part 15

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Lucy le miraba con los ojos llenos de distintas emociones. Las palabras de Tom era algo que no pensaba que fuese a oír nunca, porque siempre negaba todo lo que pudiera parecerse.

Tom la miraba esperando una respuesta. Después de aquella confesión se sentía algo expuesto y desnudo. Todo aquello estaba mal, muy mal. Pero, ¿a quién iban a seguir mintiendo? Podían tratar de mantener distancia, pero cuando Lucy quería que la hubiese, Tom no podía mantenerla. No podían alejarse el uno del otro. Lo habían intentado pero era imposible.

— Tom —dice Lucy, mirando hacia sus manos, las cuales descansaban sobre sus muslos— Yo.., no puedo alejarme de ti. Pensé que.., pensé que acostándome contigo se quitaría la obsesión por estar contigo, pero fue al revés.

El mayor le escuchaba atentamente, sintiendo su corazón en su garganta.

— Lo he intentado, de verdad —continúa diciendo la joven— Pero no puedo. Me.., me duele estar lejos de ti. Es estúpido y para ti seré una niñata consentida, pero no puedo alejarme de ti y cada vez que lo intento es más difícil. No sé qué vamos a hacer —suspira, tapando su rostro con sus manos— No quiero hacer daño a mi madre, pero tampoco puedo dejar de pensar en ti y en querer estar a tu lado.

Sin tiempo previo para pensar en qué decir y cómo decirlo, sentía que todo lo que estaba diciendo le estaba haciendo quedar en ridículo. Se sentía avergonzada. Sin embargo, las manos de Tom destapan su rostro y elevan su barbilla para que pudieran mirarse a los ojos.

— No sé qué vamos a hacer si no nos podemos alejar del otro —comienza a decir Tom, con expresión mental pero con tono suave— Pero.., podemos seguir como estamos.

¿Estaba oyendo bien?

— Tú quieres y yo quiero —continúa— Y hacemos el estúpido negándolo y tratando de que no pase más.

No podía creer que era el mismo Tom el que estaba diciendo todo aquello.

— Soy débil cuando me tocas, Lucy —finalizó, clavando su mirada oscura en ella. Esta muerde su labio inferior y sin decir nada, le besa.

El beso era tierno, aunque tenía algunos toques salvajes. Lucy abre las piernas, dejándole hueco entre estas para que estuviesen más cerca el uno del otro. Abraza su cuello, atrayéndole a su cuerpo. Tom agarra su cintura, dando leves caricias a medida que el beso continuaba.

— Necesitaba esto ya —susurra Lucy al separarse unos centímetros de sus labios.

— Esto está tan mal pero.., no puedo evitarlo —susurra ahora Tom, juntando su frente con la de ella— Me importas.

Le importaba Lucy. Más de lo que admitiría por el momento.

— Y tú a mí, Tom —dijo Lucy, devolviendo el comentario— ¿Desayunamos?

Ja —respondió el mayor en alemán. Lucy le miró con confusión a la vez que con diversión al bajar de la encimera y caminar en dirección al salón— Du bist so schön.

— ¿Tom? —carcajea la rubia, frunciendo el ceño— ¿Acabas de hablar en alemán?

— Puede —respondió este, llevando una gran bandeja de comida hasta el salón, dejándola en la mesa frente al sofá.

— ¿Y qué has dicho? —cuestionó la rubia, sentándose cruzada de piernas sobre el sofá— ¡Dímelo!

— No —se negó rápidamente Tom, carcajeando— Aprende alemán y lo sabrás.

— ¿Sabes lo difícil que es el alemán? Tardaría meses —carcajea la chica, dándole un leve golpe al hombro de Tom al este sentarse a su lado— Dímelo, por favor.

STEPFATHER  (TOM KAULITZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora