Lucy aterrizaba en París. Sus maletas ya habían salido del avión y estaba esperándolas en aquellas pasarelas que pasean las maletas por la terminal para que los pasajeros las recojan. El vuelo había sido una pesadilla. Apenas pudo dormir, ya que el dolor en su pecho era demasiado agudo.
Al bajar del avión, se dio cuenta de los distintos mensajes que su madre le había escrito. Los cuales no había recibido por la falta de cobertura a tantos kilómetros del suelo.
Mamá:
"No puedo creer que me hicierais esto"Mamá:
"No te reconozco"Mamá:
"Lo siento, pero me alegro de que te hayas ido"¿Estaba leyendo bien esos mensajes? No pensaba que una madre fuese capaz de hacer algo así. Claro que, en el fondo continuaba pensando que lo merecía.
Había comenzado todo aquello con Tom.., ¿y para qué? Ni siquiera él estaba a su lado para consolarla.
Los mensajes que le había mandado a Tom durante el vuelo, ahora le llegaban. Antes no los recibía, pero ahora sí. Su corazón dio un vuelco, ignorando por completo que estaba en mitad del aeropuerto con la nariz clavada en la pantalla de su teléfono.
Si le llegaban los mensajes, es posible que también las llamadas. Probó a llamarle de nuevo, como las otras dos veces antes de embarcar en el avión. Un tono, dos tonos. Notaba su pulso ensordecedor en su oído, nerviosa.
— Lucy.
Sintió sus piernas flaquear de la misma manera en la que flaquearon al leer su mensaje en su habitación. Tenía tantas cosas que decirle que ahora que realmente podía, se quedó muda.
— Lucy, no me llames. Harás esto más difícil para los dos —explicó Tom. Su tono de voz era calmado, como si nada importante estuviera pasando.
— Yo.. —murmuró, clavando su mirada en cualquier punto del aeropuerto, sintiendo sus ojos aguarse— ¿Por qué? Solo dime el por qué.
Era lo único que le interesaba saber.
¿Acaso no la quería tanto como decía?
— Porque no soporto la idea de que te alejes de tu madre por mi —respondió el castaño.
— Mi madre lo sabe todo —explica Lucy, tratando de mantener el control de la situación y de sus nervios— Me ha echado de casa, Tom.
Silencio. Puro silencio.
— ¿Dónde estás, Tom? —preguntaba la rubia, necesitando saber más de él.
Necesitándole.
— No puedo decírtelo, Lucy —se negó— Es mejor así, ¿está bien? Yo te quiero, lo juro, pero hemos hecho mucho daño y así no puedo.
¿Y ella? ¿Quién cuidaría de ella?
— Te quiero, Lucy Smith —y tras decir eso, cuelga.
Su teléfono cae al suelo desde su mejilla, fracturándose la pantalla. Se arrodilla en el suelo como puede, aún aturdida por la conversación.
— Mierda —gruñe la chica, agarrando el teléfono y echándole un vistazo a la fractura— Joder.
— ¿Estás bien? —pregunta una voz masculina. Tenía unos pies frente an ella, por lo que eleva la mirada y puede ver a un chico mirarla. Tenía una estúpida sonrisa en el rostro como si fuese divertido que su teléfono ahora necesitase reparación.
— No —exclamó la chica, levantándose sobre sus talones y quedando de pie frente a él— ¿Algo más?
Estaba siendo dura con él, pero a decir verdad, no estaba teniendo su mejor día. El chico elevó ambas cejas, sorprendido con los modales de Lucy.
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STEPFATHER (TOM KAULITZ)
FanficSu padrastro y siete años mayor que ella, ese es Tom Kaulitz, el nuevo marido de su madre. Aunque eso no será mucho impedimento para la joven de veintidós años, Lucy Smith.