Capítulo 89

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De verdad hay ser tan hijo de… para decirle esas cosas a su propio hijo.

—No creo que a Ross le haya importado como me sentía hoy, él sabe que no puede subestimarme, ya lo engañé una vez y lo puedo hacer muchas veces.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Porque me hice pasar por su amigo desde que era un pequeño.

Rocoso bufa no contento con eso y se va.

—¿Quieres ir al río? Si me quedo más en este castillo, me volveré más loco —me ofrece Rocky y yo asiento.

Ambos salimos y caminamos hacia el bosque.

—¿De verdad traicionarás a Ross? —le pregunté preocupada.

—Ya te dije Star, no confíes en mí, todo lo que digo no es cierto y siempre es con un fin.

—Entiendo… vi que Ross tiene el collar, ¿Me puedes explicar eso?

—Sabía lo tristes que estabas por no verlo y quería que con el regalo, ambos estuvieran conectados, pero se lo envié mediante Luna y tal vez ella dijo lo que tenía que decir para que lo aceptará y no creyera que fue alguna estrategia para que pierda la batalla.

—Gracias Rocky —le sonreí.

Llegamos al río y nos bañamos juntos, nos salpicamos agua de forma divertida y también vimos los peces, aunque esta vez no los pescamos.

—Amo este río —le confesé.

—Yo también —se veía tranquilo y eso me gusta.

Ya no estaba tartamudeando tanto.

—Creo que encontré algo —me dice él, yo me acerco para ver de forma curiosa— ¡Bu! —me salpica agua en los ojos asustandome y me asusta.

—Oye, eso no es gracioso —me quejo mientras él se ríe.

—Claro que lo fue —sigue riendo y luego me hace reír, aunque negaba con mi cabeza—. Creo que ahora sí encontré algo.

—Esta vez no vas a engañar —miré a otro lado.

—Star mira —me pide.

—No me gusta estas de tus bromas.

—Está vez no es una de ellas, por favor.

Y si no porque pega un pequeño destello, no volteo, parecía una piedra de cristal y se veía que estaba muy montañosa y algo deforme, como si fuera un arte abstracto.

—¿Qué es? —pregunté.

—Es un cuarzo.

—¿Cómo lo sabes?

—A Ross le encantaba estudiar rocas —se ríe al recordarlo—, algunas veces tenía que ceder a sus planes aburridos para que él estuviera en los míos.

—Pues es muy lindo —dije admirando la pequeña roca.

—Entonces es tuya —me la obsequia.

—Deberías tenerla tu, es un recuerdo que te trae muy importante de Ross.

—Tu eres el recuerdo más importante que tengo de Ross, si algo te pasa a ti, a mi mejor amigo se le va el mundo y no puedo permitirlo —me sonríe.

Tenía rato que no escuchaba a Rocky llamar “mejor amigo” a Ross, me alegra de que haya venido hoy.

Acepto el obsequio de Rocky y lo admiro por un buen rato, es tan precioso.

Mientras lo miraba, Rocky me explicaba que no eran difíciles de encontrar, aunque donde encontrabas uno, habían más y habían de varios colores también, yo esperaba que encontrará uno morado, como el color que me gusta o así le pedí antes de irnos.

¡Eres mía, mi pequeña mate!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora