Enfrentamiento entre demonios.

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***

Eijirou estaba tan  furioso que en su mente sólo podía imaginarse a él mismo despedazando a Yō con sus propias manos.

"¡Voy a matar a ese desgraciado!"—Pensó el príncipe demonio.

Entonces procedió a buscar la ubicación del piso y, en cuanto la localizó; abrió el portal para pasar a través de éste. Apareciendo en el pasillo de la casa.

Kirishima se transformó en demonio y llamó a Shindou.

¡¿Dónde estás, cobarde?!—¡Sé que estás aquí, Shindou!

En cuestión de segundos, el demonio de cabello azabache apareció frente al pelirrojo, dispuesto a atacarlo.

¡Aquí estoy!—¡Vamos, enfréntame!

—¡Te mataré! ¡Haré que pagues por meterte con lo que es mío!

—¡Suerte con eso, príncipe!—Dijo burlonamente.

Ambos demonios se enfrentaron ferozmente, primero comenzaron con golpes violentos y luego pasaron a utilizar sus poderes demoníacos.

"Esto es malo, debo llevar a Shindou a otro lugar."

Kirishima decidió provocar a su contrincante para que se acercase a él.

Parece que no eres muy poderoso después de todo. Esta pelea es muy aburrida, no merece la pena seguir perdiendo mi valioso tiempo contigo.

Yō estalló en cólera y le respondió:

¡Ahora sabrás lo que es bueno! ¡Haré que se te bajen esos aires de superioridad!—Exclamó yendo hacia el joven de dientes afilados para atacarla.

"Perfecto. Ahora sólo tengo que abrir el portal."

El chico de ojos negros se acortó la distancia con el contrario, Eijirou aprovechó entonces para abrir un portal que los llevaría a lo alto de unas montañas perdidas y tomó a Shindou de la camiseta para arrastrarlo junto a él.

"!¿Adónde me está llevando?!"—Pensó nervioso al ver que su rival lo llevaba a otro lugar.

Finalmente pasaron por el portal y  llegaron al sitio.

¡¿Por qué me traes aquí?!—Recriminó Yō apartando al pelirrojo de mala manera.

No quería destrozar el edificio.—Ahora sígamos con nuestra pelea.

Estoy de acuerdo, mejor muere cuanto antes.

Se empezaron a enfrentar de nuevo con sus poderes demoníacos por los cuales se atacaban con técnicas por las cuales invocaban criaturas aterradoras, armas, humos cegadores...

Ambos estaban bastante heridos y no se rendían.

"Parece que Shindou es más poderoso de lo que creía."—Pensó sintiéndose un poco debilitado.

Pareces cansado, príncipe.—Si Su Majestad lo desea, puedo darle el descanso eterno de desaparecer.—Dijo invocando unas enormes garras que iban en dirección al de dientes afilados.

Tal vez no sea yo el que desaparezca.—Dijo con tono amenazante preparándose para contraatacar a su enemigo.

Jajaja. ¡Cuánta arrogancia!

Dejaron de hablar y Eijirou le lanzó un extraño fuego verde podía quemar a Yō. Acto seguido, el fuego abrasó tanto las garras como al demonio de cabello azabache.

El demonio que se enamoró de un humano.[Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora