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Desde que comenzó a usar el collar, empezó a recordar mejor sus sueños borrosos, recordaba cada palabra, cada acción pero aún le faltaban más facciones para completar el rostro de aquel chico.

—Sunoo, ¿has visto a Yeonjun? —preguntó el castaño al notar que no estaba en la oficina de nuevo

—Sí tú no lo sabes, que eres su novio, yo menos —dijo en tono burlón —¿ya lo llamaste?

—No me contesta...

—No sabría que decirte, es increíble que lleve días sin venir y el jefe no le diga nada, se nota que tiene favoritos —el castaño suspiró mientras se amigo observaba algo brillar de su cuello

—¿Estás usando de nuevo ese collar?

—¿De nuevo?

—Sí... pensé que... bueno no importa

—¿Qué pensaste?, dime —insistió

—Como habías terminado con Hanbin pensé que no te lo ibas a poner nunca más

—¿Hanbin?, ¿quién es Hanbin?

—Él único que conoces, tu ex novio

—¿Ex... novio? —observó a su amigo fruncir el ceño, estaba a punto de explicarle hasta que el jefe los volvió a interrumpir

A partir de eso la mente de Hao se volvió a poner en blanco automáticamente olvidándose de la conversación que acababa de tener con Sunoo.

...

Yeonjun seguía sin contestarle así que se rindió y se puso a ver una serie, mientras la veía comenzó a sobrepensar, se le cruzó por la mente si quizás él se había aburrido de él y se fue sin decir nada. Quizás le molestaba tener que lidiar con una persona depresiva o sólo lo estaba evitando por haberle mentido.

—Ya basta, Hao, deja de pensar —se dijo a sí mismo

Apagó y trató de dormir, estuvo dando vueltas en la cama durante 2 horas, hasta que se rindió, sacó unas pastillas y se las tomó para lograr dormir.

Esperó unos minutos a que le hicieran efecto y lo logró. Al dormir, volvió a aquel lugar donde siempre se veía con su ángel, pero esta vez ya no estaba oscuro, el lugar era de un tono blanco cegador. Tuvo que entrecerrar sus ojos para ver bien.

—¿Hao? —escuchó a lo lejos

—¿Hola? —caminó hacia esa voz, ¿dónde estás?

—Ven hacia mí, sólo sigue tu corazón

El castaño comenzó a caminar casi con los ojos cerrados ya que con aquella luz en todos lados se le era imposible ver. Caminó directo a donde su corazón le llevaba, esperaba ir al camino correcto.

—¡Ya estás cerca!

Se acercó más extendiendo su mano de forma inconsciente sintiendo la forma física de una persona. Rápidamente quitó su mano de sus ojos y miró a quien tenía delante. Estaba vestido de blanco también pero su cabello totalmente negro resaltaba todo el lugar.

—¡Encontraste el collar! —dijo con entusiasmo

—Te... te puedo tocar —dijo con emoción sintiendo su pecho entre sus manos —¡te puedo tocar! —sonrió

¿No quieres abrazarme también?

—Sí... sí, sí, si quiero —sin poder ver su rostro en su totalidad aceptó el abrazo

Pudo sentir su respiración, sus brazos, su aroma, su cuerpo, se sentía tan bien, era tan familiar, ahora no tenía duda que había vivido eso anteriormente.

El collar brilló con intensidad, soltando un rayo de luz en todo el lugar. Hao levantó la mirada lentamente observando de una en una cada facción del rostro del pelinegro, las cuales se iban revelando.

Sus labios.

Su nariz.

Sus ojos.

Sus cejas.

El corazón del castaño se aceleró, se le formó un nudo en la garganta. Sus recuerdos regresaron a él, todo lo anotado en su libreta había conectado.

El hechizo desapareció.

—Hanbin... —dijo en un fuerte sollozo abrazándolo fuertemente —Hanbin... eres tú... pensé que no iba a volver a verte

—Gracias por recordarme

—Te amo —acariciaba su cabello y su espalda con necesidad —te amo tanto, perdóname por haber tardado —cerró sus ojos con fuerza dejando caer sus lágrimas

—No te preocupes por eso, bebé, ya estoy aquí, ¿sí?, ya no volverá a pasar nunca más —agarró su collar entre sus dedos —procura no quitártelo nunca

—Está bien... —lo volvió a abrazar volviendo a llorar

Su llanto aumentaba cada vez más. Tanto que por la fuerte emoción su cerebro lo hizo reaccionar haciendo que despertara del sueño.

Cuando dejó de sentir el aroma que lo calmaba tanto fue cuando abrió los ojos observando la oscuridad de su habitación.

—¿Hanbin? —miraba a todos lados —¿Hanbin? —se sentó en la cama, se jaló los cabellos con furia, tenía ganas de llorar se nuevo

—¡Hao! —volteó de inmediato viendo al pelinegro parado en su habitación

—¿Hanbin? —se levantó de la cama asegurándose de que no era un holograma—¡Hanbin!

—Ya me puedo teletransportar, le gané a Ricky —mencionó con emoción

—Te amo

—Te amo, mi vida

—¿Te vas a quedar a dormir hoy conmigo?

—Claro que sí, y no sólo hoy, sino siempre

—¿Te escapaste?

—No cuenta como escaparme, sólo me teletransporté a través de tu sueño, no lo sabe nadie, además, es probable que se demoren en buscarme, sólo seamos felices, ¿sí?

—Sí, sí, sí, todo lo que tu digas, yo te haré caso

Lo abrazó volviéndole a decir que lo ama. Hanbin acariciaba su cabello soltando una leve sonrisa, no pensó que volvería a tener a Hao entre sus brazos. Después de tanto esfuerzo por fin logró lo que tanto deseaba.

—Te amo tanto, gracias por recordarme...

arrow shot ➳ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora