part 20

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Tom ahoga un jadeo, entreabriendo sus labios. Lo único que quería hacer era deshacerse de sus bóxers y hundirse en ella hasta dejarla sin aliento.

Se separó de su cuello para mirarla. Sus mejillas se habían tornado de un tono rosa, mientras que sus pupilas estaban dilatadas y su respiración era irregular. Adoraba verla en aquel estado, rogando más.

Comenzó un vaivén de caderas, en las que la tela de los bóxers continuaba siendo lo que separaba a sus anatomías de rozar. Lucy aprieta su mandíbula, echando la cabeza hacia atrás en las almohadas. Tom estaba a punto de perder la paciencia, pero debía enseñarle a la rubia lo que era provocarle en un lugar público sin opción a hacer algo al respecto.

— Por favor, Tom —jadea Lucy, abriendo los ojos y clavándolos en los de él, quien no le quitaba ojo— Por favor.

— Por favor, ¿qué? —inquirió, buscando la respuesta que buscaba.

— Fóllame.

Tras sus palabras. Tom se separó para deslizar sus bóxers por sus piernas, dejándole desnudo frente a la chica. Agarra un envoltorio plateado y lo desgarra para proceder a enfundar su miembro en el látex. Este estaba erguido y rojizo por la excitación. Lucy relame sus labios.

— En cuatro —ordena Tom con tono firme.

La rubia eleva ambas cejas en sorpresa, pero era una grata sorpresa. Hizo lo que este le mandó. Su culo queda elevado mientras que sus rodillas estaban clavadas en el colchón, al igual que la palma de sus manos. Estaba completamente expuesta a Tom, y algo nerviosa.

— Nunca lo he hecho en esta.., esta posición —susurra. Tom la mira con una mezcla entre ternura y puro orgullo, ya que sería el primero en complacerla de aquella forma.

— Sabes que yo te cuido, princesa— susurra Tom de vuelta, acariciando su espalda con la yema de sus dedos.

Princesa.

Lucy asiente y mira por encima de su hombro. Este estaba de rodillas sobre el colchón, frente al cuerpo de la chica. Su miembro rozaba contra su feminidad, haciendo que ambos jadeasen.

Tom lleva su propio miembro hacia la entrada, sin hundirse en ella. Lucy tenía sus ojos cerrados, esperando el momento en el que este llenase su vacío.

Sin previo aviso y de una sola estocada, introduce su totalidad en Lucy, haciéndola arquear su espalda de tal manera que Tom podía ver la raíz de su pelo a la perfección. Ambos gimieron profundamente, cerrando sus ojos con fuerza ante todo el placer de sentir sus cuerpos conectarse.

— Tom —jadea la rubia, entreabriendo los labios— Joder, dios.

— ¿Sigo? —pregunta este, aún sin haber movido un solo músculo más. Lucy asiente frenética, dejando salir únicamente leves jadeos.

Es entonces cuando comienza a embestirla con toda la rapidez que sus caderas le permitían. El sonido de sus pieles chocar de manera constante era cada vez más intenso, al mismo tiempo que los gritos de la joven inundaban la habitación. Agarraba las sábanas entre sus dedos, apretándolos en puños.

Tom salía y entraba en ella a un ritmo que estaba por volverle loco. La feminidad de la joven alrededor de su miembro le hacía delirar, flotar. Gemía sin parar en lo que agarraba su cadera para ayudarle a impulsarse.

— ¡Tom! —exclama la joven, arqueando la espalda de placer— No pares, por favor.

Aumentó el ritmo, dándole lo que quería. Más gritos, más sollozos ahogados en placer y el sudor apareciendo en ambos cuerpos en una ligera capa.

STEPFATHER  (TOM KAULITZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora