—Quiero pasar el resto de mi vida contigo —dijo el castaño repentinamente haciendo que toda la atención de Hanbin se concentre en él —antes... no sentía que hubiera una razón para seguir, pero desde que te volví a encontrar tuve una, y ese eras tú, no sé qué sería de mí sin ti a mi lado, eres como la motivación que necesito para despertar cada día, a veces... me suelo despertar temprano para ir a trabajar con ganas de querer dejarlo todo... pero te veo ahí acostado y... sonrío, como si todo lo malo desapareciera... y mientras estoy en el trabajo sólo quiero que acabar lo más rápido posible para poder verte de nuevo
—Me alegra ser tu motivación —dijo el pelinegro con unas leves lágrimas saliendo de sus ojos —sabes... a veces me hubiera gustado conocerte antes... antes de todo, para evitar que te hagan daño y protegerte, si te hubiera cuidado en ese momento quizás no tuvieras que tomar medicamentos para estar bien
—No es tu culpa, ¿lo sabes, no? —le secó las lagrimas soltando algunas de sus propios ojos —no es tu culpa
—Te amo demasiado, Hao... si pudiera, curaría todas las heridas de tu corazón para que esa sonrisa no te la vuelva a arrancar nadie
—Lo has hecho... —sonreía mientras su llanto crecía —tu... has pegado los pedazos de mi corazón, desde que te conocí mi vida ha mejorado, contigo puedo ser yo mismo y contarte las cosas que me afectan a problema, nunca va a haber nadie como tú, literalmente, porque eres un ángel
Ambos se secaron las lágrimas mutuamente y se depositaron besos como nunca. Estaban tan enamorados, Hao estaba totalmente seguro que si no era él, no era nadie, quería dejarle en claro que lo amaba, y a pesar de todo lo que dijo, hubieron muchas cosas que pasó por alto en ese momento.
—En el futuro, quiero viajar a varios países, comer comida típica de ellos y tomarme fotos contigo en esos lugares
—¿A dónde te gustaría ir?
—A París —sonrió —la ciudad del amor, quiero que nos tomemos fotos en la torre Eiffel, vi que de noche se ve muy bonita
—¿Ah sí?, entonces será la primera ciudad a la que vayamos —frotó su cabeza con la de su novio
—También quiero ir a Londres, es mi segunda ciudad favorita
—Te voy a llevar a todas las que quieras, y comerás todas las comidas que quieras —le depositó un beso en los labios —te amo
—Te amo
Sus ojos brillaban más que nunca, las pupilas del castaño estaban dilatadas, su collar emanaba un brillo casi dorado, sentía que podía entregarle su vida entera a la persona que tenía delante de él y no se iba a arrepentir nunca.
De pronto, una luz luminosa hizo casi temblar toda la habitación, ambos giraron la mirada asustados, Hao temía lo peor. El mayor rápidamente se colocó ropa a sí mismo y a su novio.
—Ricky...
—Hanbin, vaya, parece que no has aprendido la lección, ¿no crees que mereces un castigo?
—No...
—No tengo idea de como escapaste, pero sé que esta vez no podrás ni ver tu propia sombra —atrajo al pelinegro fuertemente junto a él
—No, no, no, ¡Hanbin! —el menor trató de aferrarse a él fracasando en el intento
—¡No te acerques! —el rubio empujó al castaño volviéndolo a tirar en la cama
—¡NO LE HAGAS DAÑO! —dijo con rabia —iré contigo pero no le hagas daño, por favor —su voz se desgarraba
—Hanbin... —el contrario se volvió a levantar —Hanbin... no te vayas...
—Perdóname, mi amor, no pude evitar esto
—No te vayas... —sollozaba —no me dejes sólo
—Voy a volver, ¿sí?, —tomó sus dos mejillas entre sus manos —volveré
—Promételo —suplicaba —promételo
—Es suficiente —el rubio tomó el brazo de Hanbin haciéndolo desaparecer junto a él del lugar como si nunca hubiera estado ahí
—Hanbin... —al ver que ya no estaba sintió su mundo caerse en pedazos —Hanbin.... —su respiración se agitó, a pesar de tratar de calmarse no podía —Hanbin... —el aire le faltaba y una presión en todo el pecho se elevó —Hanbin...
Se arrastró con pesar en el suelo directo a sus cajones abriéndolo con la única fuerza que le quedaba sacándolo del todo creando un fuerte estruendo. Buscó entre las cosas al borde de desmayarse, no encontraba las pastillas y cada vez perdía más el conocimiento.
Cuando por fin las halló, en lo que intentaba abrirlas se dejó caer en el suelo, cerró sus ojos lentamente sin lograr haber tomado alguna.
...
—Ricky, basta, me estás lastimando
—Aquí está, Eros, lo encontré —empujó al pelinegro al suelo frente a su padre, a quien ni siquiera pudo mirarle a los ojos
—¿Eres consciente de lo que hiciste?
—Perdón...
—Creí que serías el más sensato de todos tus hermanos, Hanbin, pero ahora me siento terriblemente decepcionado por tu acto, sabes que no te puedes enamorar de un humano y aún así rompiste esa regla
—Lo siento...
—No puedo perdonar algo como esto, Hanbin —suspiró pesadamente —encierrenlo
—¡¿Qué?! —dos guardias tomaron de cada uno de los brazos a Hanbin arrastrándolo —padre... ¿a dónde me llevan?, PADRE... PADRE —su voz se hacia más débil cada que se alejaba —¡¡PADRE!!
Sus pies se arrastraban por el suelo tratando de zafarse pero los guardias eran más fuertes que él. Tenía miedo, por primera vez tenía miedo de lo que le fueran a hacer, tenía miedo que le espere un destino peor que la muerte y que uno de esos fuera no volver a ver a Hao.
[💔]
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arrow shot ➳ haobin
FanficHabía una sola regla en el templo para los cupidos: "Jamás enamorarse de un humano", pero Hanbin no la cumplió. • Contenido sensible • Leer bajo responsabilidad propia