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Las únicas veces en las que Hanbin podía conectar con Hao era cuando se quedaba dormido, y para lograr eso tenía que cansarse demasiado, ya que por su cuenta no podía dormir como debía.

Ricky llevaba días sin venir y eso le preocupaba, ¿estará tramando algo?, no lo sabía pero evitó pensar en eso, no se concentraba bien si tenía muchas cosas en su mente.

Aquella noche después de dar vueltas por la celda, sintió que su cuerpo ya no aguantaba más y cayó dormido, su mente se conectó con su interior y sus deseos de volver a ver a Hao se combinaron.

Volvió al mismo lugar de antes, todo estaba oscuro pero al girar en un punto fijo pufo visualizar la figura de Hao sentado en aquel suelo, pensó que no se podía mover como la otra vez, sin embargo, al intentarlo lo logró, se emocionó tanto que trató de avanzar más rápido, pero lo único que hacía era alejarse más, como si estuviera caminando en el mismo punto.

Llamó a Hao pero ese seguía sin escucharlo. Hasta que abrió los ojos de golpe, quizás el castaño se despertó y por eso Hanbin fue expulsado del sueño rápidamente.

—Hao... —jalaba sus cabellos con estrés, era torturante no poder tocarlo

...

El castaño se despertó asustado, juraba haber oído una voz a su alrededor, por un momento creyó que eran fantasmas.

—Todo bien, ¿cariño? —preguntó Yeonjun

—Sí... —respondió dando un gran suspiro —¿tu crees que fantasmas?

—No

—Oh...

—Compré desayuno, ¿gustas?

—Sí... gracias

Comió tranquilamente, pero aquella voz le seguía dando vueltas por la cabeza, como si la hubiera escuchado antes.

Los siguientes días Hao tenía miedo de dormir, le tuvo que pedir a Yeonjun que se quedara con él para no sentirse solo, sentía que lo vigilaban y aquella voz lo atormentaba, cada vez la oía mucho más cercana. Lo asustaba.

Yeonjun por otro lado, creyó que el castaño buscaba excusas para estar en la misma cama, y de esa forma, poderlo tocar, pero este sólo dijo que quería dormir lo cual le pareció raro. Desde que son novios no ha pasado más de besos con él y eso le estaba empezando a molestar.

—Hao... Hao, ¿me escuchas?

Volvió a escuchar entre sueños, quiso despertar de inmediato pero algo se lo impedía.

El lugar era totalmente oscuro, le daba terror, cerró los ojos abrazándose a sí mismo pensando en despertar de una vez.

—Hao... ¿puedes oírme?

No entendía porqué aquel ser quería comunicarse con él y tampoco como es que sabía su nombre, así que hizo lo que tenía que hacer y era ayudarlo.

—¿Eres un fantasma? —preguntó sin ver nada alrededor

—¡¿Si me escuchas?!

—Sí... ¿como quieres que te ayude?

Acordándote de mí...

—Pero... no sé quién eres

Soy.... —trató de hablar pero algo se lo impidió

—¿Hola?, ¿cuál es tu nombre?

No hubo respuesta. Aquella voz había desaparecido.

El castaño se levantó sintiendo una sensación extraña por todo su cuerpo, sonaba como la voz de un hombre joven, pero ¿por qué quería que se acuerde de él?

...

—¡Lo logré!

—¿Qué?

—Lo logré, Matthew

—¿Lo de tu humano?

—¡Sí!, me escuchó por fin, pensé que jamás pasaría, aunque creo que no puede verme, pero no importa, logré hablarle

—¿Y ya se le quitó el hechizo?

—No... le intenté decir mi nombre pero no me escuchó, yo creo que esto es obra de Ricky

—Puedes comunicarte con él, eso ya es suficiente

—¡Sí!, ahora que llegué tan lejos no me pienso rendir

El pelinegro siguió comunicándose lentamente con Hao, habían noches en las que no lo veía y otras en la que este si lo podía escuchar, incluso si eran pequeños susurros.

Espera, creo que si puedo verte, pero es como una sombra, ¿humo blanco?, ¿ese eres tú?

—Sí, sí, soy yo, ¿ya puedes verme?

No del todo... sigo tratando de recordar quien eres pero no se me ocurre nada... pero si dices que no falleciste entonces como es que estás aquí

—Adivina

¿Eres un vampiro?

—No... —rió —soy un ser más bonito que un vampiro

—Eres... ¿un ángel?

—Algo así...

¿Eres mi ángel guardián?

—Puede ser...

No sabía que tenía uno... hubieras dicho eso desde el principio, por eso no te puedo ver... ¿cómo te llamas?

—No te lo puedo decir... pero necesito que confíes en mí siempre, ¿okey?

Está bien...

...

Hao se despertó con un nudo en la garganta, algo dentro de él le decía que debía recordar. Poco a poco fue escribiendo en una libreta todo lo que aquel ángel le decía, aunque no recuerde mucho de lo que hablaban ya que al despertar muchas partes se borraban de su memoria.

Lo dejó todo anotado, incluso lo más mínimo, no podía dejar nada al aire.

—¿Qué haces?

—Hola, Yeonjun, estoy anotando mis sueños

—Oh... bueno, ya vengo

—¿A dónde vas?

—Tenía algo que hacer, vengo más tarde —salió rápidamente del lugar

El castaño se extrañó por su actitud, estos últimos días había estado algo distante, hasta parecía que lo evitaba, sin embargo, Hao creyó que sólo era su imaginación, pero ahora era obvio que lo estaba ignorando.

Lo dejó pasar y siguió escribiendo las palabras que aquel ángel le dijo en su sueño. Podría hablar de estas cosas con Yeonjun, sin tan solo no fuera tan escéptico.

[💕]

arrow shot ➳ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora