Se besaban con intensidad, rozando sus intimidades en lo que Lucy movía sus caderas encima de las del castaño, robándole jadeos que salían de sus labios. Este llevó sus manos a su culo, dando un apretón que hizo a Lucy ahogar un pequeño grito.
— ¿Te ha dolido? —susurró Tom entre jadeos, sintiendo cada vez más calor.
— Puedes hacerlo más fuerte —responde Lucy con una sonrisa ladeada.
Justo la respuesta que Tom buscaba.
— Pero no te lo voy a poner tan fácil —añade, levantándose de encima de su cuerpo y quedando de pie frente a él. Tom la miraba confuso, ya que no entendía qué estaba sucediendo y a qué se refería.
Lucy comenzó a deshacerse de su ropa, empezando por el jersey de lana que llevaba. Su cuerpo comenzaba a quedar expuesto, llevando una camiseta básica blanca debajo. Esta era ceñida, abrazando sus curvas y sus pechos protegidos por el sujetador. El castaño se relamió los labios, escaneando cada parte de su cuerpo.
Se quitó la camiseta con lentitud, quedando en sujetador. Era aquel lencero que había comprado el día de su cumpleaños y el que más amaba Tom. Sintió su miembro endurecerse bajo sus pantalones ante aquella vista, la necesitaba. Lucy entonces llevó sus manos desde su pecho hasta sus pantalones pasando por su abdomen, dando leves caricias. Estaba provocándole y estaba claro. Desabrochó el botón y comenzó a bajarlos por sus piernas, dejando a la vista un tanga del mismo color que el sujetador.
Parecía preparado.
— Lucy, deja de jugar y ven aquí —gruñe Tom, acomodándose sobre sus codos en la cama. La miraba con deseo, mordiendo su labio inferior.
— Quiero ver cuánto aguantas —comenta esta con diversión, levantando ambos pies del suelo para deshacerse de sus pantalones del todo. Estaba en ropa interior, únicamente— ¿Puedes aguantar, Tom?
Aquella vista ya era suficiente para volver loco a Tom. Lucy sabía que tenía toda su atención y que le podían las ganas, pero quería aprovechar el momento al máximo. Este llevó sus manos a sus pantalones, tratando de desabrocharlos para poder proporcionarse algo de placer a sí mismo, pero Lucy rápidamente negó con la cabeza.
— No puedes tocarte —susurra en aquel tono sensual, apoyando su mano sobre la de Tom— No hasta que lo diga yo.
— Lucy, por favor —respondió este en un gruñido, echando hacia atrás la cabeza contra las almohadas— Estoy demasiado duro.
— ¿Cuánto quieres follarme, Tom? —inquirió Lucy, bajando uno de los tirantes de su sujetador, dejando un hombro liberado.
Luego el otro, hasta solo quedar el broche de su espalda para dejar expuesto su pecho. Lleva sus manos a su espalda, y en tan solo un segundo, el sujetador cae al suelo con el resto de su ropa. Sus pezones estaban duros, erizados. Tom clavó su mirada en ellos y dejó salir un suspiro de entre sus labios.
Si no follaban ya, se volvería loco.
— Mucho —susurra Tom tras unos segundos, respirando pesadamente— Mucho, joder.
Lucy llevó sus manos al elástico del tanga, tanteando al mayor. Ella misma sentía su intimidad completamente húmeda, necesitada de toque, pero aguantaría por tan solo torturar a Tom un poco más.
Finalmente lo baja, levantando ambos pies de nuevo para que no le molestara. Estaba desnuda frente a él, sin nada que pudiera taparla. La boca de Tom se hacía agua, el cuerpo de la rubia siempre sería su perdición, como en el momento.
— ¿Me harás gritar? —susurra, acercándose a Tom con lentitud.
— Hasta que te quedes sin voz —respondió este con deseo, viendo el cuerpo de Lucy trepar sobre el suyo de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
STEPFATHER (TOM KAULITZ)
FanfictionSu padrastro y siete años mayor que ella, ese es Tom Kaulitz, el nuevo marido de su madre. Aunque eso no será mucho impedimento para la joven de veintidós años, Lucy Smith.