En secreto.

232 34 29
                                    

***

Acababan de iniciar su relación, así que Bakugou propuso salir en secreto por un máximo de dos meses.

—¿Y qué pasa si nos descubren antes de un mes? ¿Te enfadarías y me dejarías?—Le preguntó Kirishima de camino a clase.

—Claro que no. Me gustas demasiado como para dejarte por un motivo estúpido.

—Aww... ¡Tan lindo mi novio!

Katsuki se avergonzó y le dijo:

—Ei, no estás ayudando a que seamos discretos.

—¡P-Perdón!—Por cierto, delante de todos, ¿me seguirás llamando por mi nombre o lo harás por mi apellido?

—Por el nombre. Así ya podrán hacerse a la idea de que haya cercanía entre nosotros, ¿o acaso prefieres que no diga tu nombre delante de los demás?

—¡En absoluto!—Me gusta que me digas por mi nombre y no me importa que los otros te oigan pronunciarlo.

El rubio cenizo se puso feliz al saber que no tendría que restringirse en la manera de dirigirse a su amado.

—Ahora actuemos con normalidad.—Dijo Katsuki.

—¡Sí!

Al entrar al aula, se acercaron a sus amigos como siempre hacían.

—¡Hola!—Saludó Denki.—¿Cómo fue la sesión de estudio de ayer?

—Muy bien, Eijirou aprendió mucho ayer. ¿No es así?—Cuestionó mirando a su novio.

El demonio se puso nervioso y contestó:

—¡S-Sí! ¡Katsuki es un buen profesor!

Todos se quedaron sorprendidos, pues  Bakugou era conocido por ser impaciente y no saber darse a entender, pues él no se molestaba en adaptarse al entendimiento de otras personas, ni a su ritmo de aprendizaje.

—¿Lo dices en serio, Kirishima?—Preguntó Hanta.

El pelirrojo no entendía por qué tanto revuelo y respondió:

—Claro. ¿Para qué voy a mentir en algo así?—Además, puedo demostrarlo.—Dijo poniendo su bandolera sobre la mesa de Mina para mostrarles una libreta en que había realizado varias operaciones matemáticas.

Como ni Kaminari ni Ashido sabían si los cálculos eran correctos, miraron a Sero; que entendió sus miradas.

Y tras echarle un vistazo a la libreta, concluyó:

—¡E-Es correcto!

En ese momento, supieron que Eijirou decía la verdad y luego miraron a Katsuki para reprocharle:

—¡¿Por qué con él sí que te esfuerzas en hacerle comprender?!—¡No es justo!—Dijo Kaminari.

—¡Eso es favoritismo!—Dijo Mina.

—No lo es. Lo que pasa es que hay diferencias entre vosotros y Eijirou, como por ejemplo: Él no es tan idiota como vosotros y me dará algo a cambio, cosa que vosotros no habéis hecho nunca. Además, le echa muchas ganas y le gusta que sea duro con él.

Kirishima no sabía si se estaba volviendo loco o realmente su amado estaba diciendo esos últimos comentarios con doble sentido pero estaba realmente avergonzado.

—¿Le das algo a cambio? ¿Qué le das, Kirishima?—Le preguntó el rubio del mechón negro.

"Tanto sexo como quiera pero no te lo puedo decir."

—Cualquier cosa que me pida.—En esta ocasión me pidió que le hiciera un masaje.

—¿Un masaje? ¿Así de simple?—Cuestionó Sero.

—Sí, es que soy bueno dando masajes.

El rubio cenizo asintió y añadió:

—Sí, es muy bueno.—Tiene talento para hacerlo, pareciera que tiene hasta experiencia y todo. Con esas manos tan fuertes y grandes, sus masajes son muy placenteros. Te quedas totalmente descargado.

Eijirou iba a explotar de la vergüenza. Los comentarios de Bakugou eran demasiado para él.

"¿No dijo que fuéramos discretos? A este paso nos van a descubrir, aunque realmente no me importa."

—Jajaja. ¡Eres muy exagerado, Katsuki!—No tampoco es para tanto.

Bakugou contraatacó y contestó:

—Sí lo es. Eres el que mejores masajes me ha dado en toda mi vida.

—Wow... ¡Qué envidia!—¡Yo también quiero probar los masajes de Kirishima!—Dijo Ashido.

Katsuki frunció el ceño y, sintiendo celos, dijo:

—Eso no va a ser posible porque Eijirou únicamente me puede dar masajes a mí.

—¡Qué acaparador!—Se quejó la chica de cabello rosado, resignándose a no poder experimentar los masajes del pelirrojo.

Sero, que llevaba un rato callado, observó a Katsuki y a Eijirou, y pensó:

"Vaya... Parece que a Bakugou le gusta tanto Kirishima que incluso lo llama por su nombre y lo quiere acaparar. Ojalá se vuelvan pareja porque se nota que se gustan bastante."

***
Ya que ese día el pelirrojo había decidido sentarse junto a su novio, decidió que le reclamaría por los comentarios que había hecho frente a sus amigos.

—Katsuki.—Lo llamó en voz baja.

El rubio cenizo miró de reojo a su pareja y le preguntó:

—¿Qué quieres?

—Quiero saber por qué has hecho esos comentarios antes.

—Ah, eso fue porque me divierte verte nervioso.

—Pero podrían habernos descubierto y dijiste que debíamos ser discretos.—Dijo molesto.

—Lo sé, solamente quería jugar contigo. Lo siento.

El demonio suspiró y dijo:

—Eres increíble... Pero no lo vuelvas a hacer o me va a dar un infarto.

—Está bien, Ei. Luego te compenso~

Eijirou se sonrojó una vez más.

—L-Lo estás volviendo a hacer.

—No bromeo, puedo hacerte lo que quieras más tarde~

A Kirishima le tentó la oferta y preguntó:

—¿Ah, sí? ¿Cuándo?

—Cuando me digas, ¿quieres ahora? ¿Frente a todos?—Dijo con tono juguetón.

—¡N-no!—Dijo en tono un poco alto, lo que hizo que se ganase una mirada fulminante por parte la profesora.—¡Lo siento!

—Que no se repita.—Dijo para continuar con la clase.

El pelirrojo asintió y le dijo a su novio en tono bajo:

—Esta tarde a las cinco y media ven a mi casa para compensármelo.

—De acuerdo, nos veremos a esa hora.—Llevaré el lubricante, tú te encargas de los condones.

—Sí, claro.—Dijo ruborizado.

Después de su conversación, pusieron toda su atención a la clase hasta el final.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!









El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora