El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]

La ira de Eijirou.(Corregido)

***

Bakugou se alejó del lugar andando deprisa y sin mirar atrás. Sintiéndose liberado por haberse deshecho de un jefe acosador.

"Encontraré un trabajo mejor. Aunque, esta vez, investigaré más la empresa para asegurarme de no encontrarme a un bastardo así de nuevo."

Por otra parte, en la casa de ambos, su novio estaba leyendo el mensaje y se quedó sorprendido, pues era extraño que el rubio cenizo saliera tan temprano de su trabajo.

—¿Le habrá pasado algo?

Eijirou se sentía mucha preocupación,  así que lo llamó.

"Contesta, Katsuki. Por favor."

Afortunadamente, el híbrido de demonio respondió rápido y pudo hablar con él.

>Ei, ¿leíste el mensaje?

—Sí, y estoy preocupado. ¿Qué ha pasado?

>El bastardo de mi exjefe ha intentado follarme con la excusa de ser el mejor empleado, como si fuera un premio. Le he golpeado y he huido de allí.

—¡Ese hijo de puta! ¡Tengo que matarlo ahora mismo!

>Hazlo. Ese cabrón merece morirse pero, ¿no te meterá eso en problemas?

—No, no te preocupes.—Yo me encargo, tú ven a casa y seguimos hablando porque ahora me estoy cabreando demasiado.

>De acuerdo. Ahora nos vemos, Eijirou.

—Por supuesto, Mi Katsuki. Nos vemos, te quiero.

>Y yo a ti, Mi querido Eijirou.

Cortaron la llamada y Kirishima se dispuso a salir ya que no podía quedarse de brazos cruzados, así que decidió teletransportarse al lugar de trabajo de Bakugou.

Cuando llegó, se hizo invisible para el ojo humano, ya que no quería ser descubierto y tampoco quería abusar del poder de borrado de memoria, pues éste consumía bastante energía.

"¡Lo mataré!"

Para encontrar al jefe de su amado, rastreó el olor que había dejado el híbrido de demonio, que llegaba hasta un despacho.

"Creo que lo he encontrado."

El pelirrojo se concentró en el despacho y se teletransportó una vez más.

"Antes de matarlo tengo que asegurarme de que es él a quien le tengo que dar una paliza."

Entonces procedió a volverse visible, usar sus poderes para insonorizar la estancia y abrir la puerta sin importarle lo más mínimo que el otro estuviera herido, preguntó:

—¿Es usted el jefe de este lugar?

El hombre del local lo observó y, con desconfianza, cuestionó:

—¿Quién es usted?

—Soy Kirishima, el novio de Katsuki Bakugou y he entrado aquí para buscarlo, ya que está tardando mucho en salir pero no lo veo por ningún sitio, ¿sabe algo?

El jefe frunció el ceño y contestó:

—¿De verdad no lo has visto salir?

—Lo digo totalmente en serio. ¿Ha pasado algo?

"Creo que puedo engañar a este chico, él se ve buena persona e ingenuo."

El exjefe quiso aprovechar la situación creyendo que Eijirou no sabía nada de lo que había sucedido entre ellos.

—Verás, Kirishima. Lo que ha pasado es que Bakugou me ha pedido un aumento insinuándose pero, como lo he rechazado, no se lo ha tomado nada bien y me ha golpeado.—Sólo mira cómo quedé por hacer lo correcto.

"Mentiroso. Está intentando manipularme para ponerme de su lado. Voy a ver hasta dónde es capaz de llegar."

—¿En serio?—Me parece extraño que Katsuki haya hecho algo así.

—Pues lo hizo y no sé si denunciarlo.

—¡No, por favor!—¡Haré lo que sea, pagaré los gastos médicos si es necesario!—Dijo el joven de dientes afilados fingiendo creerse todo.

—Así que... Lo que sea, ¿cierto?

—Sí, con tal de que no lo denuncie.

El contrario lo miró de arriba abajo y contestó:

—Muy bien.—En ese caso, acércate. Veamos que eres capaz de hacer con tu boca.

Eijirou actuó como si fuera a obedecerlo, agachándose y convirtiéndose en demonio.

—¿Qué...?—Dijo sorprendido cuando vio que el pelirrojo adquiría un aspecto extraño.

—Pareces sorprendido, humano.

—¿E-Esto es una pesadilla?—¡¿Qué eres tú?!—Gritó levantándose de la silla para alejarse del demonio.

—Soy el príncipe del infierno y vengo a castigarte por lo que le has hecho a mi novio. Vas a pagarlo muy caro.—Dijo acercándose a él.

El hombre se asustó y gritó:

—¡Socorro! ¡Socorro!—¡Qué alguien me ayude!

Eijirou se rió de él y dijo:

—Puedes gritar todo lo que quieras, nadie va a venir a ayudarte.

—¡Aaah...!—Gritó al ver que Kirishima se lanzaba hacia él para atacarlo.

El pelirrojo atacó con fiereza a aquel humano que había intentado propasarse con su rubio cenizo y lo mató.

Cuando terminó, hizo uso de su magia para borrar al jefe de la memoria de los empleados del lugar y luego se deshizo del cuerpo del hombre abriendo un portal que hizo aparecer en la cueva de una montaña que era difícilmente accesible para los humanos.

—Te veré en el infierno, basura.—Dijo cerrando el portal para abrir otro  que lo hizo aparecer en la casa que compartía con su ahora novio.

El príncipe del infierno fue a buscar a su novio, que se encontraba en el salón.

—¡Katsuki!—Exclamó yendo hacia él para abrazarlo.

Bakugou correspondió al abrazo del contrario, que le preguntó:

—¿Estás bien? ¿Te llegó a tocar?

—Estoy bien pero ese bastardo me cabreó. Y no, no se lo permití.

—Menos mal...—Suspiró aliviado.

—Sin embargo, hay algo que quiero saber.

—Dime, Katsuki. ¿Qué quieres saber?—Le preguntó mirándolo a los ojos.

—¿Lo mataste?

—Sí, e hice un borrado de memoria de los empleados y luego abandoné el cuerpo de ese imbécil en una montaña de difícil acceso. ¿Qué te parece?

El híbrido de demonio, lejos de escandalizarse, besó a su novio con pasión y le contestó:

—Me parece muy bien, creo que te mereces una recompensa. ¿Algo que quieras?

—Sí, a ti. Quiero marcar tu cuerpo para que nadie más se te acerque. Odio cuando eso pasa.

—Hmp. Sabía que dirías eso.—Tómame.—Dijo extendiendo sus brazos para que Eijirou lo cargase.

El joven de dientes afilados captó el mensaje y se lo llevó con él al dormitorio.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!