❥ 28

183 39 4
                                    

—Por fin te encontré...

La luz cegadora impedía que ambos puedan ver quien es, pero por la voz podían denotar que era un hombre. Cuando finalmente los ojos de Hao se adaptaron al ambiente, pudo notar la silueta de aquel tipo, tenía alas enormes y blancas al igual de que su ropa y su cabello, se asustó al ver aquel ser escondiéndose detrás de Hanbin, quien se había sentado en la cama al darse cuenta de quien se trataba.

—Ricky desaparece tus alas, lo estás asustando —dijo protegiendo a Hao entre sus brazos, estaba temblando

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de todas las reglas que has roto? —se acercaba lentamente

—Déjame en paz, si crees que voy a regresar al templo estás muy equivocado

—Es que no te lo voy a pedir, ¡es una orden Hanbin!

—No pienso moverme de aquí, no voy a alejarme de Zhang Hao de nuevo —se aferró fuertemente a su novio quien observaba perplejo la escena

—Te dije que no es una ORDEN —impulsó la fuerza de sus poderes hacia ellos separándolos y atrayendo a Hanbin hacia él logrando inmovilizarlo

—¡¿Qué mierda estás haciendo?!, ¡HAO!

—¡No le hagas nada! —suplicó el castaño aún temblando por la situación, sus lágrimas comenzaban a salir

—Cuida tu vocabulario, Sung Hanbin, mucho juntarte con este humano te está afectando, pero no te preocupes, porque en el templo te van a corregir o como tu lo llamas: "regañar"

—Ricky... déjame ir por favor, sólo estoy enamorado... no tienes que hacer esto...

—Y si yo elimino a este humano, ¿se te quitará tu enamoramiento? —miró a Hao fijamente

—¿Qué? —su corazón dejó de latir por un segundo —no... no... tú no harías eso

—¿Crees que no? —parecía no tener ningún remordimiento de lo que estaba diciendo. Hanbin tragó en seco sin poder hacer nada aunque quisiera

—¡Ricky, espera! —visualizó como el peliblanco lanzaba una onda fuerte de poder en contra de Hao para hacerle daño, creyó que con eso se iba a solucionar todo, sin embargo, esa onda ni siquiera llegó a tocarlo, en vez de eso, apenas fue lanzada se devolvió de la misma fuerza sobre Ricky, ambos chicos se quedaron pasmados al ver lo que acababa de pasar —¡¿QUÉ?!, ¡¿COMO?! —se levantó del suelo con ira, su mirada se desvío al collar de Hao, el cual estaba brillando como nunca —tú...

—Ricky, detente, te voy a hacer caso, ¿sí?, volvamos al templo, por favor —se rindió con tal de que dejara en paz a Hao

—Hanbin... —el mencionado se encontraba llorando —no me dejes...

—Voy a volver, ¿sí?, te lo prometo, ¡jamás te voy a dej...!

Silencio.

Habían desaparecido, Hao por fin pudo moverse, su mente estaba paralizada y empezaba a llorar desconsoladamente. ¿Ahora que iba a hacer sin la persona que más amaba?, tenía miedo de que le hicieran algo malo por desobedecer, no lo quería perder.

...

—¡Ricky detente! —el peliblanco arrastraba al contrario hacia el lugar donde yacía su padre

—Eros, aquí está Hanbin —lo obligó a sentarse frente al hombre

—Así que... ¿has desobedecido? —mencionaba con su gruesa voz sin siquiera mirarlo

—Así es —intervino Ricky —se escapó del templo, estuvo viviendo en el mundo humano durante semanas, ahora habla palabras soeces y eso no es todo, se enamoró de un humano, tuvo relaciones sexuales con él y le contó sobre nosotros, sabe que existimos

—¿Eso es cierto, Hanbin? —giró a preguntarle personalmente

—Sí... papá —bajó la cabeza con vergüenza

—Rompiste muchas reglas, sobre todo la principal, la cual es: no enamorarse de un humano y mucho menos mantener algo más con él, ¿porqué lo hiciste?

—Yo... me enamoré...

—¿Te enamoraste? —frunció el ceño —el amor es imposible para los cupidos, Hanbin, cada humano tiene a su persona ideal para toda la vida, tu único trabajo era encontrar esa persona para aquel humano, pero en vez de eso, ¡¿te enamoraste?!

—Lo siento...

—¿Has estado cumpliendo con tus obligaciones siquiera?

—No, padre...

—¿Entonces lo único que has estado haciendo fue estar dándote besos con ese humano? —bufó —Ricky, enciérralo

—¿Qué? —alzó la mirada —papá, lo siento mucho, no volverá a pasar, lo juro

—Ya no puedo confiar en ti, lo siento

—Papá, escúchame, papá, ¡papá! —fue envuelto por la fuerza del peliblanco, quien lo arrastró hacia uno de los calabozos

—Tienes suerte que tienes a tu amiguito para hacerte compañía —lo empujó hacia una de las celdas encerrándolo mágicamente sin posibilidad de salir

—Se quedan ahí ustedes dos, disfruten de la estadía —dio una leve sonrisa triunfante y salió del lugar

—Lo siento mucho, Hanbin...

Matthew se encontraba en la siguiente celda, sólo era una pared que los dividía pero podían escucharse claramente. El pelinegro al oírlo sintió su sangre hervir por la ira.

—Fuiste tú, ¡¿verdad hijo de perra?! —golpeó la pared con rabia —pudo haberla roto, pero aquella celda debilitaba sus poderes, así que no podía escapar aunque quisiera

—Hanbin, no uses esas palabras

—A mi no me dices que hacer, pensé que eras mi amigo, sólo eres un maldito saco de mierda

—Perdóname, no quería decirle a Ricky donde estabas ¡pero me amenazó!

—Ya no te creo una mierda —se sentó en el suelo sintiendo una ola de frustración abrumadora

—Te lo juro, Hanbin, yo jamás te traicionaría, si lo hubiera hecho ¿porqué crees que estoy aquí encerrado contigo? —el pelinegro respiró hondo para tranquilizarse—cuando escapaste del templo inventé un montón de excusas para que no te atraparan, pero dejaron de ser suficientes... —suspiró con pesadez —después de eso Ricky me amenazó diciendo que si no le decía donde estabas le iba a hacer daño a Hao

—De todas formas intentó hacerle daño...

—¿Qué?, ¿lo lastimó?

—Por suerte no, el collar lo protegió, pero tengo miedo de que lo deje de usar... no quiero que piense que no voy a volver otra vez...

[💔]

arrow shot ➳ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora