Dos días desde el partido. Dos días en los que Lucy no sabía qué hacer para llamar la atención de Tom. Este parecía rechazarla cada vez, manteniendo que eran familia y aquello estaba mal.
Se encontraba en su habitación, dándole vueltas a la cabeza como acostumbraba. Eran cerca de las siete de la tarde cuando por fin recibió un mensaje de Leo, quien trataba de ayudarla y aconsejarla.
Aconsejarla a que siguiera en su plan macabro de seducir a su padrastro. No era el mejor consejo a nivel ético, pero la aconsejaba de todas formas.
Leo:
"Mi amor, no te compliques. Los hombres no necesitan nada elaborado. Utiliza esas armas de "femme fatale" que tienes y tanto te ha servido con los chicos. Tom no va a ser diferente"Leo:
"Por cierto, tengo una semana libre antes de empezar y voy a ir a verte a Los Angeles, echo de menos verte la cara. Mi vuelo sale mañana, avisa a Gwen por mi"Leo volvía. Su sonrisa se hizo presente en el instante. No es que se sintiese sola, pero el chico solía estar día tras día a su lado, y de repente, no estaba nunca.
Lucy:
"Así podrás conocer a Tom"Leo:
"Créeme, lo he pensado mucho. Boy is hot!"Carcajea ante el último mensaje. No le faltaba razón, Tom era uno de los hombres más atractivos que había conocido nunca.
Decidió salir de su habitación y avisar a su madre, ya que asumió que el chico se quedaría en su casa en vez de en un triste y solitario hotel.
Baja las escaleras para encontrarse una escena que ojalá no haber presenciado. Tom y su madre, compartiendo un beso pasional. Esta abrazaba su cuello, acercándose aún más a él. El castaño acariciaba sus piernas por encima de la tela de los pantalones, haciéndoles reír en mitad del beso.
Lucy se cruza de brazos, elevando una ceja y chasqueando la lengua. No podía evitarlo, quería estar en su lugar.
Carraspea su garganta, dando leves toques en el suelo con su pie y esbozando una sonrisa falsa en el momento en el que ambos detectan la presencia de la rubia.
— Cariño, perdona —ríe su madre con nerviosismo, alejándose de Tom— No sabíamos que estabas ahí.
Tom la miraba, inexpresivo. La mirada de Lucy estaba inundada en celos y solo él parecía darse cuenta, aunque no diría nada.
— Solo quería avisar de que Leo vendrá mañana a pasar una semana, ¿no te importa, no? —preguntaba la chica con un puchero. Gwen sonríe y niega.
— Claro que no, ¿a que no, Tom? —este niega, levantando ambas manos en el aire, dejando ver que no pensaba oponerse— En esta casa adoramos a Leo.
Lucy sonríe, acercándose y abrazando a su madre, quien estaba de espaldas a Tom. Las miradas de Lucy y el castaño se cruzan en ese momento. Había muchas cosas que esta quería decirle y no podía, pero Tom con tan solo mirarla a los ojos, las sabía todas.
Debido al secreto que ambos guardaban, era fácil deducir lo que esta quería decir con cada mirada.
— Por cierto, tengo que salir a comprar ciertas cosas, para que tengamos comida para todos —anuncia Gwen, separándose de Lucy y girándose para poder mirarles a ambos— ¿Me acompañas?
Se dirigía a Lucy. Esta mira durante una fracción de segundo a Tom y niega.
— Me voy a quedar —dice. Su madre asiente, asumiendo que deberá ir sola.
— Pues le harás compañía a Tom —comenta Gwen con una sonrisa cálida. Lucy vuelve a mirar a Tom, esta vez con cierto fuego en sus ojos.
Se quedarían solos de nuevo.
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STEPFATHER (TOM KAULITZ)
FanfictionSu padrastro y siete años mayor que ella, ese es Tom Kaulitz, el nuevo marido de su madre. Aunque eso no será mucho impedimento para la joven de veintidós años, Lucy Smith.