¡Eres mía, mi pequeña mate!

Capítulo 87

Rocky parece un psicópata, ¿Qué tal si lo que me dio fue para envenenar a Ross? O no lo sé, se veía muy nervioso, mierda.

—Vamos a limpiarte. —Star sujeta su brazo.

—Mate a alguien Star —cubre sus ojos y comienza a llorar.

—Ay por favor, ni que fuera la primera vez —se queja Rocoso rodando sus ojos.

—¿Podrías dejarnos solos? —pide Star muy molesta—. Si no quieres que nos mate, necesito calmarlo.

—¿Crees que podría matarlos? —pregunta Rocky.

—No, cariño, lo siento, solo lo dije como amenaza para alejar a tu padre —dice Star—. ¿Me ayudas? —me pide.

Yo temía, no sabía si hacerlo.

—Por favor —suplica ella.

Me armo de valor y tomó a Rocky por el otro brazo, lo levantamos y lo llevamos adentro del castillo.

—¿Qué sucedió? —pregunta nana viendo a Rocky, quién estaba shockeado.

—Necesitamos limpiarlo —responde Star.

Nana ve la sangre en las manos de Rocky.

—Vamos a su habitación.

Ella también nos ayuda y lo subimos a la habitación, nana comienza a desvestirlo y él se deja como si fuera un bebé, yo giro mi cabeza para no verlo desnudo.

—¿Estás bien? También me dolió cuando vi sus heridas —me dijo Star.

¿Cuáles heridas? Volteo para verlo y veo su cuerpo con muchas marcas, quedó impactada.

—¿Qué le pasó? —pregunté.

—Rocoso lo ha estado torturando porque así cree que sacará su lado más salvaje y solo se dedique a matar sin piedad, quiere ganar esa pelea a toda costa.

—Yo… me tengo que ir.

Rocky no está bien y no quiero verlo así, de haber sabido que estaba así, le hubiese dados las lágrimas a él y no a Ross.

—¿Estás segura? Creí que venías a decirme algo, ya que es muy raro que vengas sin que alguien te lo pida.

—Yo… —no sabía de qué decir.

Camino para estar al frente de Rocky.

—Rocky, ya hice el favor que me pediste.

—¿Qué favor? —esta confundido.

—De entregarle algo a alguien.

—Yo no te pedí nada.

—Si, temprano fuiste a mi casa, estabas trotando o algo así.

—¿Qué?

¿Y si no quería que Star no se enterará? Lo había olvidado.

—Uno de los efectos secundarios, es pérdida de memoria —me explica Star.

Mierda.

—Me tengo que ir —me dirijo a la puerta.

—¿A dónde vas? —me pregunta Star.

—A mi casa, esto es mucho que procesar, porque cuando habló conmigo estaba muy bien.

—Por favor no le digas a nadie.

—De acuerdo.

—¿De verdad estuvo en tu casa temprano?

—Si, pero no hicimos nada.