¡Eres mía, mi pequeña mate!

Capítulo 55

-Voy contigo, ¿no te lo dije ya?

-Dijiste que esperarías a qué te invitará.

-Pero no lo hiciste, así que aquí me tienes.

-Star... -me interrumpe.

-Por favor -me pide.

Bueno, si ya saben que Star y yo tenemos algo, no hay necesidad de ocultarnos, ¿cierto? Pues que me obliguen a dejar de verla. No haré caso a nada, con más gusto voy a estar cerca de ella, y eso la pone en peligro, pues que se atrevan a tocarla sobre mi cadáver.

-Esta bien.

Le doy un casco, me coloco el mío y nos subimos a la moto, arrancamos de ahí con permiso de la seguridad, ni nos detuvieron, sea lo que sea, tengo luz verde para llevarme a Star a dónde sea o eso fue lo que entendí.

Llegamos al bar de siempre, pero no veo a Rocky, ni tampoco lo huelo cerca. Star se acomoda y se sienta al frente de la barra y yo me siento a su lado, la música estaba a tono soportable y la razón es porque el dueño de este bar, es de nuestra raza, aunque se admitían humanos y hombres lobo.

-¿Tú quieres algo hermosa? -le ofrezco.

-Todo aquí contiene alcohol, ¿no? -pregunta insegura.

-Si, pero puedo salir y comprar lo que quieras.

-No está bien, era solo para saber si tenía más opciones.

-Por supuesto que las tienes.

-Dentro del local amor, no quiero que salgas, está bien. -Sujete mi brazo.

-Está bien -lo acepto.

Aunque no sé si eso es una trampa, las mujeres están locas.

-Un vodka por favor -pedí.

-Que nena eres -ella se burla de mi.

-Es para ti -le dije.

-No, no, no, yo quiero probar lo que tú vayas a pedir -me sonríe y la veo extraño.

-¿Qué sucede nena? -Acaricio su mejilla- No estás actuando así solo por lo que dijo la madre tierra, ¿o si?

-Solo quiero compartir todo contigo -se justifica.

-Pero suena como si quisieras guardar recuerdos. -Me puse serio.

-Por supuesto que quiero Ross -también se pone seria-, ¿no entiendes que estarías arriesgando tu vida por nosotros al enfrentarte a mi mate? No quiero que te mueras y no haber compartido lo suficiente contigo.

-¿Y si vivo?

-Pues igual serán recuerdos bonitos de nuestra juventud. -Me deja un beso en los labios-. Lo siento, se me olvidaba que no podía hacerlo en público -se retracta.

-No te preocupes, si me voy a arriesgar, que sea con todo -la tomo por la nuca y la beso con mucha pasión.

Ella también me besa de la misma manera y con intensidad, cada beso solo me da más fuerzas.

-Te amo... -susurre sin pensarlo, solo me nació decirlo.

Ella me ve con los ojos bien abiertos y yo sentí que me había delatado demasiado.

-Ross, yo... -mi teléfono suena y lo saco para ver quién era.

Si veía que era alguien que no me importara, por supuesto que lo iba a cortar para seguir con mi hermosa estrellita. Pero era Rocky y si no fuera porque estamos esperándolo, no le contestaría.

-Discúlpame un momento hermosa, es Rocky. -Beso su mejilla y me alejo un poco.

Bueno, realmente salí del bar y era porque adentro no había mucha señal, cuando salí, contesté.