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Los paseos eran bastante agradables y positivos para la pareja, podían disfrutar del aire libre mientras conversaban de temas cotidianos además de actividades que podrían hacer en su día festivo. Aziraphale estaba bastante tranquilo, más cuando su mano estaba siendo tomada por la del pelirrojo, era una mano más grande pero sus dedos no eran tan gruesos; no obstante había un pequeño detalle, Crowley no estaba usando el anillo de matrimonio.

No era grave, él lo había dejado de usar desde el primer año pero no recordaba si el adverso lo tenía puesto antes en primer lugar. ¿Era correcto usarlo ahora? Ninguno de los dos estaba en contra del matrimonio actualmente y solo faltaban algunos meses para cumplir los tres años unidos por el registro.

Se cuestionaba mucho lo que iba a pasar en el futuro aunque más de una vez dejaba aquello para más tarde para poder disfrutar el presente junto a Crowley.

— Oh, mira, una feria.

— Cierto. — Habló Aziraphale volviendo a la realidad — Puede que haya algo bueno.

— Oh, síii. Como algún juguete para Adam.

— Siento que lo único que estamos comprando últimamente son cosas para Adam, querido.

— Él merece lo mejor de lo mejor.

El más alto entre ambos río dejando a Aziraphale suspirando, no podía negar ese hecho; deseaba mucho que aquel minino tenga los mejores lujos aunque a veces solo prefiera estar en una caja.

Con aquella decisión comenzaron a adentrarse en la feria de artesanías, había varias cosas usuales en tales aglomeraciones comerciales: abrigos, gorros, juguetes infantiles o juegos de mesa. En el trayecto Crowley compró chocolates de los cuales compartió con el albino. Fue un momento bastante agradable y ameno.

En el trayecto ambos se quedaron quietos al ver una tienda de recuerdos, aunque más bien fue Aziraphale quien detuvo el paseo por algo que vio. Eran unos llaveros que se podían compartir pues se complementaban al unirse.

— ¿Qué miras, Ángel? — Preguntó Crowley.

— ¿Qué prefieres, un corazón o gatos...?

— Mmm... Oooh, heh.

— No sé qué acabas de decir, Crowley.

— Prefiero el de gatos, se ve muy lindo.

Aziraphale carraspeó apretando ligeramente los labios, se acercó al puesto sabiendo que ya no había motivos para ocultar la sorpresa, directamente fue a comprar dos llaveros que se podían compartir y le dio uno al contrario. Estaba algo ruborizado pero con ver la tonta sonrisa de enamorado que hacía el de cabellos rojizos le hacía sentirse realizado.

— Me encanta. ¿Pero sabes qué me encanta más?

— ¿Ah? ¿Al final no querías eso...?

— Pff, me encanta más tú.

— Oh por Dios...

Aziraphale negó con la cabeza y solo abrazó el brazo adverso para seguir caminando.

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Gimme Love!!  [Ineffable Husbands]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora