—¿Cómo fue tu relación con tu ex-novio?
—Bueno... —pensó un poco —al principio fue muy buena, hacíamos lo que todas las parejas hacen, pero después eso se fue decayendo, sólo que yo no me di cuenta...
—¿Qué ocurrió?
—Me hablaba con insultos de por medio y cuando le decía que no me gustaba que hiciera eso me decía que no soy nadie para decirle como hablar —suspiró —empezó a hacerme sentir culpable por cosas que él hacía y yo le creía, le pedía perdón..., me comparaba con sus antiguas parejas, cuando me hacía llorar después llegaba con rosas diciendo que yo fui quien lo hice enojar —sus lágrimas comenzaron a caer —le molestaba cualquier cosa que hiciera, no quería hablara con nadie diciendo que soy de su propiedad, en ese tiempo me parecía tierno cuando decía eso. También me decía que él estaba conmigo porque, de todas formas, nadie nunca se iba a enamorar de mí porque no soy lindo y no sé cocinar...
—¿Y que hiciste?
—Empecé a verme bien para él... me maquillaba y cada que salíamos a la calle me decía que me lo quite, y yo siempre le hacía caso —sollozaba —, aprendí a cocinar por él, pero siempre me repetía que mi comida estaba horrible...
—¿Porqué no terminaste con él cuando empezaste a notar esos cambios?
—Me decía que iba a cambiar...
—¿Cuánto tiempo estuviste con él?
—10 meses
—Este chico... Hanbin, me dijiste que estuviste con él después de terminar tu relación
—Sí —asintió lentamente —yo... quería demostrarle a mi ex novio que estaba feliz, que alguien si se enamoró de mí aunque yo no fuera lindo...
—Pero tú no estabas enamorado, ¿porqué aceptaste estar con él?
—Porque no sé decir que no...
—¿Y cuando te decidiste en cortar la relación?
—Yo... —ordenó sus pensamientos — estábamos caminando por un puente observando el río... y de repente quise saltar —la expresión de la psicóloga cambió y empezó a escribir en su libreta —sólo quería tirarme y ahogarme de una vez, pero vi a Hanbin y pensé que no merecía a alguien como yo, quería aferrarme a él para no sentirme solo... pero eso no estaba bien, y tampoco el hecho de que me quiera suicidar, las dos maneras iban a ser igual de egoístas, así que le dije la verdad —suspiró —y ya no lo volví a ver...
—¿Tus pensamientos de querer acabar con tu vida suelen ser recurrentes?
—Sí... a veces vienen solos
—¿Has intentado quitarte la vida?
—No, porque no tengo nada a la mano, pero si he planeado como hacerlo —la mujer escribió otras notas más —en las noches nunca puedo dormir, siempre estoy triste, se me dificulta hacer cosas que debo y aunque me meta en varios cursos de cualquier cosa mi mente se distrae fácilmente, me salto las comidas, y a veces sólo quiero dormir para siempre
—¿No hay nada que te haga feliz?
—No... no hay nada
—Hao... —suspiró profundamente —tendrías que ir con especialista clínico, un psiquiatra para ser exacta, para que te recete algunos medicamentos, lo más probable es que tengas depresión severa
El castaño no dijo nada, sólo asintió aún con la mirada perdida. La sesión había acabado, por fin había dicho todo lo que quería. Pensó que no sería tan malo tomar algunas pastillas.
El psiquiatra le recomendó varios antidepresivos diciéndole que se los tenía que tomar diariamente durante dos años. Al principio le fue muy bien, podía disfrutar de pequeñas cosas, sonreía más, se sorprendió de sí mismo porque no parecía él, ya podía dormir y sus pensamientos negativos habían desaparecido.
Al pasar de los meses cuando creyó que ya estaba bien, los dejó de tomar.
El trabajo de la oficina se le acumulaba así que tenía que permanecer despierto hasta altas horas de la madrugada, dejó de comer como debería, e incluso ni lo hacía.
La única vez que se sintió realmente feliz fue ese día en el que volvió a ver a Hanbin. Había descubierto algo que lo había hecho feliz después de tanto tiempo de desconocer que era ese sentimiento. Pero a los pocos días desapareció.
Como dicen: la felicidad es momentánea.
...
Ahora se encontraba yendo a una discoteca junto a Sunoo y Hanbin pensando en que ocurriría si se intoxica por tomar mucho alcohol, ¿se puede morir así?
—¡Hao! —el grito del pelirosa lo hizo volver a la realidad —toma, este si es un cóctel muy bonito, nada más no vayas a tomar mucho, los suficiente como pata enamorar a alguien sin hacer el ridículo
—¿Enamorar?
—Estaba planeando junto a Hanbin en ¡conseguirte un novio! —dijo con ilusión
¿Qué?
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arrow shot ➳ haobin
FanfictionHabía una sola regla en el templo para los cupidos: "Jamás enamorarse de un humano", pero Hanbin no la cumplió. • Contenido sensible • Leer bajo responsabilidad propia