—Como mencioné, te voy a desterrar... a la tierra —dijo sorprendiendo a todos los presentes
—¿Qué? —Ricky se inmovilizó —mamá eso no es un castigo, su humano está ahí
—Y es por eso que lo envío a ese lugar, hijo, no va a sobrevivir mucho tiempo viviendo como un humano, eso es muy complicado y más sin poderes
—Mamá...
—A partir de ahora, Hanbin, ya no eres un ángel, a partir de ahora eres un mortal, un ser que va a envejecer, que tendrá que buscar recursos para sostenerse por sí sólo y convivir con los dos de su especie, sin duda, no podrás con tanto
El pelinegro en vez de estar triste, sus ojos llorosos se habían iluminado, no dijo ni una palabra esperando que sea lo verdad lo que ella estaba diciendo. Si sus alas fueron quemadas, al menos valió la pena.
Ella, con ayuda de su magia, adquirió todos los poderes del chico, dejándolo en la nada, sin embargo, eso era lo menos que le importaba a Hanbin.
—Eres un ángel caído
Fue lo último que dijo antes que Hanbin cayera del cielo hacia la tierra como si fuera un pedazo de papel.
Al abrir los ojos, estaba en medio de un callejón, ya era noche y no tenía idea de dónde estaba. No podía ubicarse, no podía usar la teletransportación para encontrar a Hao.
Tenía que caminar.
Estar en el mundo humano no era tan difícil, pudo preguntar y la gente le respondía amablemente, siguió a pie todo su camino.
Se detuvo en un parque, tenía la sensación de que estaba cerca, era lo que más esperaba, quería abrazarlo y besarlo, decirle que ahora si pueden tener una vida juntos...
—¿Hanbin? —la mujer de cabellos dorados había aparecido repentinamente
—¿Afrodita? —frunció el ceño con miedo, no quería que lo llevaran otra vez
—Perdóname, no quería asustarse... tuve que escapar un rato —sonrió —me porté muy cruel allá arriba, tenía que seguir actuando mi papel de villana
—¿Actuando?
—Verás... yo alguna vez fui como tú —el pelinegro la escuchaba atento —me enfrenté a mi familia porque me había enamorado de un humano, al principio a ellos no les pareció bien pero al final lo aceptaron, después de todo el amor siempre me pareció algo precioso...
—¿Y porqué papá es así con todos?
—Porque tiene razón, Hanbin... humanos y seres inmortales no pueden mezclarse, yo tenía a mi amado que era humano... lo vi envejecer y morir, y desde ese momento no volví a enamorarme de nadie más, porque jamas iba a encontrar a nadie como él, por más que algunos tengan similitudes físicas o personales... no era lo mismo, no era él...
—Lo siento, mucho...
—Somos diferentes, y eso nos impide hacer muchas cosas, soy romántica y tu padre es un romántico, pero no fuera de nuestra zona
—Suena a cobardes —dijo entredientes
—Cosa que tu no eres... por eso elegí desterrarte... si tanto amas a ese humano y él te ama de la misma forma, tienes que seguir adelante... al menos ahora pueden tener una vida normal
—Debería agradecerte pero me quedaste las alas
—Fue parte del destierro, y para que no te sientas que en la obligación de volver, sólo sé feliz... sé feliz como nunca antes, sé mucho más feliz de lo que yo pude ser en aquel momento... cuando aún no existían reglas...
—Gracias abuela
—Abuela me hace sentir anciana —rió —estoy bien con que me llames por mi nombre
—Gracias, Afrodita —sonreía —¿puedo pedirte algo antes?
—Dime
—Mis poderes... por una última vez, al menos por unos días, después me los puedes quitar hasta que me acostumbre —suplicaba —necesito hallar a Hao...
—Está bien —suspiró —pero sólo por una semana hasta que te acostumbres, aunque no debería
—Muchas gracias, de verdad
Ella tomó su mano y cerrando los ojos pasó todas las energías poderosas del pelinegro hacia su cuerpo. Al terminar, le dio un último abrazo deseándole lo mejor.
—Adiós, Afrodita —se teletransportó hacia su novio
—Adiós —lo vio desparecer sin dejar rastro, ella finalmente se fue también al haber cumplido con su misión
...
Al llegar hacia donde estaba Hao se llevó con aquella sorpresa, lo vio en el suelo, acostado como si fuera un trapo, con aquel frasco de pastillas aún en la mano. Desde ese instante supo lo que había sucedido.
—¿Ha-Hao? —se arrodilló lentamente —¿mi amor? —trataba de mantener la calma, tenía miedo que hubiera pasado más de lo que pensaba —Hao soy yo, volví... —lo sacudía levemente pero no ocurría nada —¿Hao?
Llevó dos de sus dedos pulgares a su cuello y luego a su muñeca... ya no respiraba.
—No.... Hao... Hao... no... no me dejes, ahora no, por favor, ahora que podemos ser felices no... por favor —abrazaba su cuerpo sin vida —por favor no me dejes... —lloraba expulsando todo de sí mismo —no me dejes, Hao... no me dejes, por favor... no tenías que hacerlo...
Logró ver la nota que había dejado el castaño hacia un lado. Sollozaba a leerla, sintió que había sido culpa suya por haberse ido, por haberle dejado solo.
"Te amo, Hanbin"
—Hao... no... —acariciaba sus cabellos, sus manos, u cuerpo, esperando que sucediera algo —Hao... no...
"Los humanos eran simples mortales, unos más débiles que otros y relacionarse de manera romántica con ellos sólo traerá desgracias, por eso, dedíquense a lanzar flechas. Nada más"
Las palabras de su padre vinieron a su mente. Quizás siempre tuvo razón y jamás debió arriesgarse de tal manera. Ahora no tenía nada...
—Hao... quiero que.. sepas... que... si pudiera regresar en el tiempo... haría las cosas mejor... y... no importa las millones de reglas que me pongan delante de mí... me enamoraría de ti una y mil veces.... te... te amo...
No quería separarse de él, sus lágrimas caían sobre su cabello, acariciaba sus manos suavemente, su motivación para volver a la tierra era él. Si hubiera sabido que todo acabaría así habría preferido que lo terminaran de matar.
Te amo, Hao.
Siempre te voy a amar.
Mi alma también estará contigo, donde quiera que estés.
Sé feliz.
[🖤]
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arrow shot ➳ haobin
FanficHabía una sola regla en el templo para los cupidos: "Jamás enamorarse de un humano", pero Hanbin no la cumplió. • Contenido sensible • Leer bajo responsabilidad propia