Cercanía entre suegra y yerno.

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***

Todos estaban degustando la deliciosa comida que había sido preparada por el híbrido de demonio, lo que hizo que Hiroko halagase las habilidades culinarias.

—¡Está delicioso!—Eres muy buen cocinero, querido yerno.—Dijo con sinceridad.

Bakugou, obviamente, se sintió orgulloso de haber contentado a su suegra.

—Gracias, suegra.—Me alegra que estés disfrutando de mi comida. Aunque reconozco que no me sorprende que te haya agradado lo que he cocinado, porque soy consciente de que se me da bien.

La pelirroja sonrió y dijo:

—Me gusta tu actitud, cada vez estoy más contenta de la decisión de mi hijo de escogerte como pareja.

Su hijo sonrió feliz y le respondió:

—Sabía que Mi Katsuki te caería bien pero no imaginaba que tanto, aunque no me quejo; me hace feliz.

—Bueno, es normal. Después de todo, pareces ser feliz con él y quereros mucho.—Y con eso estoy satisfecha.

Los novios se miraron entre sí, felices de haber obtenido la aprobación de la mismísima reina del infierno.

Sin embargo, Eijirou quiso también saber la opinión de Togata, quien no había dicho nada de momento.

—¿Qué opinas tú, Mirio? ¿Qué te parece la comida?

El demonio rubio miró a su amigo a la cara y le contestó:

—Sí, la comida está buena.—Bakugou tiene una buena habilidad culinaria, todo está bien hecho. Hacía tiempo que no comía algo así.—Gracias por la comida, Bakugou. Ha sido delicioso.

—Hmp. Hasta que al fin lo reconoces.—Dijo Katsuki.

—Bueno, no quería interrumpir pero es obvio que estoy de acuerdo con Su Majestad Hiroko.

La pelirroja desvió su mirada hacia su  siervo y estuvo a punto de decirle que no eran necesarias las formalidades en privado y menos cuando se encontraban en un ambiente familiar a la par que tranquilo.

"Mirio nunca cambiará."—Pensó Hiroko soltando un suspiro.

Tras haber halagado al híbrido de demonio, terminaron la cena y los dos invitados se marcharon despidiéndose de los novios con la promesa de encontrarse tan pronto como fuera posible.

—Al fin se fueron...—Dijo el rubio cenizo aliviado en cuanto su novio y él estuvieron a solas.

—Sí, finalmente.—Dijo su amado abrazándolo por detrás dándole un beso en su mejilla derecha.

—Aunque estemos solos, no me apetece coger ahora. Prefiero esta noche.

—Está bien, esperaré ansioso a la noche~

El híbrido de demonio le sonrió juguetonamente.

—Hmp. Voy a fregar.

—No, ya lo haré yo.—Tú ve a descansar, Mi Katsuki.

—¿De verdad? ¿No quieres que te ayude?

—No, tú tienes que descansar antes de irte a trabajar.

—Aww... Eres jodidamente lindo.—Dijo Bakugou dándole un tierno beso en los labios de Kirishima.—Gracias, Eijirou. Te voy a dejar seco esta noche~

—Mm~—Lo estaré esperando~—Dijo separándose de él, dirigiéndose hacia su cuarto.

Entre tanto, el joven de dientes afilados se fue a la cocina para limpiar los platos y el resto de utensilios usados para cocinar.

***

Katsuki se encontraba en la hamburguesería, limpiando la plancha donde se iba a cocinar la carne de las hamburguesas, ya que en ese momento no había clientes y él quería hacer algo para entretenerse.

"Maldita sea, cuánta grasa. A la gente le va a dar un infarto por venir aquí."—Pensó quitando la grasa.

Él estaba muy concentrado cuando uno de sus compañeros entró a la cocina y le habló:

—¡Bakugou!

Katsuki se volteó y le preguntó:

—¿Qué pasa?

—El gerente quiere que vayas a su despacho.

—Tks, está bien.—Voy. Tú sigue limpiando esto por mí.

—Sí, claro.

Entonces su compañero tomó su lugar y él caminó hacia el despacho.

"¿Qué querrá ese bastardo ahora?"

En cuanto llegó al despacho dio un par de golpes en la puerta y preguntó si podía entrar, a lo que el contrario le   contestó que sí y pasó.

—¿Me buscaba?

—Sí, siéntate. Por favor.

Katsuki hizo caso y tomó asiento.

—¿Sobre qué quiere hablar?

Su jefe sonrió misteriosamente y respondió:

—Quería felicitarte por tu rendimiento, porque demuestras talento en todo lo que haces y eso debe recompensarse.

El rubio cenizo no sabía exactamente a dónde quería llegar mas le daba la sensación de que su jefe tenía intenciones ocultas con él.

—¿Cómo dice?—Preguntó siendo lo más educado posible con la persona que le pagaba un sueldo.

—Lo que digo es que, como buen jefe que soy, debo premiar a mi mejor empleado, ¿no crees?—Dijo levantándose para dirigirse a Katsuki y comenzar a tocarlo.

"¡Hijo de puta!"

Él no estaba dispuesto a dejarse abusar, así que apartó de un golpe a su jefe y le advirtió:

—¡No se te ocurra volver a tocarme!

Al otro no le agradó la reacción de su empleado y le dijo:

—Oh, vamos. No te pongas tenso, yo sólo quiero hacerte sentir bien para que nunca quieras irte de mi lado.

A Bakugou no le gustaban nada las palabras del contrario y le contestó:

—¡Vete a la mierda!—¡Renuncio a esta puta basura de trabajo!

—¡No, por favor! ¡Quédate conmigo!—Le suplicó agarrándolo de una de sus muñecas.

Katsuki lo miró con desagrado y le dijo:

—¡No me toques, hijo de puta!

—¡No me hables así o te despido!

—¡Haz lo que te dé la puta gana! ¡Ya te dije que me marcho!—Gritó enfadado, apartando y empujando a su jefe, el cual acabó en el suelo.

Su, ahora exjefe, se levantó y le dijo:

—¡Muy bien!—¡Pues si eso es lo que quieres, estás despedido!

Katsuki no dijo nada y simplemente dio un portazo. Sin preocuparle el hecho de quedarse sin trabajo, pues empleos similares los había a motones y sabía que no tardaría en encontrar un empleo parecido.

"Al menos durante unos días podré estar por más tiempo con mi sexy Eijirou."—Pensó feliz de vuelta a casa.

Eijirou 💖

Vuelvo a casa, Mi sexy demonio._Katsuki 💘

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora