
—¿Qué te dijo, Hao? —preguntó el pelirosa
—¿Ah? —lo miró cayendo en cuenta que era lo que estaba preguntando —eh... bueno, me dijo que el trabajo que hice está mal...
—¿Mal? —frunció el ceño —pero si últimamente lo estabas haciendo bien, ¿qué pasó?
—Yo... —sintió un nudo en su garganta —es difícil de explicar...
Sunoo al notar como su amigo se iba decayendo, lo abrazó inmediatamente para que sienta su apoyo, no sabía que le sucedía, simplemente lo sospechaba, y quizás era eso, pero tampoco quería invadir más su privacidad, así que dejó de preguntar.
Yeonjun desde su sitio agudizaba su audición para poder escuchar bien lo que aquellos dos estaban hablando, quería confirmar lo que dijo Sunoo para que pueda meterse en el proceso de superación de Hao y ser su hombro en el cual apoyarse.
...
Hanbin suspiraba estando en aquella celda oscura, trataba de salir usando sus poderes pero no podía.
—¿Tienes alguna idea de cuanto tiempo nos van a tener aquí? —preguntó a Matthew
—Escuché que te retienen durante 100 años
—¡¿100 años?! —soltó un voz aguda y preocupada —Hao no va a vivir 100 años... —su mirada se entristeció. Ni siquiera sabía cuánto tiempo pasó desde que lo encerraron.
Las horas transcurrían y no veía la oportunidad para poder escaparse y volver con Hao. Tenía miedo que se vaya a olvidar de él.
—Muy bien, aquí está tu comida, como te sientes humano también debes tener hambre, ¿no? —sacó algo de una bolsa —, y como a los humanos les encantan los animales muertos, encontré un gato, ¡toma!
Por la pequeña reja ingresó al animal, era muy pequeño y su cuello estaba decapitado, el pelinegro se horrorizó ante aquella escena.
—Ricky... ese animal no se come...
—¿Ah no?, pensé que amaban los animales muertos, yo veo que cocinan con carne de vaca, cordero, pollo...
—Pero este era un gato, Ricky... era un bebé...
—¿Y qué diferencia hay?, sigue siendo un animal —decía fríamente. Chasqueó los dedos e hizo desaparecer al gato —ahora es momento que te olvides de ese humano, porque él ya se olvidó de ti
—No lo metas en esto —afiló la mirada
—¿No me crees? —sonrió con grandeza —entonces lo tienes que ver por ti mismo
Se teletransportó dentro de la celda apareciendo frente a Hanbin, lo tomó del brazo y se volvió a teletransportar hacia la casa de Hao, apareciendo en su sala, el pelinegro lo pudo ver sentado en la silla del comedor trabajando en su laptop con varios documentos en la mesa. Sin pensar quiso correr a abrazarlo pero al intentar caminar se dio cuenta que no se podía mover.
—¿Creíste que iba a ser tan fácil? —rió —no seas tan tonto, ni siquiera nos puede ver
—¡Hao! —lo llamó pero este no se volteó, el peliblanco carcajeó del absurdo atento de Hanbin de intentar comunicarse con él
—Pensé que la flecha de fuego iba a funcionar, pero no esperé que el hechizo se fuera a desvanecer al mantener contacto con ese humano
—¿Qué.... que dices? —lo miraba perplejo —¿tu... fuiste tu...?
—Te veías tan ridículo con ese ramo de flores —reía —¿creíste que jamás me iba a dar cuenta de tus sospechosas salidas?, Matthew no saber mentir —rodeó brazo alrededorde los hombros de Hanbin —, al principio le di el flechazo a tu humano, pero no funcionó y no entendí porqué así que tu eras el siguiente
—¡¿Me lanzaste una flecha de fuego?!
—Tranquilo, aún tengo más, pero esta vez no serán para ti, sino para tu humano favorito —señaló hacia Hao
—¡No te atrevas! —trató de sacudirse sin lograrlo
—Descubrí que ese collar lo protege, lo supe cuando quise desaparecerlo y mi hechizo se devolvió hacia mí —sacó una flecha y con ayuda del arco apuntó directo a su objetivo —pero supongo que ya te diste cuenta que no lo lleva, hace un rato se lo quité y ni cuenta se dio, es tan ingenuo
—Ricky, no lo hagas —su enojo se volvió llanto —por favor, déjalo en paz, me voy a quedar 100 años en esa celda, no hace falta que hagas esto
—¿No dijiste que estás enamorado? —ambos escucharon sonar el timbre de la casa —sólo lo estoy ayudando... —el castaño se levantó de la mesa y abrió la puerta viendo a Yeonjun parado ahí —... a que no sufra por ti
—¡NO!
La flecha ardió en llamas y fue expulsada del arco impactando sobre Hao. El pelinegro dejó de respirar por unos segundos observando como las llamas desaparecían dentro de él.
—Hola Hao, ¿estás ocupado?
—Hola —sus ojos empezaron a brillar —no, claro que no, para ti no estoy ocupado —decía con una enorme sonrisa recibiendo al peliazul
—No... —Hanbin observaba desde lejos con dolor, su corazón se rompía en pedazos —Hao...
—Ya me aburrí, vámonos —tomó a Hanbin del brazo y se teletransportó de regreso a la celda. El pelinegro seguía en shock con todo esto, Ricky no le dijo nada, sólo se fue
—¿Qué pasó?, ¿a dónde te llevó?, ¿te hizo algo? —preguntó si amigo con preocupación
—Hao se olvidó de mí...
[💔]
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arrow shot ➳ haobin
FanficHabía una sola regla en el templo para los cupidos: "Jamás enamorarse de un humano", pero Hanbin no la cumplió. • Contenido sensible • Leer bajo responsabilidad propia