Hora de la verdad(II).

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***

El príncipe demonio se había quedado sin palabras, ¿qué se suponía que debía responderle?

"Tengo que decir algo para desviar su atención sobre ese tema."

—Katsuki, no sé de quién estás hablando.

—¿De verdad?—¿No recuerdas a ese tipo de cabello bicolor que coqueteó conmigo en el bar a causa del reto?

Kirishima estaba tenso, mas siguió negándolo.

—¿Cómo que no?—Tú lo mataste en tu forma demoníaca en un callejón oscuro cercano a la hamburguesería en la que trabajo.

De repente, el pelirrojo se levantó de una sintiéndose asustado y, a la vez, sorprendido por las palabras de su amado.

—¿Cómo es posible que lo recuerdes?

El rubio cenizo lo miró confundido y cuestionó:

—¿Por qué no debería recordarlo?—Sucedió hace poco.

—No lo entiendes, el asunto no es el tiempo que ha transcurrido desde entonces, sino que no deberías recordarlo por el hechizo de borrado de memoria.

—Ya veo... ¿Y qué significa que pueda recordarlo?

—No lo sé pero ya hablaré con alguien de confianza.—De todas formas, si eres consciente de que soy un demonio, ¿no tienes miedo?

—La primera vez que te vi con tu forma demoníaca, me asusté.—Pero, cuando me calmé, reflexioné sobre ello y ha llegado a la conclusión de que no debo temerte porque me amas y eres muy lindo.

Al de dientes afilados le conmovieron sus palabras y preguntó:

—¿Piensas que soy lindo a pesar de haberme visto en mi forma más aterradora y después de haber asesinado a una persona?

—Lo eres. Además, ese imbécil se lo merecía por acosador.—Quién sabe cuán lejos hubiera llegado de no haber muerto.

—En eso tienes razón... Pero... ¿De verdad quieres seguir siendo mi novio después de todo?

—Sí, porque me gustas mucho y no creo que seas malo.

Eijirou llegó a su límite y terminó por emocionarse tanto que se agachó para  abrazar al humano.

—¡Gracias por aceptarme!—Pero jamás debes decirle a nadie que soy un demonio, ¿de acuerdo?—Le dijo abrazado a él.

—Ya sé que no debo decirlo, sin embargo; quiero hacerte algunas preguntas.

—Está bien, puedes hacer las preguntas que quieras.—Contestó separándose del rubio cenizo.

—En ese caso... Quiero saber por qué razón has venido al mundo humano.

—El motivo por el que ha venido aquí, es porque mis padres me han encomendado la misión de investigar a los humanos, queremos saber más sobre vosotros.

—¿Y para qué queréis saber más acerca de nosotros? ¿Para dominarnos o para destruirnos?

—No puedo revelar el motivo concreto pero no es para destruiros.

—Bueno, si tú lo dices...—Otra pregunta, ¿hay otros demonios en la Tierra?

—Sí, es más, tu compañero de piso lo es.

Con aquella revelación, Bakugou se sorprendió mucho.

—¿E-En serio?

—Sí, y te pido que tengas mucho cuidado con él.

—¿Y cómo me protejo de un demonio siendo yo un humano?

—Debes echar colonia hecha con la flor del infierno y flores de glicina en tu habitación o sobre ti si te encuentras en peligro.

—No conozco esas flores pero suenan como unas difíciles de conseguir.—De todas formas, ¿no te afectaría que yo llevase ese perfume?

—Sí, son complicadas de encontrar pero yo sé dónde hallarlas.—Y, en cuanto a tu pregunta, yo te proporcionaré una colonia que neutralice esos olores.

—De acuerdo, me quedo más tranquilo.—¿Cómo vas a buscarlas? ¿No será dañino para ti también por el hecho de ser un demonio?

—Las buscaré por medio de portales mágicos que puedo invocar gracias a mis poderes y, no te preocupes, tomaré precauciones a la hora de recolectarlas y también al convertirlas en colonia.

—¿Puedo ir contigo y ayudarte en la elaboración de las colonias?

—Es mejor que no, sería peligroso para ti.

—Tks, no creo que con un demonio como tú a mi lado alguien se vaya a atrever a hacerme daño.

—Puede ser pero prefiero no arriesgarme, ¿alguna pregunta más?

—Sí, ¿eres un demonio poderoso?

Eijirou infló su pecho con orgullo y dijo:

—Sí, soy el príncipe del infierno, uno de los demonios más poderosos.

Bakugou no daba crédito de lo que su novio contaba y es que era realmente inverosímil creer que estaba saliendo con un príncipe demonio.

—Wow, así que alguien de la realeza infernal me está follando.—Me siento como una princesa disney.

—Jajaja.—Bueno, no creo que esas princesas hagan las mismas perversiones que nosotros en la cama.

—Quien sabe, hasta el ser más inocente puede estar ocultando las mayores perversiones, ¿no crees~?—Dijo gateando hacia su novio, poniendo una mano sobre su entrepierna.

Kirishima sonrió de manera seductora para su novio y le respondió:

—Vaya, qué travieso eres~—Me haces pecar~

—Hump, ¿no es esa tu naturaleza al fin y al cabo?

—Sí, pero tú me resultas demasiado tentador~

Y dicho esto comenzaron a besarse y a tocarse.

—Ngh... Ei...—Me encanta tu manera de besar, quiero más. Bésame más.

—Tus deseos son órdenes~

Ambos volvieron a besarse de nuevo y a disfrutar del cuerpo del contrario.

—Mm... Eijirou...—Murmuró cuando separaron sus bocas.

—Katsuki... Me gustas, mucho, mucho.—Aseguró esbozando una tierna sonrisa.

—Y tú a mí, te amo.

Se dieron un pico y empezaron a restregar sus cuerpos entre sí, jadeando y gimiendo;  cuando se escuchó la puerta de la entrada del piso abrirse.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!



El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora