vol 2. part 4

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Lucy's point of view.

Lucy, ¿estás ya en tu apartamento? —me pregunto Leo desde el otro lado de la línea.

Sí, oficialmente me había mudado a Alemania. Estaba en Berlín y el tiempo que me había recibido era una lluvia fulminante, que había empapado toda mi ropa.

Rebobinamos, ¿no?

Hace tres días, acepté el puesto de trabajo en Berlín. La empresa no tardó en llamarme para explicarme exactamente cuál sería mi papel en aquel gran e importante centro comercial. Sería dependienta en una de las tiendas, siendo esta Tiffany & Company. Genial, ¿no? De nuevo en una joyería, solo que esta vez el sueldo prometía ser muchísimo mejor. Les comuniqué el dilema con el idioma y me recordaron que disponía de un curso intensivo para aprender lo antes posible. Hasta entonces, atendería en inglés ya que en el país era muy habitual que haya un alto conocimiento del idioma. Respire aliviada por esa parte, ya que me preocupaba tener problemas el primer día.

Oh, eso también. Empezaba al día siguiente. Necesitaban una incorporación rápida y esa incorporación, sería yo. Leo y Pierre habían estado buscando apartamentos esa misma tarde que acepté el puesto y se ofrecieron a hacerse cargo del alquiler hasta que pudiese hacerlo yo. Evidentemente, me negué de manera rotunda pero no sirvió, ya que eran bastante testarudos.

Cogí el primer vuelo a la capital alemana y acababa de aterrizar. Empacar toda mi vida de nuevo y trasladarla a otro país empezaba a ser costumbre y esperaba que no hubiesen más veces. Era realmente agotador. Por suerte, todo cupo en tan solo cuatro maletas que tanto Pierre como Leo me ayudaron a trasladar todo el camino hasta el aeropuerto.

Y aquí me hallo, en mi nuevo apartamento y con toda mi ropa empapada, rodeada de maletas que pesaban más que yo.

— Joder —gruñí en lo que sentí mis zapatos ser charcos de agua. A cada paso que daba, un sonido desagradable salía de mis botas— Sí, Leo. Este apartamento es precioso, ¿no es muy caro?

No tienes que preocuparte de esto —dijo rápidamente— Disfruta. Por cierto, ¿mal tiempo?

Terrible. Si mañana no hacía un día soleado, lloraría.

— Malísimo —respondí con un suspiro— Espero que haya mejor día mañana. Necesito buena suerte para mi primer día.

Qué vértigo daba decir aquello.

Ya verás que hará un día genial —dijo positivo— Te dejo instalarte. Llámame después, ¿vale? Te quiero, zorra.

Con eso, colgó. Reí de forma nasal y negué, tirando el móvil al gran sofá en el salón. Necesitaba quitarme las botas ya, o dejaría de sentir los pies.

Me dirigí al baño y me las quité dentro de la ducha, para evitar tener que limpiar. Me desnude rápidamente, sintiendo el frío propio de la temperatura alemana y la lluvia que había caído sobre mi.

Estaba acostumbrada a estar escuchando a Leo cantar o hablar de forma constante, por lo que esto era un gran cambio. Ahora estaba sola. Suspiré y decidí darme una ducha, ¿qué mejor?

El agua caliente caía por mi cuerpo y fue un gran alivio. Mi pelo había sufrido daños por el viento y el agua y esto era justo lo que necesitaba.

Al salir, envolví mi cuerpo en un albornoz, posiblemente de los dueños que habían puesto en alquiler aquel apartamento completamente amueblado y caminé hasta la que sería mi habitación.

Espaciosa y a decir verdad, lujosa. En serio, ¿no era este apartamento muy caro? Empezaba a asustarme la cantidad que Pierre y Leo estaban pagando por mi.

STEPFATHER  (TOM KAULITZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora