Gimme Love!! [Ineffable Husbands]

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Podía ser un mal el estar tan detallista con las acciones del pelirrojo, desde que lo conoció este tenía una personalidad amable y algo testaruda, al proponer tantas cosas y tener consideración a las personas cercanas; no debía sentirse especial.

De todas formas, ya conocía la cara que hacía únicamente cuando pensaba en Anathema.

Llevaban nueve meses de casados, en tres meses más podía restar un año de la cuenta regresiva. El contrato caducaba cinco años después de firmarla, cuando pasase ese tiempo podía divorciarse de Crowley si quería, y si a él le iba bien, podía casarse felizmente con la castaña.

Bostezó, no se había dado cuenta que eran las diez de la noche, solo porque Crowley llegó de su salida se dio cuenta de cuánto tiempo estuvo absorto.

— No te veo bien. — Dijo Crowley tras cerrar la puerta.

— Pues claro, con lentes oscuros en la noche debe ser imposible, querido. — Respondió Aziraphale, vio de reojo cómo el más alto sonrío por su sarcasmo.

Cuando Crowley fue a la cocina, Aziraphale giró el rostro para verle la espalda, era ancha aunque sus ropas no le dejaban deducir mucho, su cabello estaba bien cortado en la parte trasera de su cabeza, se notaba que le importaba mucho lucir bien. Se sorprendió al escucharle.

— No veo nada distinto en la cocina, ¿cenaste?

— ...No.

Anthony se giró, se notaba en su rostro lo preocupado ante su sentencia.

— ¿Por qué?

— No tenía hambre...

— Mal, muy mal. Te prepararé una taza de chocolate.

En silencio quedaron por un rato. Aziraphale se miró las manos, jugando con ellas al ni saber qué hacer, eran pocas las veces que se veían ahora, pues iba a la cama antes que el pelirrojo llegase.

Apretó los labios, cabizbajo.

— Son dos de azúcar, ¿verdad?

Asintió, qué lindo era que se acordara de algo así...

Crowley volvió con dos tazas y tomaron haciendo zapping en la televisión.

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