Ahí estaba de nuevo. Después de estar esperándolo 4 horas, por fin salió de su casa. Hanbin caminó detrás siguiendo toda la rutina que hacía en el día, fue a una academia de baile, luego a clases de canto, en verdad cantaba muy lindo.
Sólo se dejó cautivar por él y el sonido de su bella voz la cual lo desconectaba de la realidad, se había olvidado por completo que tenía que flechar parejas, se suponía que esa era su misión.
Después de las clases de canto se fue a almorzar sólo, sólo veía su celular con una expresión, Hanbin quería hacer lo que sea para que coma feliz pero no podía. Simplemente podía observarlo. Nada más.
Después de comer se dirigió a clases de violín, desde la puerta del salón el pelinegro observaba lo bien que tocaba aquel instrumento que nunca había visto en su vida. Vio como el chico se levantaba la manga de su sudadera de su brazo derecho para tocar y así permanecía durante todo el día.
Puede que lo hayan llamado por su nombre varias veces pero Hanbin estaba tan concentrado en mirarlo que perdió la noción del tiempo. Tanto que ya eran casi las 6pm y no había flechado a nadie en todo el día.
Visualizó a una chica y un chico caminando en diferentes direcciones y deseó que sus caminos se cruzaran, estos todos chocaron y se miraron dándose cuenta que ya son el uno para el otro.
Después de hacer eso, Hanbin continuó siguiendo al chico lindo de cabello castaño.
Llegó a su casa subiendo por las escaleras siendo seguido en silencio por el pelinegro hasta ingresar en la habitación, tenía todo amoblado, se sorprendió por lo bonito que se veía, en el templo no había nada de esas cosas.
A pesar de poder atravesar las paredes, decidió no cruzar de la puerta por respeto a él.
Se detuvo en la ventana a observar lo que hacía, agarró unas ollas y empezó a echar cosas ahí prendiendo fuego en aquel artefacto grande, supuso que estaba cocinando, así como le dicen los humanos.
Quería seguir viéndolo que ya era de noche y en el templo ya estarían todos los cupidos, se despidió del chico como si él pudiera verlo regresando a su mundo.
—¿Se puede saber donde estabas? —Matthew se acercó a él furioso —le tuve que inventar muchas excusas a nuestro padre porque no paraba de preguntar por ti
—Estaba flechando gente, ya sabes, lo que siempre hacemos —se acostó en su cama de forma calmada
—Espero que de verdad estés haciendo tus deberes —advirtió con preocupación — no nos debemos relacionar con los humanos por nada del mundo, ¿lo sabes no?
—Sí, lo sé, tranquilo, en verdad estaba flechando gente, sólo me distraje porque tienen buena música allá abajo
—¿Qué clase de música es mejor que el arpa?
—No lo entenderías, ya voy a dormir, déjame en paz —se giró dándole la espalda al rubio y este no tuvo otra opción que irse
Hanbin daba vueltas y vueltas en la nube, aún seguía pensando en aquel chico, quería hacer algo, hablar con él, quería escuchar su voz y que no sea de lejos.
Se levantó dirigiéndose silenciosamente hacia alguien que creía que lo podría ayudar con eso, y como dormía alejado de los demás cupidos era más fácil.
—Jiwoong, ¿estás dormido? —susurró cerca de su oído
—¿Quién? —abrió los ojos —¿Hanbin?, deberías estar durmiendo
—Lo sé, pero no puedo, quiero preguntarte algo —el azabache se levantó de la cama sentándose en ella confundido y el pelinegro se sentó a su lado —¿puedo hacerme visible para los humanos?
—Sí, ¿porqué lo preguntas? —se frotó un ojo del cansancio
—¿Y cómo puedo hacer eso?
—Deseándolo —soltó a lo que Hanbin frunció el ceño
—¿Sólo deseándolo?
—Sí —respondió —cuando tu flechas a las personas lo haces con la mente, ¿verdad?, ¿o les das una poción mágica para que se enamoren?
—Pues no...
—Pues eso, también puedes volverte visible para los humanos e interactuar con ellos sólo con desearlo —mencionó amablemente —pero espero que no sea con fines egoístas, porque eso va en contra de las reglas internas del templo
—Claro que no, es para una buena causa —sonrió un poco nervioso —ya me voy, Jiwoong, muchas gracias
Salió volando hacia su cama acostándose en ella con una sonrisa enorme en el rostro, ahora ya podía hablar con ese chico.
[💘]
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arrow shot ➳ haobin
FanfictionHabía una sola regla en el templo para los cupidos: "Jamás enamorarse de un humano", pero Hanbin no la cumplió. • Contenido sensible • Leer bajo responsabilidad propia