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Todavía seguía levemente enfermo, pero se sentía mucho mejor que hace tres días. Ahora descansaba en el sofá viendo junto a Crowley la televisión, había una película y se habían quedado pegados al poco tiempo.

Aziraphale suspiró, estaba recostado en la esquina del sofá con jugo de naranja en sus manos, había sido buena suerte comprar tanta naranja pues seguía habiendo después de hartos días. Cuando la película terminó, Crowley se sentó, anteriormente estuvo recostado ocupando dos espacios.

— No estuvo mal. — Comentó, Aziraphale le miró encogiéndose de hombros, prefería los libros.

— Sí, no era de mi estilo pero fue buena, querido.

Crowley rió y se colocó en la otra esquina del sofá, poniendo sus pies descalzos sobre el cojín.

— Había un buen actor, es normal.

— No sé mucho de eso, la verdad.

— Algún día haremos maratón de películas de ese actor, te va a encantar~

— Como digas, querido.

Tomó un sorbo de su vaso y se relamió los labios, su garganta estaba mucho mejor y había dejado de toser. Ambos se quedaron un tiempo en silencio, no se miraban, o por lo menos el albino no lo hacía; el único ruido eran los créditos de la televisión.

— ¿Sabes? Estuve pensando bastante sobre lo que me dijiste hace un tiempo.

— ¿De qué?

Crowley carraspeó.

— Cuando dijiste que ella no merecía estar conmigo.

Oh, era eso. No pensaba que de verdad habían Sido palabras con tanto peso como para rememorarlas ahora. Tensó los dedos, esperando que no sacará suposiciones como celos, o que lo tenía en una vara tan alta.

— ¿Qué pasá con eso...? Lo dije casi sin pensar igual.

— Tomé la decisión de pasar página. — Aclaró, Aziraphale alzó un poco la mirada, Crowley estaba jugando con los pulgares mientras hablaba con una extraña sonrisa — Tuve la esperanza de que podría salir en algún momento con ella... Pero Anathema básicamente desapareció y todavía no entiendo por qué hizo eso. Así que no podía quedarme pudriéndome mientras esperaba alguna señal del cielo, tengo que seguir con mi vida. Quizás hasta pueda encontrar a alguien, quien sabe.

El mas alto se encogió de hombros, pero aunque no lo dijo con esa intención, Aziraphale se sintió mal. Intentó ignorar todos sus malos pensamientos y sonreírle al adverso, tenía que pensar que había tomado una sabia decisión.

— ... Me alegra que sigas adelante, querido... Seguro otra persona te podrá hacer feliz.

— ¿Crees que suceda?

— No lo sé, con nuestra situación...

Crowley se inclinó y se sentó adecuadamente, allí puso la mano sobre su hombro, Aziraphale le miró dudoso.

— También deseo que encuentres esa persona que te haga feliz. Con esos ojazos seguro lo pillas antes que yo~

Aziraphale se mordió el labio inferior por dentro, no sabía cómo sentirse, que le dijera eso no le daba esperanzas, no quería reconocer por qué. Solo asintió.

— Gracias.

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Gimme Love!!  [Ineffable Husbands]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora