STEPFATHER (TOM KAULITZ)

vol 2. part 2

Tom's point of view.

— Buenos días, Tom —me saludaba mi secretaria. Le sonreí amablemente y continué con mi camino a mi despacho.

La empresa iba muy bien. Llevábamos unos meses en los que las ventas subían sin parar y nos hacíamos cada vez más populares en el continente. Ciertamente, estaba feliz. Tras el caos que fue mi vida hace un par de años, me sentía algo mejor.

Aunque siendo honesto, no olvidaba por completo a aquella rubia con la que comencé aquel juego estúpido siendo su padrastro; Lucy Smith.

No había hablado con ella en todo este tiempo y la verdad, habían sido muchas las veces en las que había pensado en hacerlo. Mandarle un mensaje, decirle que no la había conseguido olvidar y que lo sentía todo. Sin embargo, no podía hacer eso.

Por otro lado, sí había hablado con Gwen, ya que ambos debíamos firmar el divorcio.

Y eso, sí que fue un auténtico desastre.

FLASBACK:

— Eres un maldito hijo de puta, Tom —exclamó Gwen a través de la línea. Apreté los labios, aceptándolo. No podía negarle nada, ya que llevaba razón— ¿Mi hija? ¿No había otra desgraciada a la que follarte que mi hija?

— Lucy no.., Gwen, no tienes por que hablar así —dije en un tono más relajado, aunque de nada servía, ya que ella estaba visiblemente alterada.

— ¿Que no hable así? —preguntó entre carcajadas amargas— No me jodas, Tom. ¿Y me tengo que enterar por una conversación de teléfono a mis espaldas? Me dais asco.

Como hablaba de mi no me importaba, pero de Lucy.., dolía.

— ¿Por cuánto tiempo estuvo pasando? —preguntó.

Oh, no.

— Gwen, eso no importa —traté de esquivarle, pero insistió.

— ¡Dímelo! —demandó, ahora entre sollozos.

— Semanas después de habernos conocido —susurré en respuesta, sintiendo como esta ahogaba un grito. Había sido gran parte del tiempo que Lucy y yo vivíamos bajo el mismo techo, fingiendo frente a ella— Gwen, yo..

— ¡Ahórratelo! —exclamó, cortándome en mitad de la conversación— No quiero escuchar nada más de ti, ni de ella. Esa maldita malcriada está fuera de mi casa, de mi vida y así lo estarás tú. Te he mandado los putos documentos firmados. Enhorabuena, ya puedes seguir follándote a mi hija.

— ¡Nos queríamos, Gwen! —exclamé, harto de oír la forma en la que hablaba de ella.

— Oh, qué bonito —dijo con ironía. Pase una mano por mi rostro, frustrado— No puede importarme menos lo que digas, todo son mentiras. Púdrete con ella, Tom.

Y colgó.

FIN DEL FLASHBACK.

Fue horrible. Sin embargo, ya todo había acabado. La razón por la que dejé a Lucy atrás era verdad. No quería que tuviese que elegir entre su madre y yo. Aunque, la decisión ya la tomó su madre por ella, abandonándola a su suerte ese mismo día, a sangre fría. ¿Debería haberla acogido? Puede, pero nos haríamos daño. Nosotros no tendríamos que haber estado juntos.

Era demasiado.

Y dos años después, ahí estaba. Sentado en mi oficina, pensando en ella.

— Tienes papeleo —comentó Jenny, la secretaria de mi jefe— Los necesita para dentro de un par de horas.