STEPFATHER (TOM KAULITZ)

vol 2. part 13

Tom's point of view.

Estaba muy excitado, demasiado. El cuerpo de Lucy sobre el mío me pedía embestirla hasta oírla gritar, como a mi me gustaba. Sin embargo, varias razones me hicieron reflexionar incluso en un momento como este.

Lucy estaba borracha. No sabía cuánto, pero no pensaba hacer algo así con ella estando en estas condiciones. Segundo, no quería que se arrepintiese de esto, de nosotros. Pensaba esperar hasta que decidiese qué hacer con lo que fuera que hubiese entre ambos.

No pensaba faltar a mi palabra. No solo buscaba sexo con ella, buscaba más cosas y la manera de demostrarlo, era parándola.

— No —gruñí, elevando su cuerpo del mío y deslizándola en el asiento del copiloto. La oí suspirar— Lucy, no quiero que hagamos esto estando tú así.

Me miró con decepción y.., ¿alegría? Ambos queríamos esto, lo sé. Yo la deseaba con todas mis fuerzas y pararla había sido difícil, pero no estaba bien. Sé que el fondo piensa igual, por lo que debía respetarla aunque no lo estuviese pidiendo.

— Joder —gruñó con fastidio— ¿Ahora quieres ser bueno?

— Siempre debí serlo contigo —dije en un suspiro— Estoy haciendo lo que debo.

Me miró en silencio de nuevo, reflexionando supongo. Intentó tapar su cuerpo, bajando su vestido que aún seguía en su cintura a causa de haber estado sobre mi.

— Pero yo quiero esto —espetó, dando una leve palmada en su muslo— Y tú también lo quieres.

Señaló mi miembro, el cual estaba erecto y pidiendo su atención. Sin embargo, prefería sentir la presión de una erección que verla arrepentirse de hacer algo conmigo en sus condiciones.

— Sí, pero mañana pensarás distinto —dije en un tono más calmado— Te quiero, Lucy. Quiero cuidarte, respetarte.

Podía ver en sus ojos un brillo nuevo. Todo el deseo en nuestro cuerpo se desvaneció, convirtiéndose en emociones distintas.

— Tienes razón —susurró, bajando su rostro hasta clavar su mirada en sus pies— Lo siento, Tom, yo..

— No tienes que disculparte por nada —me apresuré a decir— Ambos queríamos esto pero.., prefiero esperar y disfrutarlo plenamente.

Subió su rostro de nuevo para mirarme, esbozando una tímida sonrisa.

— ¿Puedes llevarme a casa? —preguntó, jugando con sus dedos sobre sus muslos.

— Claro —acepté arrancando de nuevo el motor y dirigiéndonos a su apartamento.

— A tu casa —aclaró, elevando su voz. Giré el rostro para mirarla, dejando salir una sonrisa— Si quieres.

— A mi casa entonces —dije asintiendo levemente y acelerando un poco más.

El camino fue silencioso. Miraba el paisaje a través de la ventana a su derecha, mientras que yo conducía en dirección a mi apartamento.

No voy a mentir, antes que el sexo, prefería la intimidad de dormir junto a ella. Puede sonar extremadamente romántico o "cheesy", pero era el efecto que tenía en mi.

Había aprendido mucho estos días. Mucho sobre mis sentimientos, lo que quería. Eché la vista atrás, cuando la tuve que dejar en Los Angeles tras decidir que lo mejor era irme solo. ¿Cómo pude ser tan estúpido de pensar eso? De creer que mis sentimientos por Lucy podían evadirse, evaporarse. Creí que era una niña y un simple capricho.., pero al volver a verla me di cuenta de que era yo el iluso.