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Abrieron la puerta desde afuera dejando desconcertados a los hombres, Haneul salió a ver quien era, de pronto Hanbin se abalanzó contra él haciendo que caiga al suelo por un puñetazo en la cara.

—Con que te crees muy valiente, zorra, no has visto como tu novio te engaña y se acuesta con cualquiera

—CÁLLATE, NO DEJARÉ QUE DIGAS NADA SOBRE ÉL

—Bájale, tampoco es bueno hacerte el gallito, bonito, en todo caso, si quieres te puedes unir a nosotros, ¿no te gustaría ver a tu novio satisfaciendo sus necesidades con otros?

—¿Satisfaciendo? —rió —¿con ustedes?, ni siquiera pueden tener una pareja real, por eso tienen que forzar a la gente para tener sexo, me dan asco

—Eso no es muy amable de tu parte

—Hanbin... —el castaño se había arrastrado un poco por el suelo para ir con él pero el otro hombre lo jaló del cabello haciéndolo hacia atrás

—¡SUÉLTALO! —quiso ir corriendo detrás de él pero Haneul, le dio una bofetada logrando que el pelinegro cayera al suelo

Estando ahí se colocó encima de él y lo comenzó a golpear, una y otra vez, logrando que sus mejillas se tornen rojas y empiece a salir un poco de sangre de su boca.

—Hanbin... HANBIN... SUÉLTALO, NO LE HAGAS DAÑO.... —suplicaba entre lágrimas —por favor... Hanbin...

Una sirena de policía comenzó a sonar cerca acercándose poco a poco a la escena y deteniéndose frente a la juguería.

—Mierda, muévete —los dos hombres quisieron escapar pero ya era tarde

—¡Alto ahí! —los apuntaron con armas, agarraron unas esposas metiéndolos dentro del carro —se encuentra bien, ¿joven? —ayudó al pelinegro a levantarse y sentarse en el suelo

—S‐sí...

—Una ambulancia vendrá en camino,  no se muevan de aquí —volvió a entrar al carro y se fueron llevándose a los dos hombres

—Ha-Hanbin... —el castaño se pudo arrastrar por el suelo hasta llegar donde estaba él —Hanbin... ¿estás bien?

—Sí, mi amor, no te preocupes por mí...

—Gracias por salvarme y perdóname por hacerte esto

—No, no es tu culpa, ¿okey?, nada es tu culpa, todo es culpa de ellos, pero ya no están, hay cámaras con audio en este lugar, está todo registrado... no volverán a hacerte daño nunca más

—¿Te duele? —trató de limpiar su rostro con un poco de papel higiénico, estaba sangrando y con varios moretones en las mejillas

—Es la primera vez que me golpean así —sonrió —creo que no siquiera podía sentir dolor físico por nada, esto es diferente...

—¿Te molesta ser humano? —rió

—No... es un poco raro ya que estaba esperando que mis poderes detengan a ese tipo de los golpes, y luego recordé que no tengo —rió unos segundos antes de volver a quejarse por el dolor —tu collar era mágico, podía salvarte si no estaba cerca de ti... pero ahora ya no está y tampoco es que te pueda hacer otro igual

—Salvaste mi vida con eso, Hanbin, lo demás no importa, ¿sí?, ya me salvaste muchas veces, y aún me sigo preguntando porqué te de tanta gente de la que te pudiste haber enamorado, me escogiste a mí, si soy un desastre

—Eres el desastre que yo amo, así de simple —sonrió suavemente

Se volvieron a escuchar otras sirenas de ambulancia, ayudaron a ambos chicos a subir y los llevaron al hospital. Revisaron a Hanbin detenidamente y el doctor dio con la conclusión de que por suerte no tenía nada roto. Le limpió la cara y le puso algunas curitas.

Ambos regresaron a la casa y en las noticias vieron que el ex novio de Hao había sido trasladado junto a su amigo a la prisión de máxima seguridad, su expediente estaba lleno de agresión y abuso psicológico, físico y sexual.

Ya no volverá.

El castaño por fin pudo respirar en paz, las pastillas lo ayudaron a sentirse mejor. Aquella tarde pasó una maratón de películas junto a su novio. Había mejorado bastante en la cocina y todo lo había hecho él, estaba delicioso.

Palomitas, hot dog, chocolate, malteadas, malvaviscos, etc.

Sus noches fueron mejorando, ahora ya podía dormir, levantarse más temprano, ser más productivo, preocuparse por su propia apariencia. Logró subir algunos kilos después de lo delgado que estaba y eso lo hacía muy feliz.

—Sabes... —comenzó a hablar mientras desayunaba —todo lo que pasé antes... pareciera como si fuera un sueño, mi memoria se fue borrando desde aquel día en el que resucité —sonrió —como si nunca hubiera pasado nada, ¿está bien eso?

—Supongo que es un nuevo comienzo, para ti y para mí, vamos a abrir un gran restaurante y lograremos ir a París

—O podríamos vivir en París... —dijo en tono de broma pero en verdad lo estaba pensando

—¿Vivir?

—Sólo digo, tampoco creo que se pueda —rió levantándose de la cama un rato —de todas formas no estaría mal cambiar de ambiente...

Hanbin se quedó pensando en aquella idea seriamente, podrían incluso vender comida coreana en París, no sonaba tan descabellado después de todo. Él haría lo que fuera con tal de verlo feliz.

[❤️‍🩹]

arrow shot ➳ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora