El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]

Estrategia.

***

Katsuki estaba apoyado contra la pared del dormitorio de su novio esperando a ser penetrado por el susodicho, que lo estaba preparando.

—Ng... Ei...—Ha-Hazlo ya...

—V-Voy...

Acto seguido, sacó sus dedos del interior de su amante y los sustituyó por su pene.

—¡Ah! ¡Aah!

—Aah... Katsuki...

—Eijirou... Mm...—M-Más rápido...

El príncipe demonio no hizo esperar al híbrido de demonio e incrementó las embestidas que le propinaba.

—¿A-Así está bien, Katsuki? ¿Cómo se siente?—Le preguntó sin dejar de mover sus caderas.

Bakugou tardó un rato en responderle debido a que el pelirrojo no le daba tregua y le costaba hasta pensar.

—¡Aah... Ah!—¡Se siente de maravilla! ¡Ah!

—¡Ah! ¡Katsuki! ¡Katsuki!

—Mm... Bésame, Eijirou.

—S-Sí, Mi Katsuki.

Kirishima lo besó sin dejar de penetrarlo, acto que hizo que tuvieran que ahogar sus gemidos.

"Amo a Eijirou. Es el mejor del mundo."—Pensó durante el beso.

Cuando finalizaron el beso, el demonio lo penetró salvajemente hasta que alcanzaron el clímax.

—Espera, Katsuki. No te muevas, te llevaré a la cama.

—No, yo puedo ir solo.

—Lo dudo.

—¡Pero...!

Kirishima ignoró sus quejas y lo tomó para dejarlo en la cama con sumo cuidado, como si Bakugou fuera una delicada pieza de porcelana.

—Hoy vamos a descansar lo que resta de día, tenemos que estar completamente bien para mañana.

—Lo sé, por eso aprovecha para abrazarme y mirarme todo lo que quieras porque después no sabemos cuándo tendremos tiempo para esto.

—Sí, tienes razón.—Me aprovecharé de Mi Katsuki~

El demonio no desaprovechó y le dio tanto amor a  Bakugou como le permitió su cansancio, quedando los dos dormidos y abrazados hasta el día siguiente.

***

A la mañana siguiente no perdieron el tiempo y se vistieron en tiempo récord para poder reunirse con los reyes del infierno, quienes acababan de citarlos.

—Eijirou, Katsuki. Tenéis que ir a la ciudad de Nauha pero cada uno por separado.

—¿Qué?—¡Pero padre! ¡Katsuki es un novato aquí!

—Ya lo sé, hijo. Pero es necesario que vayáis por separado.

—¡Pero...!

—Nada de peros. Tú irás a la zona norte de la ciudad y Katsuki a la zona sur, ¿ha quedado claro?

—Sí, padre.

—Sí, suegro.

—Pues si ya lo habéis entendido todo, podéis marcharos.—Dijo Daiki abriendo un portal para ellos.

Los jóvenes traspasaron al portal con su forma demoníaca y, antes de separarse, el rubio cenizo le dijo a su novio:

—Ei, cuídate mucho.