Capítulo 59

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Ya estábamos en marcha a buscar a Ross como lo prometió Rocky, aunque debería estar viendo a mi supuesto prometido, para mí Ross es mas importante.

-¿Puedes acelerar un poco? -pregunté muy impaciente.

-Primero que nada, podría tener una multa.

-¿Desde cuando te importa?

Lo veo muy tranquilo comiendo su helado y con la otra mano sostenía el volante.

-Desde que supe que después de tantas multas, me quitan el auto.

-¿Y cuántas tienes ya? -arqueo una ceja.

-No aceleraré y listo, así que deja de mover tu pierna como si quisieras pisar el acelerador -menciona y veo mi pierna.

No me había fijado que tenía rato moviéndola.

-No puedo evitarlo, estoy muy ansiosa, quiero verlo.

-Pareces drogadicta, tal vez Ross no sea bueno para ti -bromea y golpeó su brazo dejando caer el helado en sus pantalones.

-¡Hey! -Se queja.

-Tu empezaste -me crucé de brazos.

-Pues toma -me unta helado en la nariz-, para que estemos a mano.

-Rocky...

-Fui compasivo fueguito, te lo eche en la nariz y no en tus pantalones.

-Bien. -Lo acepto limpiando mi nariz con el dedo y llevándolo a mi boca.

-Tal vez podrías ayudarme con una limpiadita -dice en tono coqueto.

Y si fuera Ross, sin que me lo pidiera, ya estaría limpiando ese desastre con mi lengua.

-No seas baboso Rocky.

-Prometo no decirle a Ross -insiste.

-Rocky -menciono entre dientes.

-Tu y yo nos follamos a Ross, ¿Por qué tú y yo no...? -me sonríe algo perverso.

-¿Es en serio? -pregunto seriamente.

Y aunque su silencio lo delata, abre su boca a los segundos después.

-Es broma, pero ve si encuentras algo para limpiarme -Suena avergonzado con un toque de risa, tal vez nervioso.

-¿En donde? Tu auto es muy limpio, dudo que tengas algo.

-Siempre dejo ropa extra.

Me quito el cinturón y llevo la mitad de mi cuerpo a los asientos traseros, mientras apoyaba mis rodillas en mi asiento, eso significa que mi trasero queda mirando la radio.

-¿Ropa tuya o de alguien más?

-Ambas... y fueguito, está cara de culo me gusta muchísimo más que la otra que tienes pegada al cuello -se burla.

Ese idiota está aprovechando de la vista.

-Por grosero, te quedarás con esa mancha en los pantalones. -regreso a mi asiento.

-¿Qué? No, pensarán que es semen y se burlarán.

-No es asunto mío, aprende a comportarte -bufa.

-Hoy no estás de buenas.

-¿Acaso no entiendes en que solo estoy pensando en Ross? -dije algo alterada y se calló.

No era momento de bromas, durante el camino, todo había sido silencioso. Rocky detiene el auto y nos encontramos en un muelle con un yate gigante.

-¿Qué es esto Rocky? Se supone que tenías que llevarme hacia dónde está Ross -dije muy enojada.

Si era otra de sus bromas, no era para nada gracioso.

-Aquí se encuentra Ross -me responde él.

Joder, eso quiere decir que... llegó la hora de negociar por su vida.

Me bajo del vehículo y Rocky también lo hace, ambos caminamos juntos hacia el muelle y nos adentramos al yate, habían hombres con trajes y uniformados, idénticos a los hombres del aquel señor calvo.

¿Por eso me retraso? ¿Estaba esperando que le dieran la dirección? ¿y por qué mierda me guía como si supiera la dirección? ¿Qué pinta Rocky con esta gente? ¿Por qué no me ha dicho nada?

Llegamos hasta el fondo del yate y nos acercamos a una puerta con dos hombres vigilando, Rocky les hace una señal para que den espacio y ellos obedecen de inmediato, esto me resulta raro, pero mi cabeza solo está pendiente de Ross.

Abre la puerta y me deja entrar primero, quería acercarme, pero mientras más lo hacía, me dolía, así que retrocedí un poco, no podía creer que ese era mi Ross.

En bóxer, esposado y mal herido, se veía acorralado de dolor y no me gustaba para nada verlo así.

-Ross... -mi voz se me quebrantó.

Con delicadeza alza su rostro y lo veo, un ojo morado, nariz rota, al igual que sus lindos labios, también se le notaban unas ojeras que no ayudaban.

-Star, ¿qué haces aquí princesa? -logra decir temblando-. Llévatela de aquí Rocky. -Le pide.

-Vine por ti -le expliqué acercándome.

-Mi amor debes irte, estás cometiendo un gran error.

-Habla para que lo suelten Rocky -le pedí-, estoy dispuesta a negociar lo que sea.

-No Star... Rocky, si la amas, sabrás que lo correcto es llevártela lejos -mira a Rocky en súplica y este solo se queda cabizbajo-, vamos viejo, no seas igual que tú padre.

-¿Qué? -Estoy confundida.

-Así que... ¿Negociaras lo que sea? -una voz varonil entra a la habitación.

Esa voz jamás la olvidé desde que me lo encontré en el bosque y mató a Gendu. Lo veo, el idiota de Rocoso acercándose y yo ya estaba volviéndome una fiera, mi cuerpo ardía de tanta ira que sentía y ya puedo sentir como se expande sobre mí.

-Suéltalo ahora -le exijo.

-¿Sabes? No creí que entrarías, pues no sabía que Rocky era tan estúpido como para traerte aquí, sin embargo, gracias por hacerme pensar, para la próxima, embrujaré el salón exclusivamente para tu poder o mejor aún, que todo lo que lances en esta habitación, Ross lo recibirá, absorbido por las esposas mágicas que le encargué a mi brujo, por eso está débil, no tiene ninguna habilidad, está vulnerable como un tonto humano.

-Que bueno que eso será para la próxima... así que suéltalo ahora o morirás. -Alzo mi mano con un poco de fuego para amenazarlo.

-Si muero, Ross muere, mi brujo solo tiene órdenes de obedecerme y si algo me pasa, él también muere, llevándose la maldición a la tumba.

-Mi padre tiene un brujo -no sabía si era cierto, pero podría conseguir uno.

Rocoso se burla de mi.

-Niña, cada embrujo se deshace por el brujo que la produjo, tómalo como si cada quien tuviese un candado, a nadie le darían la clave.

-¿Qué quieres? -intento negociar.

-Cásate con mi hijo y Ross vivirá.

-Ni de broma. -Me preparo para lanzarle la llama y Rocky se coloca en el medio, deteniéndome.

-Star, no lo hagas.

-Quítate Rocky -le exijo.

-Él no se quitará Star, porque su deber es proteger a su alfa... a su padre -responde Rocoso.

Quedó en shock, mis poderes se apagan y caigo al suelo, no, él no, Rocky no puede, no, él no es mi mate, es el mejor amigo de mi novio y el hijo de la persona que mato a Gendu, la misma persona mandó a secuestrarme.

-¿Fueguito? -Se acerca a mi.

-¿Así querías que me enterará? -le grite.

-Te juro que te lo iba a decir.

-Aléjate de mí -estaba dolida, mi pecho estaba pesado-, ¿qué mierda hiciste?

Estaba confundía, nadie es quien es, ¿en quién podemos confiar? Bueno, si lo pensamos bien, Rocky es significado de las dos caras.

Y atraparon a Ross por su culpa, claro que no lo soltarán, estamos acabados, pero si no hubiera venido, no estaría acorralada, pero Ross seguiría secuestrado.

-No llores mi princesa -susurra Ross con debilidad y volteo a mirarlo.

Quería abrazarlo, pero tenía en lastimarlo, no me había dado cuenta que lloraba.

¿Cómo no llorar? Él es nuestro Rocky y nos traicionó de esta manera, creo que habría sido mejor que me quedara con la información de que es un espía.

-¿Te dieron algo de comer? -intento controlarme.

Sé más astuta Star, por esta razón tu padre no te cuenta nada, la estás metiendo hasta el fondo.

-No ha querido comer, si sigue así morirá de hambre y dejará de servirme -dice Rocoso amargado.

Veo la comida en una esquina, un poco alejada de Ross, tal vez lo tiró.

-Es que él no come carne -le expliqué secándome las lágrimas.

-¿Y qué clase de heredero tiene Mack? Si no tiene las bolas para cazar, no lo tendrá para manejar un trono.


Ignoro las palabras de Rocoso... si las esposas están embrujadas, quiere decir que mi llanto no lo curará.

-Ya es suficiente Rocoso, vinimos hablar de negocios, ¿no? -escucho a mi padre y por más que quería abrazarlo, debo odiarlo.

-Claro... vamos Rocky y trae a tu prometida así sea a la fuerza.

Ellos se adelantan y Rocky intenta tocarme, pero me alejo asqueada de él.

-Puedo sola -me levanté molesta y luego le besé la frente a Ross con tanto amor-. Te sacaré de aquí pronto, solo resiste un poco más -susurre.

Me giro sin mirar a Rocky y salvo de aquella habitación en la que solo me dan depresión. Le han dado duro a Ross como para tenerlo así.

-Créeme que secuestrarlo no estaba en mis planes -dice Rocky a mi lado, pero no le prestó atención.

Mi padre sabía que Rocky era mi mate y creo suponer que no me lo dijo para que todo saliera como él quisiera, está planeando algo, lo sé.

Llegamos a la sala del barco con un toque expuesto al exterior, mi padre y Rocoso estaban sentados, esperándonos y nos sentamos al frente de ellos.

-Quiero que liberes a Ross ahora, ya acepté casarme con Rocky -dije.

-Star... -me regaña mi padre.

-Ross será liberado después de que te cases con Rocky, así no hay interrupciones.

-Y después de la boda, vivirás conmigo en el terreno de mi padre.

-Así para que cuando Ross intenté salvarme, se lo piense dos veces antes de entrar a terreno de otra manada sin ser alfa -supuse y Rocoso me sonrió.

-Parece que la niña que me dejó encantado hace tiempo, aún sigue siendo encantadora.

Veo a mi padre y este no dice nada, parece que está de acuerdo.

-Me aseguraré de mantener a mi heredero alejado de tus asuntos Rocoso -contesta mi padre dándose a torcer el brazo.

Él sí que estaba jodido, su hija comprometida con el hijo de su enemigo y su heredero secuestrado por su enemigo. Realmente admirarse la paciencia de mi padre para que todo esté en sus manos.

Aunque sea el alfa de los alfas, Ross rompió una regla y no sé si mi padre pueda salvarlo a pesar del cargo que tiene.

-Tengo una condición -pedí-, deseo ver a Ross mientras esté encerrado para ver si está bien, porque si usted cumple, yo cumplo, si él muere, usted muere -dije severamente.

-Hecho -me ofrece la mano sin pensarlo y yo se la estrecho.

-Perfecto, en un mes será la boda y como Rocoso ni yo tenemos esposas presentes, contrataremos a alguien para que la organice -dijo mi padre.

-¿No puede ser antes? -pregunté.

-¿Antes como...? -insinúa mi padre.

-Dentro de una semana, quiero hacer esto rápido.

Él se queda callado y se lo piensa.

-Si es así, tendrás en menos de una semana tu zona limpia -dice Rocoso.

-¿A que se refiere? -no estaba entendiendo.

-No es de tu incumbencia Star -me responde mi padre-, en dos semanas te casas y es mi última decisión, ¿están todos de acuerdo?

Rocoso no parece protestar y Rocky tampoco, por lo que me quedé callada.

-De acuerdo, Rocky y Star, retírense, Rocoso y yo debemos negociar sobre lo de su matrimonio.

-¿Y por qué no debemos saberlo? -me entrometí.

-Porque al fin y al cabo somos los alfas y ustedes parte de nuestra negociación -dice Rocoso.

-Eso cambiará cuando estemos muertos y les toque nuestros puestos -agrega mi padre.

-Y yo no planeo morir, así que acata mira órdenes -se ríe Rocoso.

Miro a mi padre.

-Cuando te cases con Rocky, Rocoso será tu líder -me recuerda.

Me levanté al igual que Rocky y nos alejamos de ellos, nos dirigimos a la popa del yate, quería mirar cómo este se alejada del muelle y ver el mar.

-Star...

-Porque acepte casarme contigo no significa que estaremos bien.

Inhala con fuerza y me sujeta el brazo.

-Pues de malas, porque si no lo haces bien, Ross muere.


¡Eres mía, mi pequeña mate!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora