¿Otro demonio?

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***
La mañana siguiente fue como otra cualquiera, no sucedió nada especial pero Eijirou notaba que no podía dejar de mirar a Katsuki.

Se sentía como hipnotizado por la belleza de éste.

"Tan hermoso..."

Entonces Denki se acercó a él y lo llamó, haciendo que el demonio diera un respingo.

—¡Kaminari!

—Jajaja. ¿Te asusté?

—N-no, solamente estaba un poco distraído.

—Sí, lo sé. No dejas de mirar a ese dios griego que es Bakugou~

Eijirou se sorprendió. ¿Tan obvio estaba siendo?

—Y-yo, no es eso.

—Sí, lo es~—Él te gusta pero no entiendo por qué lo niegas, ¿acaso eres un gay en el armario? ¿O eres homofóbo?

—¡Nada de eso!—Es sólo que es la primera vez que siento esto.

El rubio del mechón negro se sorprendió y le preguntó:

—¿Estás diciendo que es la primera vez que te has enamorado?

—Sí, nunca me había pasado.

—¡No te preocupes!—¡Soy un experto en el amor!—Aseguró Kaminari poniendo una mano sobre uno de los hombros del chico de dientes afilados.

Kirishima tenía dudas de lo que estaba diciendo su amigo mas decidió darle una oportunidad.

—Vale. ¿Y qué consejo me das?

—Conozco a Bakugou desde hace tres años y te recomiendo que seas paciente y constante con él.—Muestra interés en todo lo relacionado con Bakugou.

En contra de todo pronóstico, los consejos que acababa de decirle Denki parecían bastante razonables y lógicos.

—Gracias, Kaminari. Seguiré tus consejos.—Dijo con una amplia sonrisa.

—¡Bien hecho!—Por cierto, Kirishima. ¿Tú entendiste algo de la clase de sistemas distribuidos?

—No, nada.—Apenas entiendo nada, por eso esta tarde he quedado con Bakugou en su piso para que me explique.

—¡Qué suertudo!—Bakugou detesta explicarle a la gente, ¿cómo lo convenciste?

—Le dije que le compensaría como él quisiera y que no me negaría a nada.

El rubio del mechón en forma de rayo, puso una cara pervertida; pues lo que Eijirou acababa de decirle sonaba como algo con doble sentido.

—Oh~ ¿Qué tienes pensado~?

El demonio parecía confundido y sólo contestó:

—Eh... No sé, como me diga.

—Qué atrevido~

—¿Atrevido? ¿Por qué?

Una vez más, Kaminari se burló de la inocencia del demonio y le dijo:

—Es mejor que no te lo diga, me sentiría culpable por corromper a una persona tan inocente como tú.—Por cierto, tengo que ir a comprarme el almuerzo, ¿vienes?

—No, más tarde iré.

—¡Vale!

Denki salió del aula y, a los pocos segundos, Katsuki se acercó a Eijirou.

—Kirishima.

Al oír al chico que le traía loco pronunciar su apellido, se ruborizó y le contestó:

—He-hey, Bakugou.

El rubio cenizo lo miró seriamente y le preguntó:

—¿Qué tanto hablabas con Kaminari?

No esperaba aquella pregunta mas no tuvo inconveniente en decirle.

—E-estábamos hablando de los estudios y de ti.

Katsuki se mostró incrédulo. ¿Por qué iban ellos a hablar de él?

—¿De mí? ¿Por qué?

—Porque... ¡Quiero conocerte mejor!—Eso es todo.

—Pues esta tarde, si durante la clase que te voy a dar, demuestras tener cerebro; cuando acabemos podremos hablar tanto tiempo como quieras.

—¡¿De verdad?!—Dijo emocionado.

—Sí.

—¡Entonces me esforzaré mucho!

Katsuki, al verlo tan emocionado por querer saber más de él; no pudo evitar sonreír de forma orgullosa.

"Creo que este año voy a conseguir un novio pelirrojo."

Más tarde, Bakugou le propuso ir a la cafetería juntos y el pelirrojo aceptó gustosamente.

***

Horas después, llegaron las cinco de la tarde y Eijirou ya se encontraba en el portal del piso de Katsuki.

>¿Eres tú, Kirishima?

—¡Sí!

Entonces el rubio cenizo apretó el botón del interfono, permitiéndole así el acceso al edificio. A continuación, subió al ascensor para llegar hasta el cuarto piso, donde el susodicho vivía y llamó al timbre para que le abriera la puerta.

—Hola, Kirishima. Entra.

—¡Hola, Bakugou! ¡Con permiso!

Katsuki cerró la puerta y se dispuso a llevar al pelirrojo hacia su cuarto.

—Sígueme.—Le dijo al demonio.

Éste asintió y fue tras el humano, pudiendo así tener la oportunidad de apreciar la masculina espalda y los glúteos del muchacho.

"Tentador."—Pensó al verlo.

Todo iba bien de camino al dormitorio hasta que, por ir distraído, se chocó con Shindou.

—Oh, lo siento. Estaba distraído.—Se disculpó Kirishima para, inconscientemente, elevar sus ojos y conectar su mirada con la del chico de cabello azabache.

Al mirarse los dos fijamente, Eijirou pudo darse cuenta de que el compañero de piso de Bakugou no era humano.

Obviamente Yō también descubrió que él era un demonio, lo que hizo que sonriera de una forma macabra.

—No te preocupes, no es nada.—Por cierto, ¿tú eres Kirishima, verdad?

Al pelirrojo no le gustó nada Shindou. Lo percibía como un demonio intimidante y con muy malas intenciones.

—Sí, el mismo. Pero, ¿cómo sabes quién soy?

—Bakugou me ha hablado sobre ti, dijo que vendrías esta tarde.

—Oh, entiendo. Encantado de conocerte, Shindou.

—Lo mismo digo, Kirishima.—Dijo sonriendo cínicamente.

Los demonios estrecharon sus manos y luego se apartaron rápidamente.

—Yo me tengo que ir, que os vaya bien con la tarde de estudio.

Se despidieron y Eijirou volvió al lado de Katsuki, quien no le había dirigido la palabra a Shindou.

—Perdón, Bakugou. No quería ser maleducado.

—Tranquilo, no hace falta que te disculpes. Sólo entremos de una vez a mi dormitorio.

—Claro, vamos.

Se adentraron en el cuarto y prepararon todo para la sesión de estudio

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!









El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora