Capítulo 58

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POV'Star

Mi cabeza se está volviendo loca, preocupada por Ross y de alguna forma siento culpa, debí ir con él, romper mi promesa e incendiar a cualquier que se le acercara. Me pregunto si ya le dieron de comer o si durmió bien... Mierda, son secuaces de Rocoso, con ellos nada está bien, pero lo tienen deben mantenerlo en buen estado, ¿No? No son tan idiotas como para torturar a alguien tan importante para mi padre.

Abro mis ojos de golpe, ya era de día y quería ver a Ross, pero solo encontré a mi lado a Rocky, quién me veía con cierto detalle.

-¿Todo bien? -le pregunté extrañada.

-Nada... -se guarda- solo que -suspira-, te ves tan linda cuando duermes.

Era cosa mía, ¿O tenía algún destello en sus ojos? ¿Rocky está enamorado de mí? No, él es un idiota mujeriego, jamás se enamoraría.

-Rocky... -Me congelo cuando posa su mano sobre mi cabello y lleva un mechón detrás de mi oreja.

Un escalofríos recorre mi cuerpo, él se acerca y mi respiración se acelera, no sé qué hacer, no quiero que se acerque, pero tampoco quiero alejarlo, una parte de mi quiere esto, pero...

-Star, cariño, tenemos que irnos -anuncia mi padre en la otra puerta.

Salvada por la campana, creo que es lo único que le puedo agradecer a mi padre.

¿Agradecer? Eres una tonta Star, ¿Por qué no hiciste nada? Recuerda que debes resolver las cosas tú sola.

-Ya voy -conteste mirando a Rocky.

-Él puede olerme -me susurra.

-Y también escucharte -dijo mi padre y luego escuchamos como se alejan sus pasos.

-¿Qué querrá? -pregunté fastidiada.

-Hoy conocerás a tu prometido -me dice él.

-Yo no quiero conocer a nadie, quiero ver a Ross. -me frustre.

-Tranquila. -Me besa mi frente y logra tranquilizarme-. ¿Quieres helado de chocolate con fresa s y crema? -me ofrece.

-Uh mi favorito -respondí como nena animada.

-Lo sé.

No dije nada porque seguramente lo sabe por Ross, ese chico hace notar lo mucho que le gusto y quiero recuperarlo.

-Te llevaré a una de las mejores heladerías.

-¿Por qué haces esto?

Lo miré mientras se levantaba.

-Porque no quiero verte triste y sé que ese helado te quitará una parte de la tristeza.

-Solo por unos minutos -me quejo.

-Si pudiera conseguir un helado de Ross, lo haría -bromea.

-Eso suena a que mataran a Ross y con sus pedacitos me los darás congelados.

Él se asquea.

-Y te entendería si te quisieras volver vegetariana.

-¿De qué hablas? Ross debe saber rico.

-Vivo no lo dudó, pero muerto, no sé si cambie su esencia -me hace reír.

-Gracias Rocky. -le sonreí.

-De nada... ¿Por?

-Por siempre sacarme una sonrisa en todo momento. -Suspiré.

Me levanté de la cama y Rocky me ayudó a organizarla, aunque como siempre sacó una diversión de esto, por lo que tuvimos que ordenar de nuevo.

¡Eres mía, mi pequeña mate!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora