¡Eres mía, mi pequeña mate!

Capítulo 73

—Él te dijo algo que recordarás alguna petición.

—Ah si, como íbamos a salir y tenemos muchos enemigos, me pidió que nos mantuviéramos a salvo cueste lo que cueste.

—Por eso otra vez nos seguían los guardaespaldas.

—Y la mayoría está encubierto en el salón en tal caso de que algo pasé.

—Creí que no debíamos arriesgarnos en público.

—Star, si hiciera un trabajo para mí padre, no lo haría al frente de los humanos, pero si nos llegan a atacar, no responderé de la manera que estoy seguro que esperas.

—¿Nos tomamos un descanso? Creo que los zapatos ya me comienzan a molestar.

—Claro, ¿Quieres que te cargue?

—No es necesario.

Nuevamente no hace caso, es tan terco como yo, me carga y me lleva hasta nuestra mesa para sentarme, se arrodilla ante mí.

—¿Puedo? —me pide permiso y lo considero tan adorable.

Asiento y Rocky toma mi pie para quitarme el tacón, y lo mismo hace con el otro, los masajea un poco haciendo que me relaje para luego plantearme un besos en mis dedos.

—Rocky… —me avergüenzo un poco.

—¿Qué? Nada de ti me asquea, tus pies huelen delicioso, ¿alguna crema en especial?

—Yo… —me interrumpí a mi misma cuando veo nuevamente su oreja moverse.

—Enseguida vuelvo hermosa, nuestros hombres consiguieron a alguien, por favor, no te acerques, es importante que te quedes en público a salvo con el bebé. —Se incorpora y besa mi frente.

Y antes de pueda objetar, se va, pero no me iba a quedar atrás, sé que me pidió que me quedara, pero soy igual a mi madre, ella nunca dejo a papá solo y menos cuando se encontraba en peligro, ella decía que estar juntos era más fuerte.

Sigo a Rocky y no sé si pueda escucharme, lo dudó porque su atención está con lo de la persona que se infiltró a la fiesta seguramente para hacernos daño.

Rocky se dirige a unos pasillos entrando al baño de hombres, dos de sus hombres esperaban afuera como para asegurarse de que nadie entrará.

Yo me acerco a ellos y cierran el paso.

—No puede pasar señorita Cronin, su prometido está resolviendo algunos asuntos.

—Y con más razón me incumbe, así que si no quieres ser castigado por mi, hazte a un lado —amenacé enciendo un poco de llama en mi dedo.

Los hombres se apartan y yo entro, encontrándome a Rocky golpeando a un niño, me horroricé.

—¡Rocky! ¿Qué haces? ¡es un simple niño! —me puse al frente de el pequeño.

—No es un niño cualquiera Star, que no te deje engañar.

—Creo que estás paranoico.

—Señorita, no permita que me siga haciendo daño —se quejaba el pequeño de dolor.

—Star, aléjate ya mismo de él. —Rocky saca un arma.

—Rocky, por favor.

—Por favor señorita. —La voz del pequeño se distorsiona y yo me alejo asustada.

Su forma cambia y se vuelve un lobito, se abalanza sobre Rocky y le muerde la mano para que pueda soltar la pistola, quedó en shock mientras Rocky lucha con él.

Definitivamente nada es lo que parece, busco el arma con la mirada y la cojo rápidamente, apunto al niño y disparó con los ojos cerrados, no quería hacer tal atrocidad.