El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]

Vivir juntos.(Corregido)

***

A la mañana siguiente, durante el desayuno; los novios se dispusieron a conversar.

—Oye, Ei. Ahora que me he quedado sin compañero de piso, ¿por qué no vivimos juntos aquí?

—¿Aquí?

—Sí, vete de esa casa tan pequeña y quédate aquí conmigo. Es más espaciosa.

—Mmm... Está bien pero tengo que avisar a Mirio y a mis padres.

—Vale, pues escríbeles.

—¿Y no te importa que aparezcan aquí?

—No. Además, ya se apareció en esta casa tu padre hace poco, así que no me asustaré si aparece un demonio aquí.

—De acuerdo, esta tarde contactaré con ellos.

Bakugou asintió y sonrió feliz al saber que el pelirrojo había aceptado su propuesta.

"Genial. Así podremos hacerlo más a menudo~"—Pensó feliz el híbrido de demonio.

Eijirou observó a su amado y se enterneció al verlo contento.

"Qué lindo es Mi Katsuki."

Sintió el impulso de besarlo y así lo hizo.

—Te amo, Katsuki.

—Y yo a ti, Eijirou.

Se dieron otro beso y luego se prepararon para irse a la universidad en autobús.

"¡Estoy tan feliz! ¡Podré estar con Katsuki todos los días a partir de ahora! ¡Jódete, Shindou!"—Pensó sentado junto a Bakugou en el autobús agarrado de una de las manos del susodicho.

***

Ya por la tarde, Eijirou abrió un portal en su nuevo hogar para ir trayendo las cosas de su antigua casa.

"Pensaba que había traído pocas cosas pero han resultado ser bastantes más de las que creí."

Al joven de dientes afilados cada vez le quedaban menos pertenencias por dejar.

—Ya he traído todo, ahora le escribiré a Mirio y a mis padres.—Dijo sentándose en el escritorio de su novio.

Redactó la primera carta para sus padres, pues debía informarles de su investigación, aunque no había avanzado demasiado.

"Bueno, puedo inventarme algunos hechos y omitir que he matado a otro demonio."—Pensó cuando empezó a redactar la carta dirigida a sus padres.

No iba a mentir en todo, simplemente tenía intención de poner una cantidad de información que fuera satisfactoria para sus padres.

Tuvo que redactar la correspondencia varias veces hasta que le quedó como quería y, finalmente, la envió.

A continuación, procedió a escribirle a su amigo Togata; al que solamente tuvo que informarle de que se mudaba a otra casa y le escribía la nueva dirección.

—¡Terminé!—Exclamó triunfante mandando la carta.

—Estoy cansado, voy a dormir. Ya estudiaré luego.

Dicho esto, se acostó en la cama de Katsuki y se quedó dormido a los pocos segundos.

***
Unas horas después, Bakugou salió del trabajo y, de repente; sonó su móvil.

—Es el viejo... ¿Qué querrá?

Apretó la opción de aceptar llamada y dijo:

—Hola, viejo, ¿qué quieres?