vol 2. part 7

1.2K 84 10
                                    

Lucy's point of view.

Esto tenía que ser una puta broma. Aquí estaba, en un ascensor con el mismísimo Tom Kaulitz, quien me había secuestrado prácticamente del pub en el que estaba. Siendo honesta, en cierta manera le agradecía que me hubiese quitado de encima al hombre que me estaba molestando, porque aunque le dije que no, me estaba molestando y no podía hacer que me dejase en paz. Sin embargo, no tenía ningún derecho a cogerme en brazos y sacarme de allí, ¿quién se creía que era? Y peor aún, no pensaba llevarme de vuelta a mi apartamento.

Estaba atascada con él por alguna razón que desconocía. Podría haberme llevado a mi propio apartamento, ¿por qué traerme al suyo?

Mi mirada estaba clavada en su perfil, ya que él tenia la mirada perdida en algún punto del ascensor. Su barba continuaba siendo corta, mientras que su pelo estaba más largo y aún recogido en un moño improvisado. A decir verdad, estaba impecable.

Pero no me importaba. Le odiaba, ¿qué cojones hago aquí? No penséis que me he dejado arrastrar, él es quien me ha forzado a venir aquí y aún no entiendo el por qué.

"Porque no te van a mirar así en mi presencia"

¿Qué cojones quería decir con eso?

Una vez que llegamos a la planta, salimos del ascensor y caminamos hasta la que parecía ser la puerta de su apartamento. Metió la llave en la cerradura y se hizo a un lado para dejarme pasar.

Wow. Su apartamento lucía mucho mejor que el mío. Cuadros, jarrones y alfombras. Además de unos ventanales que invitaban a mirar durante horas aquellas increíbles vistas. ¿Cuánto ganaba? Si mi apartamento parecía caro, no podría imaginar el suyo.

Noté una risa nasal tras de mí, por lo que me giré para quedar frente a él aunque con cierta distancia.

— ¿Qué hago aquí, Tom? —pregunté, colocando mis manos en mi cintura— No tienes ningún derecho a traerme aquí, ¿y para qué?

— Te lo he dicho —repite, caminando hacia mi con lentitud— Nadie va a mirarte así en mi presencia.

— Podías haberme llevado a mi apartamento.

Le notaba cada vez más cerca, con sus ojos en los míos. Me sentía como cuando le conocí, impotente ante la atracción que sentí en el mismo instante.

— No sé qué me ha pasado —susurra, llevando su mano a su rostro, tapándolo durante unos segundos— He sentido.. —le interrumpí, porque intuyo que sé que quiere decir.

— ¿Celos? —pregunté, elevando una ceja.

— No —negó rápidamente— Simplemente no quería que estuvieses allí.

— Esa es la definición de celos —expliqué, caminando por el apartamento con el sonido de mis tacones chocando contra el suelo de mármol— Y ya no soy tu hijastra, ni nadie a quien puedas controlar. Soy adulta y si quiero estar allí, lo estoy.

¿Adulta? Lucy, deja de mentirte. Aún haces sopas con pasta en forma de pequeñas estrellas.

Pero algo era cierto, y es que no era su hijastra, ni él ni padrastro. Sus normas ya no aplicaban a mi persona, ya nada lo hacía.

— No te importó serlo nunca —replicó, esbozando una sonrisa ladeada— ¿A que no?

Cierto.

— No tiene nada que ver ahora —dije, seria— Nada importa ya, Tom. Esto es absurdo, llévame a mi apartamento.

— ¿Quieres quedarte? —preguntó, pillándome por sorpresa— Hay una habitación de invitados al final del pasillo.

No. Quiero irme a mi apartamento y llorar porque voy a dónde voy, Tom Kaulitz está siempre.

STEPFATHER  (TOM KAULITZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora