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El olor a cocoa inundaba la cocina, si no fuera porque estaba apresurado, se hubiera detenido para prepararse una taza y tomarla con calma. Por desgracia, trataba de ponerse su credencial mientras buscaba su mochila, a la vez que se arreglaba el cabello con su mano libre.

— Aziraphale, si te apresuras de ese modo no haras nada. — Dijo Crowley sentado en la silla de la barra, estuvo todo el rato allí mirando el desastre mañanero de Azira.

Él entraba una hora más tarde, y por su bendita suerte, salía a la misma hora que Aziraphale.

El albino le dedicó una mirada molesta, y sin responder se terminó de poner su identificación. Crowley se levantó de su puesto dejando su taza de café a un lado, y poniéndose en frente, llevó sus manos a la cabellera de su esposo para peinarla, ordenándola.

No sabía que decir, que pensar; era primera vez que Crowley hacia algo así, en todo ese tiempo de casados, no había hecho más que conversar y pasar en compañía. Cuando terminó, le dejó el camino libre.

— La mochila está en el sofá, ¿ves?

— ...Gracias.

— Ten un buen día en el trabajo.

Asintió, todavía ensimismado.

— Sí... Tú igual.

Tomó su mochila y se fue al trabajo.


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Gimme Love!!  [Ineffable Husbands]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora