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Crowley estaba pasando por momentos difíciles, su amor platónico le había rechazado y debía superar aquel amor que por más que ahora siguiese palpable, con el tiempo solo sería un recuerdo. Debía seguir adelante.

Por eso, el albino intentaba ser un mejor compañero siendo más comprensivo. Le costaba pero con las semanas se acostumbraba a despedirse de la manera correcta, sobar su brazo cada vez que tenía bajos o simplemente sonreírle haciéndole saber que no estaba solo.

Pasó el mes, hace mucho tiempo que no pasaban tanto rato conviviendo.

Era de mañana, Aziraphale estaba pronto a irse a trabajar. Caminaba por todo el comedor con un pan en la boca; por quedarse dormido se atrasaba bastante. Crowley entraba una hora más tarde pero era usual levantarse a la misma hora que el albino, según él, le gustaba acompañarle mientras se preparaba con calma.

Una vez listo, suspiró aliviado. Llegaría a tiempo si salía ahora.

— ¿No quieres que te lleve al trabajo?

— No es necesario, querido. — Respondió arreglándose el cabello — Pasaré a la peluquería hoy... A este punto puedo hacerme una trenza.

— No es que te veas mal así.

— Pero no me gusta.

— ¿Hasta cuánto lo vas a cortar?

— Mm... — Se la pensó bastante, se vio al espejo que tenían a mano, giró el rostro para verse — Quizás un poco más corto que tuyo.

— ¿Qué? — Anthony se mostró anonadado — ¡Eso es un cambio muy radical!

— Hace meses lo he estado pensando, la verdad...

— Bueno, si es lo que deseas... Estoy seguro que te quedará bien. Pero después no te quejes si digo que eres otra persona.

— ¿Por qué tanto drama?

Aziraphale se cruzó de brazos, mirando confuso al pelirrojo. Este tomó un sorbo de su taza y comentó.

— Debo admitir que estoy celoso, hasta podría dejarme crecer el cabello y el cabello largo se ve bien en ti. Así como lo tienes a como lo tenías cuando nos conocimos.

Hace un año el pelo lo tenía sobre el mentón, su comentario le hizo sopesar sobre su decisión.

— Lo pensaré. Me voy.

— Yo cierro.

Ambos se despidieron de la mano. Aziraphale se siguió viendo en el espejo del ascensor, era un hecho que se iba a cortar el cabello después de trabajar.

Pasaron las horas y llegó al edificio, al parecer llegaba primero que Crowley por lo que aprovechó de limpiar un poco la casa. A los minutos llegó el pelirrojo quien al verle, soltó un resuello.

— Oh por Satán. Pero si te ves como la primera vez que te conocí. — Sonrió — Pero veo algo distinto...

— No es tan difícil...

— ...Oh, oooh, lo tengo, tu flequillo ahora no cubre parte de tus ojos.

Quizás cortárselo tan corto sería muy drástico hasta para sí mismo, pero quería probar algo nuevo dejándose arreglar el flequillo rizado avivando su azulada mirada. Sonrió débil y dejó la escoba a un lado.

— ¿Está bien?

— Pude haber dicho que el cabello largo era apropiado, pero así... También te sienta muy bien.

Fueron muy lindas sus palabras.

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AaAaAa

Gimme Love!!  [Ineffable Husbands]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora