Capítulo 93

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—Entonces siempre supieron que Rocky era peor que Rocoso, porque no temen matar a Rocoso, temen es por Rocky, ¿Por qué? Aparte de quedar desprotegida por él.

—Él siempre ha hecho el trabajo sucio de su padre desde que nació, está más que capacitado, lo demás apenas empiezan a matar después de la adolescencia y es por defensa propia, Rocky lo hacía por placer, porque era un niño fácil de manipular, claro que sus instintos se apagaron cuando me lo enviaron o mejor dicho, hicimos creer a los padres de Ross que lo habían encontrado, Rocky me visitaba con constancia en la noches y lo ayudaba, porque a veces tenía sed de matarlos a todos, pero no quería, porque sentía que finalmente había encontrado la familia que siempre quiso, eso con el tiempo, fue más importante que sus ganas de matar.

—Y Rocoso te odia por eso.

—Siempre me ha odiado por no ser un dictador como él, le gusta tener todo bajo control.

—¿Y tu no?

—Solo si este me crea un beneficio, a Rocoso es con todo.

Me sonríe y yo niego con una sonrisa ante eso, luego él empieza a toser y se cubre la boca con un pañuelo, cuando deja de toser, lo separa de sí permitiéndome ver la mancha recién sacada de su boca.

Idéntica a la sangre, pero con un tono más oscuro, negro…

—Es sangre demoníaca, creo que los sueros no ayudan en el proceso —mira el perchero.

—¿Quieres un té? Lo prepare yo misma, con mis lágrimas.

—Star… —vuelve a toser.

—No aceptaré un no como respuesta.

—Bien, pero es porque quiero probar cosas hechas por ti antes de morir.

—No vas a morir. —Le beso la mejilla.

Me salgo de la cama y voy a la cocina, mis lágrimas no pueden curar la sangre demoníaca, pero si retener su proceso de destrucción, la única forma que yo pueda contra la sangre demoníaca, es matando los con mi fuego, deshaciéndome de la sangre como del cuerpo.

Mi cura funciona para heridas que no tengan sangre demoníaca. Mientras hacia el té, algo me hacía estornudar, no sé si era el polvo o un gato cerca, lo más probable es que haya un gato rondando por la zona, me tiene estornudando sin parar.

Algunas de las sirvientas querían ayudarme con el té, pero no acepté cuando terminé, se lo lleve a mi padre, al entrar a la habitación, había un hombre inyectándole algo a mi padre, no tenía ninguna bata de doctor así que dejé caer el té para abalanzarse sobre él.

—¿Quién eres y qué mierda haces? —dije cuando lo tenía en el suelo.

—El rey demonio volverá y Rocoso abrirá las puertas solo si Mack y Ross mueren el mismo día —me explica.

—¿Qué mierda le hiciste a mi padre?

—Le inyecté más sangre demoníaca —me sonríe y luego se pone triste—, lo siento, lo hice para proteger a mi familia, si no lo hacía, Rocoso la mataría y me ofreció protección si libera al rey demonio.

—¡Guardias! —grité.

—Todos están muertos Star, bastó con una bala llena de mi sangre para una muerte instantánea.

—Star… —escucho a mi padre. Se me aguaron los ojos.

—Estas muerto.

—Sabía el riesgo, pero lo que sea por mi familia.

¿Cómo es que no pude presentirlo? Lo huelo, él es el olor extraño de gato, por hace nadie le hizo caso.

—Star… —Mi padre se esfuerza.

¡Eres mía, mi pequeña mate!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora