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Desde que Hao supo acerca de los poderes de Hanbin, no perdió el tiempo y comenzó a pedirle favores, él aceptaba cada petición con tal de ayudarlo y hacerlo feliz, terminaba el trabajo de la oficina más rápido, de esa forma podían pasar más tiempo juntos, al igual que poder dormir más temprano.

—Es increíble las cosas que puedes hacer, parece como si estuviera en una película —sonreía el castaño, acostado en la cama junto a su novio

—Aún me faltan desarrollar algunos poderes, como la telepatía y la teletransportación

—¡¿Qué?! —se exaltó —¿también puedes hacer eso?

—Sí... —sonrió —pero será en algún futuro, primero tengo que practicar

—Practica conmigo, ¿en qué estoy pensando? —Hao comenzó a jugar y el pelinegro lo miró fijamente con una leve sonrisa, le parecía gracioso que se ponga en ese plan

—Mmm... —pensó —¿en qué quieres pasar el resto de tu vida conmigo?

—¿Cómo lo supiste? —preguntó dejando escapar una leve sonrisa

—Estás mintiendo, no es eso

—¡En serio!, bueno, la verdad no es lo que estaba pensando, pero si quiero pasar mi vida contigo... —besó su mejilla —estaba pensando en si no quisieras practicar otra cosa... —preguntó con picardía

—¿Qué cosa?

—En quitarnos la ropa la ropa —susurró —y desarrollar las otras habilidades

—¿Quieres que te enseñe lo que aprendí? —el castaño asintió —no te muevas —se posicionó encima de él —te voy a hacer gemir hasta que olvides tu nombre

—Pero... —abrió los ojos con sorpresa —¿de dónde sacas ese vocabulario?

—De ti —rió. Le desabrochó el pantalón y al bajarle el bóxer sacó su miembro el cual comenzó a lamer

Hao gimió al tacto instantáneo de su lengua con su pene. Succionaba con su boca suavemente y usaba su mano también para masturbar. Al castaño le encantaba demasiado, jadeaba cada que el mayor se dirigía a sus testículos y luego volvía recorriendo todo hasta la punta, al llegar a esta comenzaba a juguetear con su lengua y la yema de dedo pulgar.

Después de un rato, Hanbin se detuvo para quitarse la ropa también, su intención inicial era sólo hacerle una mamada a Hao, pero con todo el ambiente que se había formado, ahora quería más.

—¿Te gustó? —esperaba ansioso la respuesta

—Sí... —respondió con la respiración entrecortada —¿dónde aprendiste a hacerlo tan bien?

—Bueno, no es tan difícil... y el porno también me ayudó mucho

—¿Po-porno? —repitió la palabra pensando que había escuchado mal —te refieres a... ¿ese porno?

—Sí —asintió tranquilamente —¿porqué?, ¿está mal que lo vea? —cuestionó confundido

—No... claro que no, no creo que esté mal, es sólo que... me sorprende que digas eso —rió —¿cómo terminaste viendo porno?

—Estaba en internet buscando cómo hacerle sexo oral a mi novio —Hao sonrió con vergüenza —y entre a todas las páginas que me aparecieron y entre una de ellas había una que era porno, de esas que siempre ves

—Yo no veo —respondió nervioso

—Claro... —respondió sin creerle —ahora déjame hacer todo el trabajo, esta noche te voy a hacer mío, abre las piernas

—¡Hanbin! —le dio un suave golpe en el pecho y comenzó a reír —eres un ángel, no deberías hablar así

—¿No te gusta?

—Sí me gusta, pero es raro...

—Dejará de ser raro cuando esté dentro de ti —decía cerca de su oído

—¡Hanbin! —volvió a sorprenderse y el mencionado comenzó a reír

Le hizo olvidar al instante de aquello cuando comenzó a succionar su pezón mientras estimulaba su entrada. Con ayuda de un poco de su saliva, la esparcía en su miembro hasta que esté lo suficientemente mojado para entrar.

Esta vez, sin el lubricante fue mucho más difícil ingresar, pero finalmente lo logró. Se movía lentamente observando como su novio se arqueaba con cada pequeña estocada. Al pasar lo segundos, fue acelerando más haciendo que el contrario soltara leves jadeos.

—¿Te gusta?

—Sí... —gemía —más rápido, por favor

Este hizo caso a su petición. El castaño se retorcía con cada embestida, su cuerpo estaba tan complacido. El calor iba aumentando, y Hanbin se detuvo un momento para que Hao cambiara de posición y se coloque encima de él.

Después de volver a colocar su pene erecto en su entrada comenzó a moverse de arriba a abajo a su gusto escuchando jadear a Hanbin de placer.

De repente, el contrario le dio una nalgada dejando al castaño desconcertado. El pelinegro lo miró asustado pensando en qué se había pasado un poco, sin embargo, Hao le sonrió y se acercó a su oído a susurrarle.

—Hazlo de nuevo...

Este continuó con las nalgadas, unas eran suaves y otras más fuertes. Hao saltaba sobre Hanbin con más rapidez, este lo tomó de la cintura y lo embistió a su gusto al sentir que ya se iba a correr. El contrario apoyó sus manos y cabeza en los hombros de su novio, mientras este escuchaba sus gemidos en su oído, lo cual lo hacía excitarse más.

—Córrete dentro... por favor... lléname

Suplicó el castaño, y su novio hizo caso, soltó un fuerte gemido sintiendo su semen siendo expulsado en la estrecha entrada de Hao, quien se vino poco después machando la mano de Hanbin. Este llevó su mano a su boca y empezó a lamer el líquido frente a Hao, quien lo miraba con una leve sonrisa.

—¿Sabe bien?

—Muy bien, al igual que tu —lo besó e ingresó su lengua sin previo aviso y jugueteando con la del contrario.

—Sí aprendiste a hacer todo esto viendo porno, deberías ver la sección de bdsm, deberías practicarla en mí

—¿Qué es eso?

—Investiga —susurró

Hanbin se llenó de curiosidad al escuchar esas letras, pero ahora no iba a buscar eso, estaba cansado y sabía que Hao también.

...

Se quedaron dormidos pensando que mañana sería un día tranquilo al igual que los demás, tenían pensando ver algunas películas y cocinar algo juntos sin la necesidad de que Hanbin use sus poderes.

Pero, ocurrió algo inesperado.

Hao sintió una fuerte luz asomarse, era imposible que el sol brillara tanto, pero a pesar de querer abrir los ojos no pudo, lo único que logró ver fue una leve silueta. Al saber que alguien había entrado se asustó mucho y despertó a Hanbin enseguida. Este abrió los ojos confundido observando aquella luz enorme.

—Por fin te encontré...

arrow shot ➳ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora