¡Eres mía, mi pequeña mate!

Capítulo 32

Me acerqué sentándome del otro lado de la cama dándole la espalda a ella, no se escuchaba nada, supongo que estará dormida, esto es muy infantil de mi parte, habla de una vez Ross.

-Star, yo... -Me giro y ella me abraza de inmediato.

Se aferra a mi como si me pidiera que no me fuera, por alguna razón eso me hizo feliz, porque me estoy complicando tanto por los demás cuando solo importamos ella y yo, y que queremos estar juntos.

-Perdón estrellita, he sido un total imbécil y no me detengo -me desahogue.

-Gracias por cuidarme, no eres ningún imbécil, yo debo valorar lo que haces, no estoy acostumbrada a que alguien se preocupe de esa manera por mí, lamento si te hizo sentir mal darte mi virginidad como si hubiera cometido un error, pero Ross, estoy consciente de lo que pasó.

POV'Star

No actúe de la manera que debía, desde hace rato sabía que Ross se sentía inseguro al estar conmigo y enojarme de esa manera no iba a solucionar nuestros problemas, con eso no lo iba a hacer entender que yo decido con quién acostarme y él debe estar tranquilo por eso.

Él es el indicado, lo sé, así él no lo vea, yo le abriré los ojos. Tal vez siente que él no era el indicado de quitarme la virginidad porque es inseguro y por eso actuó así.

Me separé del abrazo, tome su rostro entre mis manos y le examino el rostro.

Amo sus ojos verdes, hacen una gran combinación con sus pecas naranjas.

-Me encanta y me derrite como eres Ross, hasta tu lado más controlador, posesivo, dominante y celoso-admití.

-Uff que alivio, pensé que nunca lo dirías. -Bota un largo aire por su boca como si se estuviera conteniendo.

-¿Te aguantaste mucho? -Le sonreí.

Parece que volvemos a estar en la misma sintonía, no podemos estar a la defensiva siempre o enojado con la persona que queremos.

-Cómo no tienes idea... -besa mi nariz y eso me encanta, luego se pone severo- a ver, si sales por esa puerta tendremos serios problemas. -demanda con autoridad.

-¿Cómo cuáles? -me muerdo el labio inferior derretida por él.

-¿Quieres que te los diga o te los demuestre? -Me sonríe perverso.

Me encanta este gran cambio, supongo que lo que sentimos es más fuerte que nada importa, todo lo que pasó hace un rato, había desvanecido de nuestra mente y ahora solo jugábamos con su personalidad controladora.

-¿Qué tal si me los dices mientras me lo vas mostrando? -sugiero.

-Tendrías que desobedecerme primero.

Yo me lo pienso.

-Lo de Super era mentira, él no me gusta claro está, solo quería provocarte para sacarte al Ross posesivo que me tiene loca.

-Eso era más que obvio.

-¿Qué cosa?

-Que te tengo loca y que me prefieres a mí -sonríe-. Entonces no será castigo por desobedecer, si no por mentirosa. -Besa mis labios.

-Delicioso -susurre.

-Ya dejémonos de tonterías. -Me recuesta en la cama.

-Espero que seas el primero en dejarlas ya que tú comienzas diciendo que no puedes. -le recuerdo.

-Eso es un tema que ya resolví conmigo mismo. -se aferra a mi cuello.

-¿En serio? Cuando?

-Justo ahora. -Se vuelve salvaje y algo picante.

Su habitación será testigo de nuestros pecados y espero que ninguno de los objetos nos delate.

Él se pone feroz con mi cuello, y yo me dejo llevar ante el claro deseo que había en la habitación.

-El beso que te di la otra vez Star, no fue para llevarte a la cama, fue porque me gustas y así quise demostrártelo, lamento si creíste que con eso iba a usarte -se detiene y me mira a los ojos.

-Ross... -mi cuerpo ardía al ver su rostro tan tierno.

-Cuando llegaste, no te reconocí de inmediato, pues has cambiado demasiado, pero cuando pronunciaste tu nombre, mi corazón latió con fuerza, ese nombre había estado rondando en mi cabeza por años, y por razones a las que no tengo permiso de decir, he tratado de olvidarte con cada chica que se me encuentre, pero desde que te besé, no lo he hecho más, sabía que no podía esconder el sol con una manta, porque lo nuestro es tan ardiente que la quemaría.

¿Este es el don Juan del que todos hablan? ¿el fuckboy? ¿El mujeriego? Pero si es tan romántico, supongo que es cuando dicen "no es que esté listo para tener una relación, es que no la quiere contigo", ¿acaso la quiere conmigo?

Es que estemos claros, mi Ross nunca fue un mujeriego, bueno, primero porque era un niño, ninguna niña gustaba de él, solo yo o eso creo, para mí ojos siempre fue atractivo, era un nerd por así decirlo, el niño bueno.