Lección.

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***

Cuando terminó la fiesta, se despidieron en la puerta de la discoteca.

—Kaminari está muy mal, voy a acompañarlo a casa.—Dijo Sero haciendo de apoyo para su amigo, que estaba inconsciente.

—Yo acompañaré a Katsuki, quiero asegurarme de que mi novio llega a casa sano y salvo.

—Nosotras nos vamos juntas, ¿verdad, Hagakure?

Mina miró a la muchacha esperando su respuesta y ésta contestó:

—Lo siento, Ashido.—Pero me iré con mis amigos que están dentro del pub y tal vez estén preocupados.

—Oh, entiendo...

Toru notó que estaba triste y, para animarla, le dijo:

—¡No estés triste, Ashido!—Ambas tenemos el número de teléfono de la otra, así que podemos vernos cuando podamos.

Sus palabras fueron efectivas y la de cabello rosado sonrió.

—¡Claro!

Finalmente, Hagakure se despidió de todos dejando al grupo.

—¿Y ahora qué harás?—Le preguntó Kirishima.

—Me iré con Sero y Kaminari.

Su respuesta calmó a sus amigos, que no querían que ella volviera sola a casa.

—Estoy jodidamente cansado, Eijirou y yo nos vamos.—Nos vemos el lunes.

—Nosotros también, hasta el lunes.—Dijo Hanta.

Se separaron y, cuando el demonio y el rubio cenizo estuvieron lo suficientemente alejados, Kirishima dijo:

—Katsuki, ¿realmente estás cansado?

El mencionado se volteó para responder:

—No, era una excusa para irnos.—Necesito recibir mi castigo por ser un mal novio, ¿no crees~?

—Sí, estás en lo cierto.—Tengo que enseñarte una lección.—Dijo sonriendo lujuriosamente.

Bakugou le sonrió de la misma forma y se abrazó del cuello de su novio para besarlo apasionadamente.

—Te amo, Ei.

—Y yo a ti.

Volvieron a besarse apoyados contra una pared de la calle.

—Oye, Eijirou... Nos vamos a tu casa, ¿cierto?

—Sí, claro.—No quiero ir a tu piso y encontrarme a tu compañero.

—Yo tampoco. Ese imbécil sería capaz de interrumpirnos.

—Sí... Él parece capaz de eso.—Dijo celoso.

Bakugou sintió los celos del demonio y le dijo:

—No estés celoso. Sabes que eres el único para mí~

—Mm. No sé yo eso.—Parecías estar muy cómodo junto al chico del pub.

—Oh, venga. ¡Eso fue por el reto!

—Pero no tenías que ser tan amigable con él.—Podrías simplemente haber agarrado el vaso e irte, no hablando con él tanto rato.

—Es que hubiera sido un poco feo irme con el vaso directamente.

—Vaya, qué considerado.—Dijo con ironía.—Sigamos caminando, voy a follarte hasta el hartazgo esta noche.

Katsuki se mordió los labios por la excitación y tomó la mano de su amado para digirirse a su casa.

El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora