Gimme Love!! [Ineffable Husbands]

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Si había alguien que no sabía ocultar las sorpresas, ese era Crowley. El pelirrojo le había buscado al trabajo después de varios meses sin hacerlo, tenía una expresión que denotaba su felicidad, sin mencionar el tono que usaba, emocionado.

O era demasiado fácil de leerlo, o Aziraphale era quien se quedaba demasiado tiempo mirándole para analizar y almacenar cada gesto suyo.

Al llegar al departamento, Crowley fue el primero en hablar, mirando a los lados.

— Bien, quédate aquí y cierra los ojos.

Hizo caso, escuchó cómo sus pasos se alejaban hasta la habitación y después de unos segundos volvió.

— Extiende tus manos y abre los ojos.

Volvió a hacer lo pedido, sintió algo frío pero adivinó al instante, eran llaves. Las tomó intentando ver qué tanto revuelo surgía en el pelirrojo por ello.

— Son llaves.

Crowley pasó su mano por la espalda del albino para guiarlo hasta su habitación, entretanto hablaba.

— Son llaves, pero no la sorpresa. Abre mi puerta.

Le daba curiosidad el por qué había tanta preparación, sin embargo tampoco podía esperar más. Colocó la llave en la cerradura y la abrió, lo que vio lo dejó boquiabierto.

En la cama de su acompañante, había una pequeña cama del cual dormia un pequeño gatito, no tendría más de tres meses de edad. Era muy pequeñito. Se quedó sin palabras, intentó recordar cuándo había mencionado que le agradaba la idea de tener una mascota en el departamento pero no hubo caso, parecía que Crowley le había leído la mente.

Miró al más alto y él solo sonrió cerrando sus ojos, haciendo gesto de que podía pasar y verle mejor.

Estando cerca, se arrodilló admirando al gatito que dormía, en su interior quería chillar.

— Qué lindo es...

— ¿Te gusta? Estaba viendo anuncios de adopción y apenas lo ví contacté a los dueños. Es macho y no tiene nombre aún, quería que tú se lo colocarás.

— ¿Estás seguro...?

— ¿Y por qué no? Yo le pondría... Gato.

Aziraphale hizo un gesto más no hizo comentarios y con cuidado acarició al pequeño.

— Es una gran responsabilidad, es velar que esté bien mientras nosotros trabajemos.

— Heh, no te preocupes~ ¿Ves mi mochila y el par de bolsas? Ya compré de todo para asegurar que el pequeño esté de maravilla.

Asintió, levantándose para dirigirse al más alto.

— ¿Te parece... Adam?

— ¿Adam o Adán?

— Adam.

— Mmm... — Asintió — Me parece. Porque Aziraphale y Adam suenan a nombres religiosos.

— Oh Buen Señor.

Sonrieron y pronto los dos empezaron a preparar la casa colocando las cosas que Crowley compró.

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